Cleopatra VII: la última reina del antiguo Egipto

La heredera de una dinastía milenaria Imagen meramente ilustrativa. Cleopatra VII fue la última soberana de la dinastía ptolemaica, que gobe...

El Monastil recupera la muralla y las viviendas del barrio sur.

El yacimiento ibero romano más importante del Vinalopó está de enhorabuena. El equipo de arqueólogos municipales de Elda ha culminado el proyecto de 'Recuperación del yacimiento arqueológico El Monastil 2: Muralla y Departamentos del área 5', o lo que es lo mismo, la recuperación para la posteridad y el estudio de la muralla sur y once viviendas ibéricas y romanas del sector meridional.
 
Los trabajos se han centrado en restaurar los restos de la muralla del yacimiento. Una interesante construcción fechada entre los siglos III y II antes de Cristo, el periodo que coincide con la llegada de los romanos a la Península Ibérica y el inicio de la última fase de la cultura ibérica. Hasta el momento se conoce un pequeño tramo con una torre pero los expertos creen que puede convertirse en una prometedora zona para futuros trabajos.
 
El resto de la actuación se ha centrado en consolidar y recuperar un conjunto de once viviendas ibéricas y romanas del sector meridional del yacimiento, lo que se conoce como el barrio sur. Unas viviendas muy deterioradas por el paso del tiempo desde su excavación por los integrantes de la sección de Arqueología del Centro Excursionista Eldense, entre las décadas de los sesenta y setenta del pasado siglo.
 
Aunque las primeras excavaciones las realizaron eldenses apasionados por la cultura local, en las décadas de los 20 y los 30. Unos trabajos que quedaron truncados por la guerra civil.
 
Desde el año 2000, el Ayuntamiento de Elda comenzó una tarea de consolidar los hallazgos anteriores para, en un futuro, recuperar el yacimiento para que pueda abrirse al público de forma permanente.
 
Extraído de La Verdad

Cultivado homo sapiens. Jean M. Auel finaliza con «La tierra de las cuevas pintadas» su saga prehistórica.

La prehistoria ya tiene en la saga de «Los hijos de la tierra su «En busca del tiempo perdido». Más de cuatro mil páginas escritas por Jean M. Auel, iniciada en 1980 con «El clan del osos cavernario».

Desde entonces, la escritora norteamericana ha completado una ambiciosa serie de seis libros  de ficción histórica paleoantropológica que ha cosechado un éxito internacional impresionante. Con «La tierra de las cuevas pintadas», Auel pone punto final a la saga, de la que ha vendido 45 millones de ejemplares. Desde entonces, la niña cromañón Ayla se ha convertido en una mujer casada con Jondalar, un hombre de Neandertal que la ha integrado en su clan, y lleva camino de convertirse en una curandera de la tribu de los Zelandonii.

El uso de la magia.


Los estudios sobre esta lejana época que ha realizado Auel son estimables. Los paleontólogos reconocen que, aparte errores de datación, la saga se ajusta a los conocimientos que hoy se tienen de la Edad de Hielo. La escritora ha visitado numerosas cuevas, ha estudiado las culturas de los pueblos cazadores y recolectores actuales y ha fabulado, con minuciosidad, el comportamiento del homo sapiens  hace 20.000 años.
El resultado es esta saga que reconstruye con meticulosidad la vida cotidiana de nuestros ancestros, sus rituales religiosos, la organización social, el uso del lenguaje, la transmisión cultural y el uso de la magia, dando especial relevancia a la mujer, en particular a Ayla. Su inteligencia y magisterio para sanar con plantas y su integración entre los hombres como cazadora es parte del éxito de esta saga.

Es el público femenino quien ha encumbrado «Los hijos de la tierra» al reflejarse en esta mujer sensible y moderna, capaz de apreciar los dibujos de las cuevas de arte prehistórico, incluso, captar los distintos estilos de Atapuerca  y Altamira. Ayla es, sin duda, una proyección de la escritora. Como toda novela histórica,  «La tierra de las cuevas pintadas» habla más del presente que del pasado que reconstruye con una morosidad irritante para el lector crítico.

La virtud de Auel es fabular un mundo prehistórico que hasta ayer se veía como bárbaro, violento y deshumanizado. Ella lo convierte en un universo coherente en el que el homo sapiens es más responsable con el medio ambiente y tiene una conciencia ecológica anticipada mayor que la nuestra. Añádase la idea de cultura como un bien a valorar, sensibilidad y paleofeminismo y se obtendrán las claves del éxito mundial de esta fábula del Pleistoceno.

Extraído de La Razón

La necrópolis prehistórica de Las Cruces.

Un estudio de la Hispalense data el yacimiento a final del tercer milenio antes de Cristo.

Un estudio elaborado por el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla data a finales del tercer milenio antes de Cristo o comienzos del segundo milenio de esta era la antigüedad de la necrópolis prehistórica descubierta en 2006 en dos yacimientos arqueológicos del Coto Minero Las Cruces, donde la empresa Cobre las Cruces explota la mayor mina a cielo abierto de Europa. Esta necrópolis, formada por un total de 38 enterramientos en cista o fosa en los que fueron localizados al menos 51 individuos, tendría parcialmente y según esta investigación "cierta vinculación" con las poblaciones que durante la Edad del Bronce habrían habitado el área occidental de Sierra Morena.

El estudio, titulado Dataciones radiocarbónicas de las necrópolis de la Edad del Bronce SE-K, SE-B y Jardín de Alá, parte de las excavaciones arqueológicas preventivas promovidas en 2006 en los términos municipales de Gerena y Salteras por Cobre las Cruces y Construcciones Azagra, respectivamente.

Según este informe elaborado por los arqueólogos Mark Hunt, Jacobo Vázquez, Daniel García Rivero y Juan C. Pecero, en el yacimiento SE-B del Coto Minero Las Cruces fueron localizados 12 enterramientos, dos de ellos en cista, con sus correspondientes restos óseos y vestigios de un ajuar formado principalmente por piezas metálicas y de cerámica. En el yacimiento SE-K, en este mismo entorno cercano a la Rivera de Huelva, los arqueólogos descubrieron "26 unidades de enterramiento, con un número mínimo de 39 individuos y con asociación, en algunos casos, de ajuares cerámicos, metálicos y malacológicos". Las tumbas en cuestión habían sido formadas mediante lajas de pizarra (cista), fosas con cubierta de piedra o sencillamente fosas "sin cubierta conservada".

En las excavaciones arqueológicas promovidas en la finca de Salteras Jardín de Alá de otro lado, fue localizado "un cementerio islámico", fondos de cabaña de la Edad del Hierro y una única estructura funeraria "aislada" correspondiente a la Edad del Bronce.

El informe atribuye a las inhumaciones del yacimiento SE-B, en el Coto Minero Las Cruces, "las dataciones más antiguas", correspondientes al final del tercer milenio antes de Cristo, "en el entorno del cambio de milenio". Los 26 enterramientos del yacimiento SE-K, así, serían "inmediatamente posteriores, cronológicamente", y a estas inhumaciones estaría asociada la tumba "aislada" de la Edad del Bronce descubierta en la finca Jardín de Alá. El informe, finalmente, concluye que las inhumaciones prehistóricas del yacimiento SE-K serían "coetáneas" con las 27 cistas funerarias de la Edad del Bronce descubiertas entre 1992 y 1993 en la finca La Traviesa, en Almadén de la Plata (Sevilla), y con "la fase antigua" del poblado de El Trastejón, en Zufre (Huelva). Los ajuares de estas inhumaciones, especialmente las piezas de cerámica, tendrían además "cierta vinculación con las tradiciones de la Edad del Bronce de la Sierra Morena Occidental, suponiendo una de sus manifestaciones más orientales".

Extraído de Diario de Sevilla

Anarquismo y antropologia: “No sólo ‘otro mundo es posible’ sino que ‘otros mundos existen’”

Entrevista a Beltrán Roca, profesor de antropología y coordinador del libro "Antropología y anarquismo" (La Malatesta).

Roca ha estudiado las vías hacia una descolonización de la antropología como base para la construcción de un poder popular horizontal en manos de los movimientos.

DIAGONAL: ¿Qué aporta un enfoque anarquista a la antropología?
BELTRÁN ROCA: Pienso, por ejemplo, en la crítica al poder, a la ciencia, al Estado. La crítica, el cuestionamiento de lo que nos viene dado, es el primer paso de toda investigación científica. Y a crítica, a los anarquistas no nos gana nadie.
Muchos conocidos antropólogos como Pierre Clastres, Stanley Diamond, James C. Scott, o hasta el mismo Radcliffe-Brown, se han inspirado por ideas libertarias. De manera más específica, muchos de estos autores han estudiado las sociedades sin Estado sin prejuicios. En las primeras teorizaciones sobre las sociedades primitivas, éstas eran representadas como sociedades incompletas, poco evolucionadas. Estos antropólogos han demostrado que esto no era así. Estas sociedades tienen su propia línea evolutiva distinta a la nuestra, conocen el Estado y prescindir de él es, en muchas ocasiones, una opción estratégica.

D.: Asimismo, defiendes que el anarquismo también se ha visto influenciado por la antropología.
B.R.: Indudablemente el anarquismo ha bebido de la antropología. Anarquistas clásicos como Kropotkin o Reclus estudiaron las formas de vida de otros pueblos, de sociedades sin Estado. Los anarquistas habían inventado una sociedad sin Estado, pero resulta que los etnólogos ya habían encontrado esas sociedades. Otra contribución, algo más reciente, es sobre la concepción del poder.
Especialmente en América Latina, importantes sectores del movimiento libertario están reformulando y utilizando el concepto de “poder popular”. En primer lugar, autores como Clastres nos enseñan que es posible una sociedad sin dominación, pero no sin poder. Como Foucault apuntó, el poder no solo constriñe, también produce. Me refiero al poder-hacer, en contraposición al poder-sobre.
Así, los anarquistas aspiran a que el poder resida en el pueblo (a través de estructuras horizontales como asambleas barriales, consejos obreros, etc.). En segundo lugar, aspirar al poder popular implica abandonar planteamientos sectarios que han predominado y aún predominan en algunos sectores del anarquismo. Se trata de implicarse en los movimientos sociales para promover ese tipo de estructuras y funcionamientos horizontales.

D.: La antropología surge con un claro enfoque etnocentrista ligado a intereses colonialistas e imperialistas. ¿Puede una perspectiva anarquista ayudar a dejar atrás esa perspectiva?
B.R.: Efectivamente, la antropología nace como ciencia para conocer a “los otros” con el objeto de dominarlos, aculturarlos. En la actualidad incluso el gobierno estadounidense recluta antropólogos para sus contiendas en Iraq y Afganistán, conscientes de que la invasión puramente militar es inviable. Sin embargo, desde los orígenes de la disciplina muchos antropólogos utilizaron sus conocimientos para realizar una crítica de su propia cultura. Hoy, por ejemplo, numerosos investigadores están explorando vías para descolonizar a la antropología, quitarle el lastre etnocéntrico, desarrollando antropologías del mundo, antropologías no hegemónicas. Se trata de pensar no sobre los territorios sino desde lo local.

D.: La manera en que desde la Modernidad se ha entendido la oposición naturaleza/cultura ha sido una de las bases del capitalismo en tanto éste se basa en la explotación de la primera como una necesidad cultural. ¿Hay en la “antropología anarquista” un enfoque diferente de la relación entre naturaleza y cultura?
B.R.: Bueno, eso que estamos llamando “antropología anarquista” engloba una gran diversidad de autores y escuelas. Por lo general, muchos antropólogos han cuestionado esa división naturaleza/cultura. Algunas corrientes, como la Ecología Social, parten de esa crítica. Existe, afirman, una estrecha relación entre la forma en que los humanos nos relacionamos con el medio ambiente, y la forma en que nos relacionamos con nosotros. Un proyecto político que aspire a la transformación social debe tener esto en cuenta.

D..: Desde la Modernidad se tiende a establecer el Estado como fundamento necesario para la existencia de la propia sociedad. ¿Qué aporta a este debate un enfoque anarquista de la antropología?
B.R.: He explicado que el impulso de muchos de los primeros antropólogos fue precisamente demostrar que sin Estado hay sociedad. Los manuales básicos de antropología muestran hoy que el Estado, aunque es predominante, es sólo uno de los modelos de organización sociopolítica. James C. Scott ha planteado recientemente, en The Art of Not Being Governed, que en la actualidad existe una zona montañosa en el sudeste asiático de la extensión de Europa en la que el Estado apenas tiene incidencia gracias a estrategias deliberadas de sus propios pueblos. No se trata sólo de que “otro mundo sea posible”, sino de que “otros mundos existen”.

D.: ¿Qué aporta un enfoque anarquista de la antropología a la lucha de los movimientos sociales?
B.R.: Este es quizá uno de los puntos clave de la antropología contemporánea. Por un lado, una “antropología anarquista” debe ofrecer herramientas teóricas y metodológicas para que los activistas generen colectivamente sus propios conocimientos (según los cuales desarrollar sus líneas estratégicas). No se trata ya de una vanguardia intelectual que dirija, instruya e ilumine a los militantes. Se trata de ofrecer esos conocimientos para los que han sido entrenados los antropólogos en la Academia para que los actores produzcan sus propias explicaciones (a través, por ejemplo, de la investigación- acción, o de técnicas como el DAFO o el forum comunitario).
Por otro lado, numerosos investigadores contemporáneos, en su mayoría jóvenes, están analizando esos nuevos movimientos sociales, especialmente el llamado movimiento “antiglobalización”. En todo esto hay quizá una carencia: el estudio de nuestros propios movimientos sociales tiene un límite. Llega un momento en que estudios adicionales no van a incrementar la eficacia, ni el apoyo social. Se echan en falta estudios de las instituciones de poder: como grandes corporaciones, espacios privados de élites dirigentes o instituciones del Estado. También se echan en falta análisis rigurosos sobre los mecanismos a través de los que los movimientos sociales son cooptados y neutralizados. Aunque existen limitaciones para la financiación de este tipo de estudios, creo que con el tiempo se solventará esta carencia.

Extraído de Kaos en la Red

El foro romano de Cástulo en Linares (Jaén) será excavado por voluntarios.

Más de doscientos voluntarios participarán en las excavaciones del yacimiento del foro romano de la ciudad de Castulo situada en Linares (Jaén) en un proyecto coordinado por el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica y que cuenta con un presupuesto de 350.000 euros.

El proyecto presentado hoy, está dirigido por el director del conjunto arqueológico de Cástulo, Marcelo Castro, y en él participarán entre 200 y 300 voluntarios.

Se trata de excavar y recuperar el centro monumental de la ciudad romana de Cástulo, partiendo de la hipótesis de que pudo ser construida en el siglo I y abandonada entre el siglo II o IV.

Asimismo se aplicarán nuevas metodologías a la excavación arqueológica, aunque lo principal según ha destacado durante la presentación el alcalde de Linares, Juan Fernández, es la participación social en las investigaciones.

Cástulo, además de ser uno de los yacimientos más expoliados y un "oppidum" (lugar elevado) de los más importantes de la Alta Andalucía, que fue la capital de la Oretania, tuvo gran importancia comercial, tanto en época ibera como romana, a lo que se unía el hecho del que hablan los escritos de que el Guadalquivir era navegable hasta allí y por ella pasaban varias vías romanas.

El yacimiento fue escenario de la Segunda Guerra Púnica, que enfrentó a cartagineses con romanos y en breve será puesto en valor para incluirlo en la Ruta del Viaje al Tiempo de los Iberos, que recorrerá los principales yacimientos ibéricos de la provincia finalizando en el Museo Internacional de Arte Ibero de Jaén, en construcción, y que se espera abra sus puertas en 2012.

Extraído de ADN

Los clavos de Cristo y otras burlas a la ciencia.

Intereses económicos alimentan la aparición de reliquias en Semana Santa.

Al llegar la Semana Santa, vuelven las procesiones, las películas religiosas en la televisión y las noticias sobre nuevas o viejas reliquias. El fenómeno de los amuletos sagrados, que hunde sus raíces en la biología más profunda del ser humano, fue incentivado por la Iglesia católica y ahora es aprovechado para hacer negocio.

Lo último han sido los clavos de Cristo. Con la cobertura de una revista reconocida como es Time, el documentalista canadiense de origen judío Simcha Jacobovici ha presentado hace unos días, en una rueda de prensa, un par de clavos viejos y oxidados. Las piezas han sido encontradas en la supuesta tumba de Caifás, el sacerdote que logró la condena de Jesús según la Biblia. En 1990 no fueron bien inventariadas por la Autoridad para las Antigüedades de Israel y se las quedó un profesor de la Universidad de Tel Aviv.

Ahora, en plena Semana Santa, Jacobovici las convierte en protagonistas de su documental Los clavos de la cruz. "No estamos diciendo que éstos sean los clavos. Decimos que pueden ser los clavos", declara el periodista a Time. Pero Jacobovici tiene mala prensa entre los científicos. Haciendo pareja con el director de Avatar, James Cameron, este canadiense ya realizó los documentales Éxodo, donde presentaba el relato bíblico sobre la salida de los judíos de Egipto como un hecho histórico, y La última tumba de Jesús, donde sostenía que una serie de osarios encontrados en la Tumba Talpiot podrían pertenecer a los de la familia de Jesucristo. Sin embargo, en ambas ocasiones, como ahora, la ciencia seria descalificó sus argumentos.

"Se trata de una burda maniobra para promocionar su documental", dice el divulgador científico y antiguo responsable de la Sociedad Para el Avance del Pensamiento Crítico, Javier Armentia. "Esto ocurre sistemáticamente cada año, con la cercanía de la Semana Santa", añade. Y, en efecto, los otros dos documentales fueron estrenados días antes de la Pascua. La historia se cae desde el principio: Caifás aparece en la Biblia pero su papel en la suerte de Jesús no se recoge en ningún documento histórico, ya sea romano o judío.

La superchería vende.

De nada sirve que la ciencia vaya desmontando uno a uno los montajes de las reliquias. Como muestra el caso de este documental, la superchería religiosa vende, aunque sea por razones biológicas. Incluso cuando es la propia Iglesia la que deroga el culto, como hizo con el dado al Santo Prepucio, del que había ejemplares en varias iglesias europeas como la de Santiago, los fieles siguen venerándolo un siglo después.

Por esta razón, para Armentia, lo que sí hace bien Jacobovici es explotar la atracción por las reliquias. "Todos coleccionamos cosas, en eso somos primates", opina. Como hacían nuestros ancestros y hacen los grandes simios hoy, los humanos da un valor simbólico a objetos a los que dotan de poder. En su momento, "la Iglesia católica, para evitar la proliferación de iglesias, solo permitía erigir una nueva allí donde hubiera una reliquia", recuerda Armentia. Pero esto provocó un mercadeo de amuletos que sigue hasta hoy.

Extraído de Público

Nuevo estudio sobre Atapuerca. Los humanos, diestros desde hace medio millón de años.

Una nueva investigación, dirigida por el profesor norteamericano David Frayer, de la Universidad de Kansas, ha confirmado que los seres humanos han sido preferentemente diestros al menos desde hace medio millón de años, una característica que se relaciona con el lenguaje.

El trabajo, en el que también participan los investigadores de Atapuerca, especialmente Marina Lozano, junto con colegas croatas e italianos, ha seguido los pasos de la investigación publicada 1988, en la revista 'Journal of Human Evolution', por el codirector del equipo español José María Bermúdez de Castro, Timothy G. Bromagea y Yolanda Fernández Jalvo, en la que por primera vez se mencionó este rasgo humano.
Ahora, nuevos materiales encontrados en la Sima de los Huesos y en otros yacimientos europeos confirman sus resultados.

En la nueva investigación, también se han analizado las marcas que hay en la parte frontal de los dientes de ancestros de nuestra especie y que se relacionan con el uso de la mano derecha. "No se trata de marcas hechas al comer, sino que vimos que eran más gruesas y siempre con la misma dirección. Los microscopios electrónicos revelaron que fueron hechas con piedras afiladas. Concluímos que los homínidos cogían la carne con la boca y la cortaban con lascas al ras de los dientes, como hacen los esquimales con los cuchillos", explica Bermúdez de Castro a Elmundo.es

Enseguida les llamó la atención que todas las marcas estaban hechas en paralelo y en la misma dirección, siguiendo un patrón que se corresponde con el uso de la mano derecha para coger la herramienta de piedra. Además, como ahora resalta Frayer, se observa que eran señales producidas a lo largo de toda la vida, y no en un episodio puntual de corte.

Sima de los Huesos.

El artículo publicado este mes en la revista 'Laterality' concretan que el porcentaje de individuos en la Sima de los Huesos (donde se han encontrado 'Homo heidelbergensis') y en otros yacimientos de neandertales es del 93,1% de diestros.

Frayer destaca que este rasgo tiene implicaciones para comprender la capacidad lingüística de las poblaciones humanas primitivas, dado que el lenguaje se localiza en el hemisferio izquierdo del cerebro, que controla también la parte derecha del cuerpo, por lo que hay una conexión entre ser diestro y el lenguaje.

"La correlacióngeneral entre el uso de la manos y la lateralidad del cerebro muestra que los cerebros humanos fueron lateralizados en una forma 'moderna' hace al menos medio millón de años y que ese patrón no ha cambiado desde entonces", señala el investigador norteamericano. "No hay razón para pensar que este patrón no se extiende más allá en el pasado y que el lenguaje tiene raíces muy antiguas", concluye.
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Extraído de El Mundo

Nuevo descubrimiento arqueológico en Barcelona, en el barrio del Raval.

Encuentran restos de un enterramiento prehistórico en la plaza de la Gardunya.


La plaza de la Gardunya en el Raval ha sido el escenario de un nuevo descubrimiento arqueológico. A más de tres metros de profundidad, el Museu d’Història de Barcelona (MUHBA) ha informado de que han encontrado restos de un entierro prehistórico, perteneciente a una mujer adulta que fue inhumada según los rituales propios del neolítico, en posición fetal y acompañada de una urna o una vaso de ofrenda.

“El esqueleto conserva sus ornamentos personales líticos y de hueso, consistentes en un brazalete de cuentas de variscita, un collar de pequeñas cuentas de esteatita y con un colgante correspondiente a un colmillo de jabalí”, según el MUHBA.

En la zona se están llevando a cabo trabajos arqueológicos motivados por la ampliación del parking existente y la nueva urbanización de la plaza. “El encuentro confirma la riqueza de la prehistoria del sector del Raval, y en concreto del momento neolítico antiguo de hace unos 6.000 años, y que ha dado muestras suficientemente importantes desde la zona más cercana a Sant Pau del Camp hasta esta última localización más cercana a la zona de la Rambla”, explica el MUHBA.

La urbanización de la zona está gestionada por Foment de Ciutat Vella mientras que los trabajos arqueológicos se están realizando a partir de un proyecto de intervención arqueológica desde el Servicio de Arqueología del MUHBA, que cuenta con la autorización de la Direcció General del Patrimoni Cultural de la Generalitat de Catalunya.

Extraído de la Vanguardia

Lewis Binford, cofundador de la nueva arqueología.

El obituario de un arqueólogo no es siempre tan entretenido desde el punto de vista de la aventura como los de Howard Carter, Arthur Evans o Leonard Woolley. No todos los arqueólogos, han tenido vidas tan excitantes (en lo público al menos), realizando hallazgos tan sensacionales como esos tres excepcionales personajes, descubridores respectivamente de la tumba de Tutankamón, el palacio de Cnossos y los sepulcros reales sumerios de Ur. Lo que no significa que otros no hayan sido tan importantes o más que esos nombres para la ciencia arqueológica. Es el caso del estadounidense Lewis Binford (Norfolk, Virginia, 1930), fallecido el día 11, en cuya trayectoria no encontramos hallazgos sensacionales sobre el terreno, pero cuyo trabajo teórico ha sido fundamental en el avance de la arqueología moderna.
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Binford, al que Scientific American ha considerado el arqueólogo más influyente de su generación, fue uno de los fundadores en la década de los sesenta de la New Archaeology anglosajona, la nueva arqueología, un movimiento que trató de romper con las tradiciones a su juicio obsoletas de la disciplina y equipararla con las otras ciencias dotándola de una nueva panoplia de herramientas teóricas.
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Es difícil entrar en profundidad en los conceptos de la nueva arqueología, que ha sido acusada de hermetismo incluso por colegas de profesión. Básicamente fue una reacción contra la arqueología europea clásica a la que acusaban de demasiado empírica -en exceso ligada a la cronología estratigráfica-, indisciplinada y falta de sistema científico y cuerpo teórico. Limitada a clasificar y describir, obsesionada con los hallazgos y los yacimientos estrella, según los críticos, la arqueología tradicional había renunciado a crear un método científico de altos vuelos.
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Claves en la nueva arqueología son ideas como el evolucionismo cultural -en oposición al difusionismo de las innovaciones o cambios-, el materialismo determinista (los aspectos materiales son determinantes para la estructuración de las prácticas sociales), o la traducibilidad, la extrapolación del comportamiento de los pueblos primitivos actuales a las sociedades del pasado. Binford utilizó su profunda experiencia en el campo de la antropología -que para él tenía que enriquecer a la arqueología- y aplicó al estudio de las sociedades prehistóricas sus conocimientos adquiridos en el trabajo de campo etnográfico con los esquimales nunantiut de Alaska, bosquimanos del Kalahari o aborígenes australianos (etnoarqueología).
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Hombre de carácter, a Binford sus detractores le han afeado pecar de dogmatismo y hasta de practicar el juego sucio en la interpretación del musteriense (!), que ya es acusación.
Binford, pese a su gran dimensión como teórico, tiene una biografía notable, de las que nos gustan, vamos: de joven trabajaba como albañil -decía que eso le había ido muy bien luego para hacer de arqueólogo- hasta que fue reclutado durante la II Guerra Mundial. Se reveló un hacha para los idiomas así que, tras aprender japonés, lo enviaron al cuartel general de MacArthur para interrogar prisioneros. Le encargaron la tarea de comunicar a los habitantes de la conquistada Okinawa que sus familiares habían caído en manos de los estadounidenses y estaban vivos, así que se hizo muy popular. Allí colaboró con los historiadores en la documentación de las antiguas tumbas que aparecían: su primer contacto con la arqueología. Luego ingresó en la universidad e inició su sonada carrera académica, jalonada por enfrentamientos con defensores de la vieja arqueología.
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Aparte de sus muchos premios científicos, Binford fue especialmente homenajeado el año pasado por la Unión Internacional de Astronomía, que dio su nombre a un asteroide.
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Extraído de El País

Recortes de Oriente Medio.

Un zorro rojo en el cementerio más antiguo del mundo.

Antropólogos de las universidades de Toronto (Canadá) y Cambridge (Reino Unido) han confirmado recientemente que el cementerio hallado hace unos años en ‘Uyun al-Hammam, en el norte de Jordania, es el más antiguo descubierto hasta ahora en Oriente Medio y, posiblemente, en todo el mundo. Se estima que las tumbas de esta necrópolis tienen 16.500 años de antigüedad.
En el yacimiento se han encontrado restos de hasta once individuos (más que en el total de otras necrópolis similares halladas en la zona) y, junto a ellos, enterrados también conscientemente, los huesos de un zorro rojo, lo que ha hecho pensar a los expertos que este animal podría haber sido mantenido como animal doméstico antes incluso que los perros.
Los cementerios más antiguos hallados hasta ahora en la región pertenecen a la cultura natufiense y tienen entre 15.000 y 12.000 años de antigüedad. En varios de ellos han aparecido restos de perros enterrados junto a los cuerpos humanos, incluyendo el caso de una mujer que tenía su mano sobre un cachorro.
La mayoría de los cuerpos descubiertos en el yacimiento de ‘Uyun al-Hammam fueron enterrados junto a lo que se conoce como bienes funerarios (herramientas de piedra, cucharas de hueso…). Pero una de las tumbas contenía, además, el cráneo (decorado con un mineral ocre) y el hueso superior de la pata derecha de un zorro rojo, y en otra se encontró un esqueleto de zorro al que sólo le faltaba, precisamente, el cráneo y el hueso superior de la pata derecha. La conclusión es que se trata del mismo animal, que fue trasladado en parte de una tumba a otra en tiempos prehistóricos.
Para Lisa Maher, profesora asistente de antropología en la Universidad de Toronto y directora, junto con el profesor Edward Banning, de las excavaciones, todo apunta a que se trata de un caso en el que se dio muerte al zorro para enterrarlo junto a su dueño: “Posteriormente, la tumba fue abierta por alguna razón, el cuerpo del hombre se trasladó y, debido a que los lazos existentes entre el hombre y el animal eran importantes, el zorro se trasladó también con él”.
Según diversos investigadores, ésta podría ser una prueba de que, en un principio, el hombre primitivo habría tratado a los zorros de un modo semejante a los perros. Varios estudios sugieren, sin embargo, que la naturaleza más esquiva e  independiente de los zorros acabó inclinando la balanza a favor de los perros. Como mucho, los zorros pudieron ser domados, pero no domesticados.
En cualquier caso, Banning advierte que la hipótesis de que los zorros compartían la vida cotidiana de los seres humanos en esta región es sólo una entre varias. En las tumbas se han encontrado también restos de otros animales salvajes, como gacelas, y el profesor recuerda que muchas culturas antiguas mantenían una relación especial con los animales que cazaban, lo que podría ser la causa de que sus restos se enterrasen junto a los de los seres humanos. Banning advierte asimismo contra el riesgo de interpretar el pasado en base a conceptos culturales más modernos, como la importancia de la relación entre humanos y perros.
Los detalles de la investigación, más fotografías y los comentarios de los antropólogos responsables se encuentran en el trabajo A Unique Human-Fox Burial from a Pre-Natufian Cemetery in the Levant (Jordan), publicado en la revista científica PLoS One.

Asegura haber encontrado los "clavos" de Jesús.


El veterano investigador Simcha Jacobovici asegura en su último documental el hallazgo de los clavos con que Jesús fue crucificado hace más de dos mil años atrás, según el documental llamado "Los Clavos de la Cruz".

La película sigue tres años de investigación durante los que el director presenta sus argumentaciones: algunas basadas en datos empíricos, otras necesitadas de mucha imaginación y un salto de fe.

El investigador afirma que el descubrimiento es histórico, pero la mayoría de expertos contactados por la agencia Reuters lo desestimaron por inverosímil, y algunos lo calificaron de ardid publicitario.

El documental afirma que los clavos fueron descubiertos en una tumba de 2.000 años de antigüedad en Jerusalén, pero que luego desaparecieron misteriosamente durante 20 años, para acabar apareciendo por casualidad en un laboratorio de Tel Aviv.

Extraído de Publimetro

Inician expediente para declarar bien de interés cultural a Regina.

Esta declaración será en la categoría de Zona Arqueológica, para el reconocimiento y la protección de este elemento del patrimonio cultural extremeño.
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La Consejería de Cultura y Turismo ha iniciado el expediente para declarar la ciudad romana de Regina, en Casas de Reina y Reina, en la provincia de Badajoz, bien de interés cultural.
Esta declaración será en la categoría de Zona Arqueológica, para el reconocimiento y la protección de este elemento del patrimonio cultural extremeño, según ha informado la Junta de Extremadura.
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La ciudad de Regina, que se ubica a 1,5 kilómetros de Casas de Reina, ha sido citada desde antiguo por diferentes eruditos y autores clásicos y vivió su época de apogeo durante le periodo Flavio, en el siglo I después de Cristo, coincidiendo con la adquisición del estatuto municipal.
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Ha sido objeto de excavaciones arqueológicas desde los años cincuenta del pasado siglo hasta la actualidad.
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A lo largo de la historia de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el lugar se han ido conociendo paulatinamente aspectos referidos a su espacio urbano y los elementos estructurales que lo componen.
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Actualmente, y a efectos didácticos, se agrupan en tres sectores: el área central de la ciudad, el entramado urbano de sus cloacas y el teatro.
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En el área central se encontraron vestigios de un edificio doméstico, y además, los hallazgos producidos en verano de 2007 definieron el carácter basilical de otro edificio, de carácter principal.
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Otro edificio con especial relevancia dentro del conjunto de Regina es el templo dedicado a la Pietas.
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Para un mejor estudio del área de saneamiento de la ciudad, se ha realizado una división de varios tramos de la cloaca principal, en el decumanus maximus, a la que vierte el resto de las vías.
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El sistema de esta red sanitaria se construía con antelación a la realización del entramado urbano, teniendo en cuenta las características del terreno para llevar a cabo un mejor desagüe.
Desde los años setenta hasta comienzos de la década de los noventa del pasado siglo, uno de los principales focos de actuación arqueológica fue el teatro, el edificio más emblemático de la ciudad.
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Extraído de HOY

Fragmento seleccionado de la película "Instinto" de Anthony Hopkins.

Descubren nuevos fósiles de animales marinos en el desierto egipcio.

Los esqueletos han sido localizados en el desierto que rodea el oasis de Siwa, en el noroeste de Egipto.


Esqueletos fosilizados de ballenas, tortugas y serpientes marinas, así como colmillos de tiburones gigantes que vivieron hace millones de años han sido descubiertos en 150 zonas situadas en el desierto que rodea el oasis de Siwa, en el noroeste de Egipto.

Según ha informado hoy el diario oficial Al Ahram, un equipo del Ministerio del Medio Ambiente egipcio asegura que entre los fósiles de ballenas al menos uno tiene más de 37 millones de años. En ese mismo desierto, los científicos hallaron una zona que al parecer fue habitada por los antecesores de los elefantes, lo que el ministro de Medio Ambiente, Maged George, calificó de importante descubrimiento.

Algunos tipos de ballenas desenterradas en Siwa son similares a las que se encuentran en el famoso «valle de las Ballenas» en el oasis de Fayum, a 200 kilómetros al suroeste deEl Cairo. En la depresión de Wadi Rayan (provincia de Al Fayum) se encuentra uno de los conjuntos más ricos del mundo en fósiles marinos.

Extraído de ABC

El origen de Madrid.

El pasado mes de febrero el diario El País publicó un reportaje que dio bastante que hablar, con sus sorprendentes titulares sensacionalistas, La historia de Madrid da un vuelco, “El nuevo pasado de Madrid”, y en esta línea.

La noticia principal era que las excavaciones arqueológicas acometidas durante las obras para la construcción del Museo de Colecciones Reales revelaban que Madrid nació en la época cristiana, en el siglo XII, y no en la musulmana, en el siglo IX, como hasta ahora había sido admitido por todos, debido al hallazgo de unas casas datadas en dicha época cristiana.

Todo ello según declaraciones de la arqueóloga directora de las excavaciones, Esther Andréu. Según ella, la estancia de los árabes -que duró al menos dos siglos- consistió en un asentamiento únicamente militar, no civil.

Cuesta trabajo creer que durante un periodo tan largo de tiempo, y considerando los datos conocidos, notables aunque escasos, la población musulmana establecida en Madrid fuera una mera guarnición militar, sin viviendas, familias, sin actividades agrarias, artesanales, incluso científicas. Una población que debía contar con su mezquita, sus baños, sus comercios…

Estas afirmaciones, como mínimo precipitadas, desmontaban un montón de investigaciones llevadas a cabo por prestigiosos historiadores, y sus conclusiones. Y sorprendió a todos los aficionados al estudio de nuestra historia.

Hay que decir que no quedaba la duda de que la explicación de la arqueóloga fuera una interpretación de la periodista, pues ella misma lo cuenta todo en un video en la versión digital del periódico.

Por otra parte, el reportaje incluía la noticia del hallazgo de un esqueleto, “único vestigio visigodo hallado en la ciudad”,  según la misma arqueóloga, perteneciente a un hombre de unos 25 años que vivió en torno al siglo VIII, antes de la llegada de los musulmanes.

Era un reportaje muy importante y muy raro. Echaba por tierra algunos aspectos aceptados y puestos de manifiesto por los historiadores, relativos a la vida en Madrid durante la época árabe e incluso anterior, sin embargo desvelaba el descubrimiento de restos arqueológicos muy antiguos, el joven visigodo del siglo VIII, así como restos de cerámica del siglo I a. de C.

Realmente, en mi opinión, la noticia más destacable era el hallazgo del esqueleto visigodo, no tanto el hecho de que se hubieran encontrado restos de calles y casas habitadas en el siglo XII, aunque de gran valor -y que esperamos ver algún día-, ya se sabía, pues la misma autora lo había publicado en 2001, hace diez años. Además no comprendo porqué esas casas habían pasado a ser sin lugar a dudas las primeras de la historia urbana de Madrid, excluían cualquier vida organizada anterior y eliminaban de un plumazo la existencia de la medina árabe.

Esperaba con interés, incluso un cierto anhelo, leer otras opiniones sobre este tema tan serio, de otros arqueólogos, y sobre todo de los historiadores e investigadores de Madrid más reconocidos.

La sorpresa ha sido leer un artículo en la revista La Ilustración de Madrid, en su último número recién publicado (nº 19), titulado “Tumba visigoda entre la plaza de la Armería y la Catedral”, firmado por Verónica Paños Cubillo, Arqueóloga, y Esther Andréu, Arqueóloga directora. Sí, en efecto, la misma protagonista del reportaje de El País y directora de las excavaciones.

Y aún mayor sorpresa, casi asombro, leer el inicio del escrito. Dicen sus autoras:

“Como consecuencia de las intervenciones arqueológicas, se puede afirmar que el origen de Madrid –como primitiva entidad urbana- se remonta al siglo IX con la llegada de contingentes militares islámicos, … Sin embargo a los arqueólogos e historiadores conscientes de la existencia de los hábitat romanos y visigodos dispersos por el territorio madrileño, nos asalta la duda razonable sobre si existió un poblamiento anterior a la llegada del Islam en el denominado núcleo primigenio o almendra central de Madrid.

Las excavaciones arqueológicas acometidas en la zona que actualmente ocupan el Palacio Real y la Catedral de la Almudena, entre los años 1999-2000 y 2007-2010, con motivos de la construcción del Museo para las Colecciones Reales y que ha dirigido Esther Andréu, permiten arrojar algo de luz sobre dicha controversia gracias al hallazgo de una inhumación aislada de cronología visigoda.”

… no consideramos descabellada la hipótesis de la existencia de un pequeño asentamiento visigodo en el casco urbano de la villa que, aunque de poca relevancia, sí pudo tener cierta entidad, más como villorrio-poblado que como centro urbano”.

Teniendo en cuenta que los posibles lectores de la revista madrileña La Ilustración de Madrid debemos ser muchos menos que los lectores del diario El País, creo que la arqueóloga directora de las excavaciones podría comunicar al diario sus nuevas reflexiones, y que este las difundiera, para evitar que un público mayoritario pensemos, sin plantearnos ninguna duda, que Madrid nació en el siglo XII con los cristianos y no en el IX con la llegada de los musulmanes, o incluso antes, en época visigoda, aunque se tratara de un sencillo villorrio-poblado y por supuesto aún no de un gran centro urbano.

Estamos hablando del origen de Madrid, un tema muy serio. El tiempo y los especialistas nos dirán.

Extraído de Arte de Madrid

Se pueden hallar en Atapuerca homínidos incluso anteriores al primer europeo.

El paleontólogo José María Bermúdez, codirector de las excavaciones en la Sierra burgalesa de Atapuerca, ha defendido hoy que es probable que en esta zona puedan hallarse homínidos incluso anteriores a los del Homo Anteccesor encontrado en este lugar, de 1,2 millones de años, considerado el más viejo de Europa.

Bermúdez, que dará esta noche una conferencia en León con motivo de un ciclo sobre ciencia, se ha referido, en declaraciones a EFE, al yacimiento de la Sima del Elefante de esta sierra, donde se ha hallado el homínido más antiguo de Europa y donde la excavación no ha hecho más que empezar; "aquí hay labor para los próximos 50 ó 60 años", ha dicho.

En el nivel 9, fue donde apareció este primer Europeo, un lugar donde podrían hallarse otros restos que nos ayudarán a conocer más datos sobre este homínido, lugar donde se descarta prácticamente que aparezcan más individuos.

Sin embargo, en este mismo yacimiento, en la Sima del Elefante, hay otros dos niveles sin excavar, donde se sabe que hay fósiles, pero donde no se ha comenzado a investigar, según el científico, que ha apuntado que aquí sí que podrían hallarse restos humanos incluso anteriores a los de este primer homínido.

Atapuerca puede seguir siendo una caja de sorpresas, como ya se ha demostrado y donde lo encontrado hasta ahora solo es la punta del iceberg.

"Se están explorando cavidades, muchas de las cuales seguro que tienen yacimientos, que son inagotables", ha advertido.

Así por ejemplo en el de la Gran Dolina, se han encontrado hasta once individuos y, cuando se complete la excavación, "será impresionante la cantidad de humanos de casi un millón de años los que podrán aparecer".

El científico se ha referido al nivel 10 de este yacimiento, donde en principio se proyectaba excavar durante seis o siete años, pero donde hay labor para rato.

Aquí, se han hallado miles de piezas y ha habido que interrumpir incluso la excavación para datar y estudiar lo encontrado.

Bermúdez es director del Centro Nacional de la Evolución Humana con sede en Burgos.

Tiene una idea "bastante clara" de dónde y de cuando venimos, es decir, compartimos un antecesor común con los chimpancés y nuestro origen se remonta a los 6 ó 6,5 millones de años.

No lo tiene tan claro con adónde vamos, incluso no es optimista con el futuro de la especie humana, una más del planeta, que "está llamada a desaparecer".

Aunque se podría decir que dependemos de la propia naturaleza, el científico cree que nosotros podemos adelantar nuestro fin, porque "somos muy inteligentes, pero no tanto", nos podemos equivocar con la tecnología, hay desigualdades, guerras, injusticias, el mundo está muy agitado y "tal como está el patio, a ver si vemos nosotros o nuestros nietos el próximo siglo".

Extraído de Qué.es

¿El primer homosexual prehistórico?

En la República Checa encontraron el cuerpo de un hombre -que se remonta al 2.900 ó 2.500 antes de Cristo- en una forma normalmente reservada a las mujeres de la cultura de la cerámica, que vivieron durante la etapa de la Edad del Cobre.

El esqueleto fue hallado en un suburbio de Praga, en la República Checa, con la cabeza apuntando hacia el este y rodeado de utensilios domésticos, un ritual que anteriormente sólo se había descubierto en tumbas femeninas.

"Por la historia y la antropología sabemos que las personas de este período se tomaban los rituales funerarios muy en serio por lo que es muy probable que no se trate de un error el hecho de encontrarle en esa posición" ha dicho la coordinadora del equipo de arqueólogos que ha realizado el descubrimiento, Kamila Remisova Venisova, en declaraciones recogidas por el diario británico "The Telegraph".

"Lo más probable es que se tratara de un hombre con una orientación sexual diferente, un homosexual o un transexual", añadió.

De acuerdo con la cultura de la cerámica, que comenzó en la tardía Edad de Piedra y culminó en la Edad de Bronce, los hombres eran tradicionalmente enterrados hacia el lado derecho, con sus cabezas apuntando hacia el oeste, y las mujeres hacia su lado izquierdo con sus cabezas apuntando hacia el este. Ambos sexos colocados en posición de cuclillas.

Extraído de Minuto a minuto

París rinde homenaje al arte vudú.

La Fundación Cartier expone por primera vez la colección Kerchache.

Vudú. Las dos sílabas suelen provocar pánico o fascinación en el hombre occidental. Hasta el propio poder militar colonial francés, a finales del siglo XIX y principios del XX, se interesó por la geomancia practicada por los rebeldes de Dahomey en tanto que temible arma esotérica de guerra. El estigma ahí quedó. Para salir de ese estigma, y para subrayar el valor estético de toda una cultura, la Fundación Cartier expone a partir de hoy en París, por primera vez, una colección de unas 70 esculturas vudú. Sin pretextos etnológicos o coloniales. Sólo por su valor artístico.

"Para las artes primitivas, y sobre todo para el vudú, existe Jacques Kerchache, y sólo existe él", escribió Malraux para referirse precisamente a su colección de bocios (esculturas rituales) de la etnia Fon y de la etnia Nagó (cercana a los Yoruba) de Benin, que se expone en la sede de la Fundación Cartier. La gran institución acoge al visitante en la planta baja con un primer círculo de bocios guardianes de las casas, simples esculturas de madera, de formas humanas o semihumanas.

A la luz del día, en el edificio semitransparente de la fundación ideado por Jean Nouvel, esos bocios guardianes cobran la forma de una amable aldea, que acoge con sonrisas al visitante parisino. Los bocios, que muchos aldeanos fon colocan delante de sus puertas, tienen por supuesto una función ritual: esas deidades atraen todo maleficio o mala intención que pudiera pasar por su puerta, y los engullen; sólo dejarán pasar las vibraciones positivas, y las transmitirán en el círculo de vida aldeano.

Pero en esas figuras simples, hechas de madera, barro, saliva, sangre, pellejos y vísceras, se esconde otra realidad más elocuente para el sofisticado occidental. La cultura vuduizante como la llama el artista haitiano Patrick Vilaire "responde a las preocupaciones que todos los seres humanos siguen teniendo, pese a los progresos extraordinarios de la ciencia. ¿Quiénes somos? ¿Dónde estamos? ¿De dónde venimos?", explica el teórico Gabin Djimassé. El pueblo Fon llama vudú (palabra que se puede traducir por deidad) a "esa idea ampliamente compartida de la presencia de una fuerza por encima de todo, intangible, de la que depende todo lo que existe, y que se transmite por un aliento del que nosotros no somos más que una de las resultantes", añade Djimassé.

El arte del shock.

Pasada la planta baja, expuesta al sol, hay que bajar al sótano sin ventanas para ver el plato fuerte, la sala oscura concebida por el escenógrafo Enzo Mari. Tenues iluminaciones en medio de la habitación enteramente negra alumbran pequeños bocios rituales. Sus mil cordeles que pueden representar las guerras de la trata negrera en la Costa de los Esclavos. Sus restos de mandíbulas humanas o animales. Las pieles de reptil. Los cauris, a la vez vida y moneda. Hasta llegar al formidable Carruaje de la muerte, una escultura que muestra paralelismos entre la mitología de la Grecia clásica y la mitología Fon, probablemente unidas según ciertos expertos vía Egipto.

"Ante el arte africano, cuanto más sea usted agredido y desconcertado, más tendrá que estar atento; no tenga miedo a la conmoción, al shock", escribió Jacques Kerchache, recordando que en esta escultura, sustituta de la escritura en las civilizaciones de tradición oral, la antigüedad de las obras carece de importancia.

Tras ser ninguneado por varios presidentes y ministros franceses, el aventurero Kerchache se plantó un día de 1990 ante Jacques Chirac, mientras este se bronceaba en Isla Mauricio. "Esa foto en la que se le ve a usted con un libro de arte africano en su despacho ¿es una puesta en escena o de verdad le interesa? Me presento: Soy Jacques Kerchache". Chirac se quitó las gafas de sol: "¡Hombre, Kerchache! ¡Qué gustazo!". Cinco años después, Chirac era presidente, seguía apasionado por las artes primigenias y ya era un iniciado. Kerchache lo convenció para meter mil millones de euros en el Museo del Quai Branly y en sus obras. El arte de otros mundos ya era arte en pie de igualdad.

Extraído de Público

El Gran Encubrimiento del Smithsonian.

El Smithsonian se fundó en 1836 por el legado de un tal James Smithson, un científico rico Inglés, que dejó una principesca suma de 500.000 dólares “a los Estados Unidos de América, para fundar en Washington, bajo el nombre de la Institución Smithsonian, un establecimiento de aumento y difusión del conocimiento entre los hombres.” Aunque la institución inicialmente cumplió el mandato de Smithson, después de algunas décadas de crecimiento y buena gestión, arrastrada burocracia se asentó ahí, y los elevados objetivos del museo comenzaron a superar su capacidad para manejar adecuadamente sus activos. Por otra parte, la decisión de un hombre, el Smithsonian ejecutivo John Wesley Powell, puso en marcha una serie de acontecimientos que condujeron a una catástrofe histórica y arqueológica de una magnitud tan grande que es difícil de comprender plenamente.

Powell había vivido entre los indios americanos, y se había hecho sensible a su situación. Como resultado, cuando llegó el momento para que el museo organizara su estrategia para el análisis sistemático y catalogación de toda la información que se encontraba en el Nuevo Mundo, se tomó la decisión de adoptar un enfoque aislacionista, en lugar de un enfoque difusionista cultural . El enfoque aislacionista postulaba que los étnicamente nativos americanos asiáticos que conoció Colón y los peregrinos fueron los mismos pueblos que habían poblado el continente desde el comienzo de la historia humana, y que no ha habido otro tipo de contacto entre ellos y otros pueblos no asiáticos, y punto. Sin embargo, aunque parece que los asiáticos habían dominado las Américas por miles de años, las nuevas evidencias, que habían sido suprimidas, parecen demostrar que efectivamente se había producido la interacción con otras culturas que habían emigrado al Nuevo Mundo en tiempos prehistóricos. Este enfoque, la “difusionista cultural”, es el nuevo paradigma en los estudios de antiguos históricos, y ayuda a explicar la existencia de esqueletos gigantes, rubios y pelirrojos en todo el continente americano.

Como resultado de la decisión de Powell de rechazar cualquiera y todas las pruebas que puedan contradecir su teoría prefabricada que la temprana América no había sido visitada por ningún Europeo, Africano, Medio Oriente, o cualquier otro no-asiático, o no pueblo no indígena, cantidades voluminosas de irremplazables datos históricos se han perdido, mal categorizado, o “fuera de lugar”. Como Hamilton explica, “Armado con una auto-doctrina creada e impulsada por una amplia financiación, y después con un poco de ayuda de la puerta de las catacumbas inaccesibles del Smithsonian, los años que siguieron vieron a Powell y a su subordinado cercano éxito, la destrucción de las últimas nociones de la legendaria, misteriosa y antigua clase de personas constructoras de montículos, y para el caso, cualquier persona que no encajaran en el molde de su teoría. ¿Powell intencionalmente dio por alto algunas arqueologías con el fin de centrarse en su propio programa especial? “

Esta mala decisión condujo a un saqueo al por mayor de los montículos, cuevas, y cualquier otra cosa que Powell y sus compinches podrían tener en sus manos. Y en el proceso, todo lo que si encajaba en su estrecha paradigma de la historia americana se mantuvo, mientras que todo lo que no lo hizo, conoció un final ignominioso. Tanta devastación fue causada por la mala decisión de este hombre y la mala administración concomitante, sobrecargando el almacén del Smithsonian con una cantidad increíblemente grande de artefactos mal categorizados, que aún hoy en día el Smithsonian sigue en el proceso de catalogación de todo. Peor aún, como resultado de esta decisión, nuestra comprensión de la historia antigua de America en general ha sido lamentablemente inadecuada. Powell y compañía probablemente no deliberadamente destruyeron los datos, aunque algunas de las preciosas pruebas del pasado gigantesco de América pueden haber sido perdidas o destruidas en tránsito. El verdadero problema radica en el hecho de que estas cajas de innumerable preciosa verdad se pierden en la enorme, casi legendaria “Galería Smithsonian”, custodiada por dos guardias de seguridad, y por la seguridad de la oscuridad. Y como la multiplicidad de sistemas de archivo en uso en el Smithsonian, se pueden describir mejor como bizantina, es probable que se quedaran allí durante algún tiempo. Como explica Cooke.

Se rumora que por debajo de el Vaticano se encuentran varios niveles de secretos, inexpugnable bóvedas secretas que componen el legendario Archivo Vaticano. Se supone que contiene el saqueo de los milenios y los secretos de las edades, su contenido ha llenado la imaginación de incontables generaciones. Tal vez no sean de igual calidad, pero los archivos del Smithsonian Institution sin duda rivalizan en cantidad. Y en esos archivos, abiertos sólo a los funcionarios públicos, se encuentran los huesos de miles de cadáveres desenterrados, descritos y almacenados sin un estudio, algunos hasta muchos más de un siglo y medio. Decenas, si no cientos, de estos esqueletos se consideran gigantes y, sin embargo, que se encuentran en deterioro, y los antropólogos no les encontraron en menor interés. Por no querer partir el modelo de la prehistoria de América tan perfectamente definida religiosamente, los investigadores los ignoran ahora y no hay señales de que esto vaya a cambiar. Escondido en la oscuridad, el almacenamiento inaccesible es un triste ejemplo de la dominación científica sobre la comprensión social y la historia cultural. No se encuentran en los libros de historia, en las referencias de la ciencia, o el aula de las escuelas, las pruebas innegables de que una raza de gigantes tenían una presencia prominente en el continente de América del Norte. También se oculta a la comprensión del público el hecho de que los gigantes se encontraron entre los nativos que cayeron antes de la cruzada de la erradicación de la colonia. Sólo la conciencia cultural de la suerte de los historiadores aficionados, al escribir sobre los acontecimientos importantes de sus comunidades individuales, conservan evidencias de fácil acceso a los gigantes de nuestro pasado de América del Norte. Aunque hay mucha evidencia en el registro por escrito de la Institución Smithsonian, es un sistema abrumador y desorganizado, típico de un proyecto de la masa de internación rápida y equivocada… Toda la evidencia, que no mostraba ningún ajuste a la cultura de la Edad de Piedra fue mejor eliminado que investigado, cualquier indicio de algo que podría justificar un estudio serio, fue silenciosamente distanciado y almacenado en la oscuridad.

Aunque la mayoría de las antiguas tumbas de los gigantes han sido saqueadas y efectivamente perdidas, muchos de los datos históricos todavía existen con respecto a la existencia de gigantes, debido a los numerosos testimonios escritos dejados por nuestros antepasados pioneros. Estas historias pintan un cuadro de la antigua América de una manera muy diferente a la contada en los libros de historia estándar. En primer lugar, sin embargo, nos dejan ir en más detalle sobre las características específicas de los gigantes como evidencia en los hallazgos de América del Norte, combinados con referencias paralelas a los gigantes del antiguo Cercano Oriente y las regiones relacionadas, y luego toma una mirada más cercana a la teoría de que hubo una civilización marítima en el Atlántico que poblaba ambos lados del Atlántico, como la legendaria Atlántida.

Extraído de Diario Banafrit