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El Feminismo occidental en el siglo XX: divorcio y aborto

Dos hitos en la lucha por los derechos de las mujeres

Marcha de liberación de la mujer en Washington, 1970
Durante mucho tiempo fue imposible imaginar que una mujer quisiera separarse de su marido o no tener al hijo que estaba esperando en su vientre. Con la dependencia económica y social que las mujeres debían soportar respecto a los varones, estas ideas tardaron mucho tiempo en ser aceptadas por los instrumentos de gobierno de los países occidentales en los que finalmente la ley dio la razón al sexo femenino.

Divorcio y feminismo: el caso español

En España esto ya se había conseguido durante la Segunda República, si bien en la dictadura de Franco esos divorcios dejaron de ser válidos y se obligó a las parejas a volver a estar casadas ante los ojos de la ley y la Iglesia. No fue hasta los años setenta cuando las mujeres españolas empezaron a salir a la calle en manifestaciones para reclamar ese derecho. Las asociaciones feministas lucharon por el divorcio varios años, siendo un ejemplo de manifestación relevante la del 16 de noviembre de 1979, en Palma de Mallorca, cuando sesenta personas (hombres y mujeres) protestaron por un “divorcio feminista”, con la ayuda de representantes de la política de izquierdas.

Y es que en España el movimiento feminista se situó a la izquierda, si bien no permitían que los partidos condicionaran sus acciones o sus reivindicaciones. Así, hubo asociaciones que se formaron con fuerza dentro de los partidos, como el Movimiento Democrático de Mujeres (dentro del Partido Comunista), con cierta autonomía como el Frente de Liberación de la Mujer, o de forma completamente independiente, como el Partido Feminista de España, impulsado por Lidia Falcón, que hablaba de la mujer como la clase social explotada por el hombre. Sus demandas fueron escuchadas en 1981, cuando finalmente se aprobaba la ley del divorcio.

El aborto en Occidente

Se consideraba que el aborto era asesinato. Además, se intentaba convencer a las mujeres de que no lo hicieran aludiendo a los riesgos del mismo. En cualquier caso, fue imposible controlar que las mujeres abortasen o no, pues siempre encontraban medios clandestinos para hacerlo. En 1973, en Estados Unidos, se daba el primer paso en esta materia, permitiéndose el aborto bajo ciertas condiciones, tales como la cantidad de semanas de gestación (no más allá del primer trimestre). Sin embargo, durante las décadas de los setenta y los ochenta, muchas mujeres no pudieron acceder a su derecho a abortar debido a que no podían permitirse su coste.

Esto hizo que un respetable número de organizaciones feministas ofrecieran a estas mujeres abortos de bajo coste, si bien muchas de dichas organizaciones dedicadas a este fin no sobrevivieron más allá de la década de los noventa. En 1974, la Campaña Nacional para el Aborto en Gran Bretaña organizó una manifestación de 20 mil personas a favor de la ampliación de libertades para este derecho, convirtiéndose en una de las más multitudinarias desde las de las sufragistas a principios de siglo.

En el caso de España, no se despenalizó el aborto hasta los años ochenta. Ya desde antes de aprobarse la Constitución de 1978, los grupos feministas a favor del aborto se manifestaron cada año hasta la despenalización, siendo las más multitudinarias las del 8 de marzo. Hay que decir que en el movimiento abortista español tuvo gran importancia el llamado “Proceso de Bilbao”, de 1973, en el que once mujeres fueron condenadas por haber practicado el aborto. Estas mujeres procesadas recibieron el apoyo de figuras públicas, masculinas y femeninas, que aseguraron haber tenido que ver en cuestiones abortistas.

En Francia, en 1971, un grupo de mujeres firmó una declaración en la que confesaban haber abortado, y con ella exigían que la ley reconociera este derecho, que fue finalmente logrado en 1974. En junio de ese año de 1971, en Alemania Federal surgía el movimiento Aktion 218 con la participación de 374 mujeres, que tenían también la intención de conseguir el derecho a abortar. En el caso de Italia, hubo que esperar hasta 1975, cuando se celebró la primera Conferencia Nacional sobre el aborto, organizada por asociaciones feministas. Se recogieron ese año 800 mil firmas pidiendo ese derecho, y en diciembre se realizó una manifestación multitudinaria en Roma protestando a favor del mismo.

Bibliografía

CABRÉ PLA, A., Anticoncepción y salud reproductiva en España: Crónica de una (r)evolución. Madrid, CSIC, 2005.

Vía| El País 1, El País 2, Feminist, MMU, ver bibliografía
Imagen| Wikipedia

1 comentario:

Libertario dijo...

La liberación de la mujer ha de significar acabar con la vida del ser más indefenso e inocente que existe? Me parece triste. La izquierda, una vez visto que la lucha de clases no traga porque el capitalismo crea riqueza y mejora las condiciones de vida de todos, se ha lanzado a la lucha de sexos y al homosexismo como forma de minar nuestra sociedad y nuestros valores "desde dentro". Las mujeres son solo instrumentos de usar y tirar en ese objetivo.