Sobre
la explicación psicológica o psicoanalítica del molde institucional
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De todas las teorías desarrolladas por Sigmund Freud, la del Ello, el Yo y el Superyó es una de las más famosas. Según su enfoque psicodinámico, cada una de estas estructuras representa una instancia psíquica que, desde nuestro sistema nervioso, nos llevan a perseguir unos intereses que chocan entre sí |
Tras los conceptos
fundamentales que se conocen como ello,
yo y superyó, constitutivos del aparato psíquico, otorgándoles
funcionalidades políticas o encontrando las mismas, en la tríada que divide los
poderes de los estados occidentales, podríamos maridar, sin temor a que digamos
nada que no se traduzca como real, como operando en lo simbólico y tal vez, en
lo arquetípico de lo imaginario, que el ello es el poder legislativo (el
carácter deseoso de la ley, que muchas veces hasta resulta, o todas las veces,
incumplible en tales términos) el yo (la ejecución de lo presente, o la
administración de lo circundante, el poder ejecutivo) y el superyó (penalidad y
contrarresto de lo deseante puro, poder judicial). La explicación psicológica o psicoanalítica del molde institucional
que concibió y concibe el engranaje mediante la cual, la ciencia política creyó
concebir algo que le perteneciera en un porcentaje destacable, no es más que la
prueba fehaciente que de la frase “lo personal es político” debiéramos buscarlo
en sus trasfondo, en lo subyacente, para explicitar que lo
político-democrático, actual, estructurado como esta, jamás podrá permitirnos
algo más allá de un tratamiento y jamás una cura, respuesta determinada,
acabada o definición manifiesta. Se trata de nuestra condición, no de los
sistemas, ni de como estemos cada uno de los cuales podemos llegar a
interpretarlo o en el mejor de los casos plantearlo bajo modificaciones.