El teorema de Thomas y los movimientos de masas

La aplicación del Teorema de Thomas al entendimiento de determinados movimientos sociales de masas en la actualidad, como por ejemplo, a los procesos independentistas

El teorema de Thomas y los movimientos de masas
En 1928, el sociólogo William I. Thomas, en su libro “The child in America: Behavior problems and programs”, exponía el que fue posteriormente conocido como Teorema de Thomas y que se puede resumir de la siguiente forma:

El Teorema
Cuando se define una determinada imagen de la realidad, esa imagen tiene efectos reales o, dicho de otra forma, si las personas definen las situaciones reales, éstas son reales en sus consecuencias.

Con este teorema, Thomas pretende demostrar que, cuando una situación social se presupone como tal, acaba convirtiéndose en real porque el grupo adapta su conducta, es decir, el grupo tiene la capacidad de convertir en reales situaciones que no lo eran en origen y lo consigue adaptando su conducta a esa nueva situación social.

Merton

En la misma línea que Thomas, otro sociólogo, Robert K. Merton, acuñó las expresión “profecía autocumplida”en su libro “Teoría Social y Estructura Social”. Merton define una profecía autocumplida como aquella falsa creencia que, directa o indirectamente, lleva a su propio cumplimiento.

Aplicación del Teorema de Thomas y de la profecía autocumplida de Merton

Aunque Thomas y Merton elaboraron sus teorías partiendo de su análisis de determinados colectivos problemáticos o marginales, tales como como jóvenes delincuentes con dificultades para reinsertarse en la sociedad, ambas teorías sociológicas se han aplicado durante las últimas décadaspara comprender mejor el comportamiento de colectivos más numerosos.

Las teorías de Thomas y Merton pueden servirnos para entender un poco más determinados movimientos de masas que nos desconciertan en sociedades cada vez más complejas y convulsas.

Aplicación del Teorema de Thomas para intentar comprender mejor un proceso independentista

Tomemos como referencia determinados movimientos colectivos recientes que nos puedan servir de ejemplo de aplicación del Teorema de Thomas. Pensemos por ejemplo en un nutrido colectivo de personas, de una determinada región en Europa, que inicia un movimiento de independencia de la nación al que el territorio ha pertenecido históricamente.

El principal argumento aglutinador y motor primigenio de este colectivo es la sucesión de unos supuestos acontecimientos históricos, que ocurrieron en dicha región varios siglos atrás y que supusieron un grave agravio nunca reparado. Cabe mencionar que, desde un punto de vista historiográfico, la interpretación de los hechos históricos realizada por el colectivoes claramente discutible y la mayor parte de los historiadores serios la consideran parcial y sectaria.

A pesar de esto, el grupo comienza a actuar convencido de sus planteamientos y, el posterior devenir de los acontecimientos,no hace sino reafirmar al grupo en su falsa creencia, registrándose un proceso de retroalimentación. Asimismo, el grupo se aprovecha de una coyuntura económica y social favorable para sus intereses y cuenta cada vez con más medios humanos y materiales que le permiten a su vez  movilizar a más población.

Los argumentos y razonamientos en contrario resultan inútiles

Los argumentos de todo tipo que se utilizan de contrario para rebatir los argumentos esgrimidos por el colectivo secesionista, ya sean de carácter histórico, económico, cultural e incluso sentimental, resultan del todo inútiles.

En el colectivo el pensamiento individual queda supeditado a la consecución de un glorioso y anhelado objetivo común y, el resto de argumentos, acaban careciendo de importancia y sólo sirven para reafirmar su convencimiento de estar en posesión de la verdad  absoluta en relación con los hechos históricos germen del colectivo.

Como vemos en el ejemplo anterior, una situación que puede ser irreal o ficticia en origen,  como consecuencia de la visión de la realidad adoptada por el colectivo independentista, pasa a tener consecuencias y efectos reales, generalmente de magnitud imprevisible, tanto para el propio colectivo como para el resto de una sociedad y que, en la práctica, poco importa si el origen del movimiento es real o no, porque sus consecuencias ciertamente lo son.

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