Las 16 ciudades más importantes en la Historia de la humanidad

Las ciudades, unos centros de innovación, comercio, cultura y poder imgur.com Desde los albores de la civilización, las ciudades han sido ce...

Pompeya se hace añicos.

No ha pasado un año del derrumbe de la Casa de los Gladiadores de Pompeya y la historia de esta ciudad romana sepultada por las cenizas del Vesubio en el año 79 d.C. se vuelve a repetir. Han bastado las primeras lluvias torrenciales del otoño. El viernes de la semana pasada, parte de un muro de la zona norte en las inmediaciones de la Porta di Nola se precipitó, dejando tres metros cúbicos de escombros Patrimonio de la Humanidad. El martes, cuando aún resonaban los clásicos lamentos y promesas de la política, otros dos muros, esta vez de contención, mucho más modernos, se venían abajo.
La cosa no terminó ahí y dos días más tarde volvieron a saltar las alarmas. El departamento de cultura del sindicato UIL denunciaba la caída de otra pared en la Casa de Diomede, en via Consular, una de las más importantes y visitadas. El Ministerio de Cultura, aterrorizado por lo que se le venía encima, se apresuró a negar los hechos tras la inspección de los carabineros. Pero no es que el desprendimiento no existiera. Estaba allí, aunque se trataba de una fuente de la que ni siquiera se tenía constancia de que se hubiera caído porque estaba en una zona precintada, como la mayor parte de las ruinas, a la espera de ser reparada.
La UE inyecta 105 millones de euros para salvar el sitio arqueológico
¿Cómo se ha llegado a esta situación? Pompeya es la señal más nítida de lo que piensa de la cultura el Gobierno de Silvio Berlusconi. Los constantes recortes y ajustes del ministro de Economía, Giulio Tremonti, han rebajado la inversión en 1.500 millones de euros al año, lo que representa un 0,20% del Producto Interior Bruto. En los últimos diez años, de los queIl Cavaliere ha gobernado en siete, se han reducido en un 32,5% las ayudas al sector. Algo que, si se tiene en cuenta que Italia acoge un 5% del patrimonio mundial supervisado por la Unesco, sólo se puede calificar de despropósito.
No es casualidad que en el apartado dedicado a las excavaciones de la web de la Superintendencia Arqueológica de Pompeya sólo se recojan los trabajos realizados hasta 1997 y se lea un lacónico: "En estos últimos decenios, la actividad de excavación se ha reducido progresivamente para concentrar los pocos recursos disponibles en la restauración y manutención de los edificios ya descubiertos".

La cultura de la vergüenza.

Pompeya es la señal más nítida de lo que piensa de la cultura Silvio Berlusconi
El presidente de la República, Giorgio Napolitano, lo llamó de una manera más clara en noviembre del año pasado tras el derrumbe de la Casa de Gladiadores, área de reposo y arsenal de armas de los jóvenes aprendices de guerrero, que databa del 62 d.C.: "Es una vergüenza intolerable", dijo. "No encontraremos la senda de la recuperación económica mortificando el recurso más rico de Italia: nuestra cultura", añadió.
A juzgar por cómo se han desarrollado los acontecimientos, las demandas de Napolitano cayeron en saco roto. En julio, los mercados comenzaron a desconfiar de los títulos de Estado italianos y el Gobierno preparó en menos de 15 días un plan de ajustes de 96.000 millones de euros que no sirvió de nada, porque en septiembre tuvo que llegar el segundo tijeretazo: otros 54.000 millones en los que si bien no se especificaba tajo alguno a la cultura, el golpe estaba escondido en la reducción del presupuesto a los entes locales.
Según, Roberto Grossi, presidente de Federculture, institución que se encarga de la promoción del turismo, el deporte y el tiempo libre en Italia, "los recortes implican que a partir de 2012, los ayuntamientos se vean obligados a ahorrarse 7.200 millones al año en cultura".

Cinco solitarios arqueólogos.

Pompeya recibe 2,5 millones de visitantes cada año y hace una caja de 20 millones de euros. Sin embargo, cuenta con un solo responsable de los restos y cinco arqueólogos para 44 hectáreas que, visto su estado de deterioro, es imposible gestionar.
Hasta el momento, sólo ha habido un daño colateral políticamente hablando. En diciembre del año pasado, el entonces ministro de Cultura, Sandro Bondi, superó una moción de censura, pero poco después se vio obligado a dimitir por las constantes presiones de la oposición.
Como Italia no reaccionaba, la Unesco se presentó en Pompeya para revisar el estado de las ruinas y la Comisión Europea decidió intervenir, asegurando al Gobierno Berlusconi una jugosa cifra de dinero si presentaba un proyecto de restauración convincente. "Daremos a Pompeya el esplendor que merece", dijo en abril Johannes Hahn, comisario de Asuntos Regionales de la UE.
El nuevo ministro, Giancarlo Galan, vio la luz y anunció días después un plan milagroso de rescate. Pero algo ha debido fallar porque hasta el miércoles pasado, entre inundaciones y derrumbes, Hahn no regresó a Italia para concretar la inversión. En total serán 105 millones de euros a priori escrupulosamente controlados por la UE que servirán "desde enero de 2012 para realizar un control diario de supervisión y reparación, que es lo que más necesita el sitio", dijo Galan.
¿Llegará el dinero? La polémica continúa, porque Pompeya está en Nápoles, cuna de la Camorra, y la Fiscalía ha abierto una investigación después de que el subsecretario de Cultura, Riccardo Villari, asegurara que "hay señales de que la criminalidad organizada está interesada".
Extraído de Público

Descifran un texto secreto de 250 años con Google Translate.


El documento, denominado Cifrado Copiale, revela los rituales e inclinaciones políticas de una sociedad oculta alemana que tenía una extraña obsesión con los ojos, las cejas y la cirugía ocular.


Un equipo de científicos suecos y estadounidenses ha logrado descifrar un manuscrito de más de 250 años de edad. Utilizando las técnicas de la traducción estadística que emplea Google Translate han conseguido descifrar un mensaje secreto de unos 75.000 caracteres escritos sobre 105 amarillentas páginas. El documento, que se conoce comoCifrado Copiale, se encuentra en la Academia de Berlín Oriental desde la Guerra Fría y revela los rituales e inclinaciones políticas de una sociedad secreta alemana que tenía una extraña obsesión con los ojos, las cejas, la cirugía ocular y la oftalmología.

Existen una serie de documentos que acompañan a la humanidad desde hace siglos y nunca han conseguido ser descifrados. Algunos posiblemente sean complejos ejercicios de escritura sin significado alguno y jamás podrán ser descifrados. Pero otros, como el Cifrado Copiale, que provienen generalmente de sociedades secretas, poseen contenidos coherentes que permiten su tratamiento. A pesar de ello, se han resistido a revelar sus secretos durante cientos de años. Pero gracias a las nuevas herramientas informáticas esta situación ha comenzado a cambiar y el citado Cifrado Copiale -un manuscrito de más de 100 páginas con doscientos cincuenta años sobre sus espaldas- ha conseguido ser descifrado. Lo más llamativo de este logro es que su traducción ha sido posible gracias a las técnicas de la traducción estadística que emplea la herramienta gratuita Google Translate.

En efecto, el mismo sistema que utiliza la mayoría de los internautas que desean traducir un documento o una página web a su idioma ha servido para que un equipo de científicos suecos y estadounidenses, provenientes de la Uppsala University y de la University of Southern California Viterbi School of Engineering respectivamente, desvelasen el contenido de esas amarillentas páginas. El texto está compuesto por unos 75.000 caracteres y se encuentra desde hace décadas en la Academia de Berlín Oriental. Pertenece a una colección privada y está escrito a mano con una caligrafía muy clara. En el texto se pueden ver caracteres romanos, griegos y símbolos desconocidos. A excepción de una marca hecha por un antiguo propietario ("Philipp 1866") y una nota en la final de la última página ("Copiale 3") todo el contenido del manuscrito se ha codificado. El especialista en informática Kevin Knight, junto a sus colegas suecos Beata Megyesi y Christiane Schaefer procesaron el texto y consiguieron una versión legible.

El asesino del Zodiaco.

Knight y su equipo se concentraron primero en los caracteres romanos y griegos, pensando que podrían contener el verdadero mensaje, y atacaron el cifrado con herramientas convencionales. Luego de probar unos ochenta idiomas diferentes, llegaron a la conclusión de que estaban equivocados. “Perdimos mucho tiempo, y resultó un verdadero fracaso", explicó Knight. Después de asumir que esos símbolos estaban intercalados en el texto solamente como una distracción, se concentraron en los símbolos abstractos. Tras hacer algunas pruebas, descubrieron algunas palabras significativas, como “ceremonias de iniciación" o "sección secreta". Poco tiempo después completaron la traducción del libro, y se encontraron con un documento que revelaba los rituales y las inclinaciones políticas de una sociedad secreta alemana que tenía una extraña obsesión con los ojos, las cejas, la cirugía ocular y la oftalmología. El texto completo, en inglés, puede leerse aquí.

El equipo de Knight planea utilizar las mismas técnicas y herramientas para intentar quebrar el cifrado de otros textos más o menos antiguos, como los escritos por el Asesino del Zodiaco estadounidense, el mensaje tallado en la escultura de granito que se encuentra frente a la CIA o el famoso Manuscrito Voynich.
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Ver en ABC

Descubren en Sudáfrica un taller y un conjunto de herramientas de ocre de 100.000 años de antigüedad.


Científicos del Instituto de Evolución Humana de la Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica) ha descubierto una mezcla rica en ocre de 100.000 años de antigüedad (posiblemente utilizada para la decoración, la pintura y la protección de la piel) almacenada en dos conchas de abulón, en la Cueva de Blombos en Ciudad del Cabo (Sudáfrica). «El ocre puede haber sido usado, con intención simbólica, como decoración en los cuerpos y la ropa durante la Edad de Piedra Media», ha explicado el profesor Christopher Henshilwood quien, junto con su equipo internacional, descubrió también un taller en 2008, donde se producía un licuado rico en mezcla de ocre.

Los resultados del estudio han sido publicados en la prestigiosa revista internacional «Science». Los dos juegos de herramientas fueron descubiertos en su sitio original (no se han movido de su lugar original de deposición) e incluyen ocre, huesos, carbón, piedras y martillos. La molienda y el raspado de ocre para producir un polvo para su uso como pigmento eran prácticas comunes en África y en el Cercano Oriente hace unos 100.000 años. «Este descubrimiento representa un hito importante en la evolución de la cognición humana compleja, ya que muestra que los humanos tenían la capacidad conceptual de combinar y almacenar sustancias utilizadas luego para mejorar sus prácticas sociales», explica.

Henshilwood, y agrega que «creemos que el procedimiento de fabricación se llevaba a cabo mediante la fricción de las piezas de ocre sobre losas de cuarcita, para producir un fino polvo de color rojo». Los pedazos de ocre se pulverizaban con molinillos de cuarzo y cuarcita y se mezclaban con huesos de mamíferos, carbón, piedra y líquido, para ser luego introducido en conchas de abulón y agitado suavemente. Los sedimentos de cuarzo donde fueron enterrados los contenedores de ocre fueron datados en unos 100.000 años utilizando la técnica de luminiscencia óptica estimulada (LOE). «La recuperación de estos conjuntos de herramientas agrega evidencia sobre el desarrollo tecnológico y de comportamiento social de los seres humanos, así como de un conocimiento elemental de la química, hace 100.000 años», concluye Henshilwood.
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Extraído de ABC

Reconstruido el genoma de la bacteria que causó la 'Peste Negra' de 1350.


Más de 600 años después de que matara a la mitad de la población europea, la bacteria 'Yersinia pestis', causante de la Peste Negra, es noticia porque un equipo internacional de investigadores ha logrado secuenciar su ADN.

Se trata del primer patógeno antiguo que ha podido ser reconstruido, permitiendo de este modo analizar cómo ha sido su evolución en estos seis siglos, dado que hoy aún continúa matando gente.

Los investigadores, casi todos canadienses y alemanes, concluyen que la variante que causó estragos a finales de la Edad Media es prácticamente la misma que la que hoy existe, por lo que en esas pequeñas modificaciones podría estar la razón por la que ahora no logra matar tantas personas y con tanta rapidez.

El ADN de la bacteria se consiguió exhumando los esqueletos de miles de víctimas de la Peste Negra, que fueron enterradas en fosas a las afueras de Londres. En algunos de los dientes quedaban restos del ADN que, tras ser cribado de contaminaciones, permitió reconstruir el genoma de la bacteria.

Otra de las conclusiones del hallazgo es que, en contra de lo que se pensaba hasta ahora, la bacteria 'Yersinia pestis' no es la misma que la que provocó la epidemia durante el reinado del romano Justiniano, en el siglo VI, como se pensaba hasta ahora.

La comparación con el genoma de bacterias actuales sugiere que factores como el ambiente, el vector transmisor (las ratas, en el caso de la Peste Negra) y la susceptibilidad de la posible víctima tiene un importante papel a la hora de infectarse con este mortal microorganismo.
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Extraído de El Mundo

Manuscritos en árabe y aljamí: una biblioteca científica del siglo XIII en la red.


Hace ocho siglos que los árabes fueron expulsados de la península, pero hay aún parte del legado cultural y científico que dejaron que aún se esconde en manuscritos pendientes de una investigación profunda. Con el objetivo de facilitar ese trabajo, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha digitalizado los manuscritos orientales que guarda en sus bibliotecas, escritos en hebreo, árabe y aljamiado, es decir, la escritura en caracteres árabes de las lenguas romances del al‐Andalus tardío, para facilitar su consulta y estudio.
En total, se han puesto en internet, en la web Manuscript@CSIC, 148 documentos, obras de entre los siglos XIII al XX que se guardan en dos biblitecas: la de la Escuela de Estudios Árabes de Granada y la de Tomás Navarro Tomás (Centro de Ciencias Humanas y Sociales).
La investigadora del CSIC Maria Teresa Ortega‐Monasterio, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales, ha sido la responsable de este proyecto, cuyo objetivo, según explica, es que los investigadores de todo el país puedan estudiar y traducir estos manuscritos, que versan de asuntos tan dispares como tratados de magia y sortilegios, textos religiosos contratos matrimoniales o documentos agrícolas.
Ortega-Monasterio destaca el especial valor de alguno de estos documentos, como por ejemplo un tratado de agricultura árabe con ilustraciones, datado en Almería en 1348. No sólo es el último tratado agrícola que se conoce de Al-Andalus, sino que es la única copia de las tres que se conservan en el mundo en la que se pueden leer notas marginales.

Restauración de los documentos

Muchos de los manusctritos, tanto en pergamino como en papel, han tenido que ser restaurados en el Instituto de Patrimonio Cultural para que su imagen en la web sea de calidad. De hecho, algunos continúan aún en ese proceso y se irán incorporando al portal a medida que los expertos acaben el trabajo.
Casi todos los manuscritos tienen hermosas filigranas. Suelen ser ilustraciones con decoración medieval, con tintas doradas y de colores, sobre todo los Coranes, que tienen motivos florales o geométricos en cada uno de los capítulos, pero también otros textos religiosos, como el Tafsil del Mancebo de Arévalo, un texto en aljamiado del siglo XVI y en el que se recuerdan a los moriscos las prácticas religiosas musulmanas.
Ortega-Monasterio menciona que son mayoría los que proceden del siglo XIII, justo antes de que los árabes fueran expulsados. Los hebreos, sin embargo, son de los siglos XVIII y XIX, casi todos contratos matrimoniales.
En la web, los textos están catalogados y subdividos por idioma (hebreo, árabe, persa y aljamiado) y por su biblioteca de origen. Se acompañan, cuando se puede, de una ficha biliográfica con más de 20 campos: el título, autor, año, procedencia, tipo de escritura, cuadernos, materiales empleados, decoraciones, contenidos, bibliografía, etcétera.
La investigadora destaca la importancia de este acceso libre a los documentos. "Ahora muchas instituciones están digitalizando sus fondos, y es muy positivo para que puedan ser estudiados. Esperamos que haya mucha gente interesada en trabajar sobre este material", concluye.
Extraído de El Mundo