El 16 de mayo de 1811 se libró en torno al pueblo de La Albuera una de las batallas más sangrientas de la Guerra de la Independencia española. El ejército napoleónico del mariscal Soult contra el ejército aliado anglo-hispano-portugués comandado por el mariscal Beresford.
El ejército de Napoleón ha invadido España debido fundamentalmente a la ineptitud de los gobernantes españoles. El pueblo español se rebela en Madrid contra la ocupación de las tropas francesas y es aplastado el 2 de Mayo de 1808 por el ejército francés comandado por Murat. José Bonaparte (hermano de Napoleón) es proclamado rey de España.Poco a poco el ejército español consigue reorganizar sus tropas y con el apoyo de Portugal e Inglaterra consigue hacer frente al ejército napoleónico.
Es mayo de 1811. Parte del ejército francés se encuentra sitiado en Badajoz, esperando los refuerzos del mariscal Soult que vienen desde Sevilla.
Las tropas aliadas (soldados ingleses, portugueses y españoles), compuestas por unos 30.000 infantes más 3600 hombres a caballo y comandadas por el general Beresford se desplazan desde Badajoz a La Albuera para esperar al ejército francés de Soult, formado por unos 20.000 infantes y una caballería de 4.500 unidades.
El 16 de mayo, a las 8 de la mañana, el mariscal Soult envía una pequeña parte de su ejército contra el centro y flanco izquierdo del ejército aliado, mientras que el grueso de las tropas francesas da un rodeo para atacar por sorpresa el flanco derecho del enemigo.
Los aliados se dan cuenta de la maniobra en el último momento y reorganizan la defensa con éxito, debido sobre todo al aplomo y experiencia de las tropas.
El humo generado tras las primeras descargas de la infantería junto con las malas condiciones atmosféricas propician la incursión de los húsares franceses y los lanceros polacos entre las líneas aliadas, pero finalmente son derrotados.
La posición de las tropas aliadas es ventajosa y rechazan una y otra vez los ataques de la valiente infantería francesa, que finalmente tiene que retirarse tras sufrir numerosas bajas.
La retirada ordenada de las tropas de Soult y el apoyo de su feroz caballería impidieron que los aliados organizaran la persecución y tomaran más ventaja de esta batalla.
Cerca de 6.000 soldados aliados y 4.000 franceses murieron en la batalla de La Albuera. No hubo vencedores.
Soult esperó en Llerena la llegada de los refuerzos del mariscal Marmont, que venía desde Salamanca. Los dos mariscales llegan a Badajoz a finales de junio con unos 60.000 hombres, sin oposición por parte del ejército aliado, que desistió en su intento por tomar Badajoz.
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Extraído de HOY
Comentarios
La historia contada como fue, sin ponerse de parte de nadie, así es como debe ser.
Un saludo