No había posibilidad de
salir de allí. El barco que les llevaría de regreso a la URSS no iba a volver a
hasta el año siguiente, pero por encima de todo, Rogozov quería vivir
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Rogozov «tenía que abrir
su propio abdomen para sacar sus intestinos» |
Entonces Rusia era la URSS, un país enfrentado a los Estados Unidos, en
otro tiempo, aliado, en lo que se bautizó como Guerra Fría, el conflicto
silencioso, militarmente hablando, pero vocero en los terrenos político,
económico e ideológico. Las dos potencias, que pretendían crear un mundo a su
imagen y semejanza, estaban también
enfrentadas en la carrera polar. Tanto, que para la intervención, la
expedición necesitaba el beneplácito de Moscú, que ponía mucho cuidado en
evitar cualquier tipo de publicidad negativa, como la derivada de la muerte de
Rogozov.