La conjura de Catilina: el intento fallido de derrocar a la República romana

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¿Cuáles eran las armas y las tácticas que empleaba el ejército romano?


En el imperio romano la disciplina de la guerra era considerada una ciencia y un arte, el entrenamiento constante hacía del ejército romano uno de los más temibles y era el gran responsable de sus éxitos.

El combate del ejército romano:

El ejército romano se preparaba para el ataque usando una formación básica, usando una vanguardia de Velites (infantería ligera) y a continuación se encontraba la infantería dispuesta en tres líneas, los Hastati, los Principes y los Triarii (Veteranos) que solo entraban si era necesario su intervención. A la derecha de la infantería se situaba la caballería y a su izquierda la caballería de los aliados.

Una vez presentada la batalla los generales lanzan en primer lugar a los Auxiliares bárbaros debido a que eran considerados como mas substituibles, si estos eran rechazados intervenían los legionarios y si no aún así no se conseguía la victoria eran reclamados los Pretorianos que formaban la élite del ejército.

En la batalla ante el enemigo el ejército se presentaba como una muralla formada por los escudos de los soldados erizada por sus jabalinas. Se esperaba el avance enemigo hasta que se acercaran a unos 20 metros de la primera línea, momento en el que la primera línea lanzaba el Pilum. Si igualmente el enemigo seguía avanzando la segunda línea lanzaba su arma. 

A la orden de ataque, la primera línea los soldados avanzaban escudo con escudo, mientras los de la segunda línea protegían a los de la primera con sus propios escudos colocándolos sobre sus cabezas.

Antes del contacto, si era necesario se arrojaba el escudo contra el enemigo, para atacarlo con la espada inmediatamente después. Los legionarios entrenados para el combate cuerpo a cuerpo buscaban un punto débil al enemigo para atacar con la espada. Con una herida de 10 centímetros de la Gladius (espada romana) bastaba para dejar fuera de combate al enemigo.

Si la primera línea no era suficiente, la segunda atacaba por los espacios dejados por la anterior, mientras la primera retrocedía para reabastecerse de lanzas y escudos.

Asedio del ejército romano:

Para el asedio eran también utilizados torres para los arqueros, arietes para abrir brechas en las murallas o terrazas y torres móviles que contaban con un puente levadizo para poder escalar los muros.

Otra de las tácticas usadas para el asedio era rodear con dos muros a la ciudad sitiada, uno interior para evitar salir a los sitiados y otro exterior para evitar el acceso a posibles fuerzas auxiliares.

Sobre las armas

Una de las ventajas del ejército romano frente a su enemigo era su planificación y su gran armamento listo para cualquier ocasión, para el ataque disponían de escorpiones, onagros, tortugas... que consistían en catapultas que proyectaban con gran precisión piedras, dardos o jabalinas.

El Onagro:

Era una arma de asedio del estilo catapulta que se usaba para lanzar piedras a las murallas enemigas y destruir torres de defensa en los asedios. La primera referencia de esta arma es del griego Filón en el año 200 a.C.

Ballista o Balista: 

Arma de asedio similar a una ballesta pero mayor en tamaño. Se usaba para disparar grandes piedras durante el asedio. Debido a su gran tamaño eran necesarios varios hombres para su manejo.

Escorpiones:

Los escorpiones romanos, maquinas pequeñas, era la arma más terrible, muy fácil de manejar, lanzaba proyectiles de hierro fino a distancias de 400 metros. Los Legio Scorpio eran los legionarios que las manejaban. Fueron usados por primera vez en el asedio de Avarico, durante las campañas de Julio César. Desde ese momento, cada legión contaba con al menos 40 o 50 legionarios escorpiones.

Ariete:

El ariete era usado para romper las puertas o las murallas durante el asedio. En su forma básica estaba formado por un tronco que era cargado por varios soldados. En sus formas más sofisticadas eran impulsados por cuerdas dentro de un marco de madera, al ser mayores de tamaño eran necesarios más soldados para su uso. En el segundo caso este ariete podía estar protegido con cubiertas para evitar ser atacado por los defensores mientras era usado. También se podían apoyar sobre rodillos, dando una mayor velocidad al ariete antes de golpear a su objetivo.

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