La cifra es un producto de lo humano
A diferencia del concepto, la cifra es indiscutible, inescrutable,
inexpugnable, inapelable, incuestionable y podríamos arriesgar, inhumana.
En verdad es producto de lo humano, una suerte de reverberación, de herramienta
o instrumental, que terminó, o termina, obliterando, ocluyendo nuestras
posibilidades más acabadas de entendimiento y por ende de traducibilidad (en la
paradoja de haber sido alumbrado para lo contrario). Es decir, sabemos el
precio de las cosas, más no así su valor, nos desesperamos por los índices macro como micro económicos,
o por los indicadores numéricos que reflejarían nuestra salubridad o de que
enfermedad estamos escapando, pero no cómo nos sentimos o que nos podría hacer
más feliz. Creemos ser democráticos, por participar, como número, optando entre
los que se nos ofrecen y obedeciendo a quién prevaleció por otro número que
dictaminará su sentencia, que le pone cifra al pacto social, que se transforma
en tal instancia, en una cuenta numérica.