Los
científicos han descrito por vez primera a Homo naledi, la nueva especie homínida
con ciertos rasgos de los Australopithecus
Un equipo multidisciplinar trabaja en la cueva Rising Star de Sudáfrica Crédito: Elizabeth Fitzgerald (National Geographic) |
Autor: José Antonio Cabezas Vigara
En este gran depósito
de fósiles se hallaron los restos óseos de
15 individuos de esta nueva especie, el Homo naledi, lo que ha permitido a
los científicos analizar y documentar su esqueleto con todo lujo de detalles. Su
descripción, en este caso, ha sido publicada recientemente en la revista eLIFE. Pero ¿cómo era este homínido?
Markus Bastir, uno
de los investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) y coautor
de este estudio, ha explicado a Efe que Homo naledi tiene un tronco “parecido a una pirámide, un rasgo propio del
Australopithecus o de los grandes simios actuales como el chimpancé”. Recordemos
que el hombre actual tiende a una forma más de “barril”.
Asimismo, añadió, este
nuevo homo “tiene un cráneo pequeño,
con la forma de los primeros representantes del género Homo, como el hábilis o
el erectus, y una capacidad craneal muy
pequeña, aproximadamente un tercio de lo que ocupa nuestro cerebro actual”.
No obstante, a
pesar de ser un homínido bastante robusto y de tener un tronco y un cráneo muy primitivos,
sus extremidades son casi iguales a las
de los humanos modernos. De hecho, según los investigadores, sus manos pudieron
manejar objetos de una forma muy similar a las nuestras, aunque las falanges de
sus dedos eran algo más curvadas. Eran manos que, según los especialistas en
anatomía, pudieron estar adaptadas a la vida
en hábitats arbóreos.
Los demás huesos
de las manos, sin embargo, son muy modernos. Esto es un indicativo de que anatómicamente tuvieron la posibilidad de
usar herramientas, aunque no han aparecido restos en el yacimiento. Pero no
hay que perder de vista que hay herramientas que no dejan rastros arqueológicos,
como las fabricadas con plantas.
Al igual que las
manos, los pies también son parecidos a los
nuestros, pero con los dedos ligeramente más curvados, lo que puede significar
que pudieron estar adaptados para vivir tanto en el suelo como en los árboles.
La capacidad craneal de Homo naledi era de unos 500 cm3 Crédito: Elizabeth Fitzgerald (National Geographic) |
Por lo demás, el Homo
naledi medía 1,50 metros y pesaba unos
50 kilos aproximadamente. Tenía ciertos rasgos de los Australopithecus, aunque
se acercaba más a los primeros homos por ser más grácil.
Los expertos aún no
han facilitado ninguna datación de
este nuevo homínido porque la ausencia de otros animales fósiles está complicando
el análisis del conjunto. Sin embargo, se espera que el análisis de los datos
que están extrayendo los paleogeólogos den más información.
A pesar de no
contar con una cronología segura, los análisis morfológicos ubican a este fósil entre los primeros Homo
de hace unos 2,5 millones de años, aunque si fuera más reciente, de menos de un
millón de años, probaría la coexistencia en el continente africano de varias especies
homínidas diferentes.
Otro asunto es responder
a cuestiones más complejas como si los 15 cuerpos aparecidos fueron colocados
de forma intencionada por sus congéneres en la cámara de Dinaledi, ya que sería
un síntoma de un comportamiento cultural
bastante complejo para estas fechas.
El gobierno de
Sudáfricaorganizó el pasado año 2014 un taller llamado “Rising Star Workshop”, financiado en gran parte por National
Geographic, para proseguir con las investigaciones de una forma multidiciplinar
con científicos de todo el mundo.
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