Alcazaba de Hornachos (Badajoz), de origen islámico. |
Por José Antonio Cabezas Vigara
Los Reyes Católicos publicaron un decreto, en 1502, por el que se obligaba a todos los mudéjares de España a elegir entre el bautismo forzoso o el destierro. La mayoría, como era de esperar, optaron por convertirse al cristianismo para no tener que abandonar su tierra natal. Comenzó así la complicada relación entre los cristianos viejos y los conversos.