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Breves apuntes sobre Pelayo Pérez Correa y la conquista de Llerena.

Hay poca información y poco escrito sobre la Ellerina musulmana y sobre la conquista, y no reconquista como algunos siguen queriendo llamar, de Llerena. Según parece, el nacimiento de este núcleo poblacional tuvo lugar en los alrededores de la Fuente Pellejera, ubicada actualmente en la Plaza de la Fuente, aunque no está nada claro. También parece identificarse restos de construcción de la época andalusí en algunos lienzos de la muralla y en el interior de la torre de la iglesia de Ntra. Sra. de la Granada, donde se pudo encontrar la mezquita. No debemos olvidar que los lugares santos son siempre sagrados, independientemente de la religión que cada cultura profese. Se me ocurre poner el ejemplo de la iglesia de El Salvador, en Sevilla. Los arqueólogos han podido constatar allí la ubicación anterior de una mezquita y, por debajo de ésta, un templo romano. Algo parecido pudo ocurrir en Llerena, se pudo construir la iglesia encima de la antigua mezquita musulmana. De este modo, no sólo se reutilizaron los viejos cimientos del edificio islámico, sino que se mantuvo el lugar sagrado del poblado y se demostró el poderío de la nueva religión imperante, construyendo su templo sobre el de la cultura dominada.

En el siglo XIII, los cristianos se encontraban inmersos en la conquista de la zona del sur de Extremadura. Así, a Llerena le llego su turno en los años cuarenta de este mismo siglo, cuando Pelayo Pérez Correa, un maestre de la Orden de Santiago, tomó la población al frente de un ejército cristiano de su Orden. Fernando III de Castilla, según cuentan las fuentes, le había confiado a este personaje la reconquista de toda la Sierra Morena.

Paio Peres Correia, nombre portugués de Pelayo Pérez Correa, nació en 1205 en el seno de una noble familia, en Monte de Fralàes en Portugal. Sus orígenes como guerrero conquistador los encontramos en Alcácer do Sal en 1228, donde participó en la toma del Alentejo. Fue, por ejemplo, el artífice de la captura de Mértola. En los años siguientes siguió esta labor descendiendo hasta Ayamonte, practicando así una escisión en las posesiones musulmanas del sur.

Pelayo Pérez alcanzó el rango de Gran Maestre de la Orden de Santiago en Mérida en 1242, cuando sucedió a Rodrigo Yáñez. Fue entonces cuando pasó a estar al servicio de Fernando III de Castilla y de su hijo, el futuro Alfonso X el Sabio. Sus próximas correrías tuvieron lugar en la zona levantina, ocupando poblaciones como Chinchilla de Monte-Aragón en 1242, o Cartagena, Lorca y Mula en los años siguientes. Posteriormente, fue destinado a la zona de Sierra Morena, donde controlaría plazas como la alcazaba de Regina, desde donde controlaría toda la zona que después se denominaría Campiña de Llerena. No obstante, uno de los mayores logros de su carrera militar fue la toma de Sevilla, una de las plazas fuertes de control islámico.

El Maestre Pelayo falleció en 1275 en Tentudía, en el monasterio que él mismo había fundado y que fue la encomienda mayor de la Orden de Santiago. Su cargo como maestre fue ocupado por Gonzalo Ruiz Girón. Mucho tiempo después, en el siglo XVIII, sus restos mortales fueron trasladados a la iglesia de Santa María del Castillo en Tavira (Portugal). Sin embargo, otras fuentes indican que sus restos mortales se encuentran aún en el Monasterio de Santa María de Tentudía, en la localidad Calera de León (Badajoz).

Por otro lado, Llerena comenzó a tener un papel más importante a partir de su conquista cristiana en el siglo XIII. En este aspecto no coinciden todos los investigadores. Unos opinan que en realidad no tuvo tanto protagonismo, y otros que fue una plaza importante para la conquista cristiana de toda su zona limítrofe. Fue Pelayo Pérez Correa quien, desde la alcazaba de Reina, comenzó a organizar la administración militar y civil de toda la comarca. Asimismo, fue uno de los encargados de impulsar la creación de la Provincia de León, de la Orden de Santiago en Extremadura. En este aspecto, se puede afirmar que fue Llerena la población cabecera durante varios siglos. Pero este aspecto lo trataré, con más detenimiento, en próximas publicaciones en el blog.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No conocía esa parte de la historia de Llerena y me parece muy interesante. Una llerenense.

Maria Dolores Muñoz Castro. dijo...

av
onENHORABUENA POR TU BLOG.DECIRTE QUE DE LA LLERENA MUSULMANA NO HAY NADA HASTA HOY QUE SE PUEDA DEMOSTRAR A CIENCIA CIERTA.LA TORRE ES GÓTICO MUDÉJAR,LAS MURALLAS SON CRISTIANAS A PESAR DE LOS LIENZOS DE TAPIAL.LA HISTORIADORA MARIA JESÚS VIGUERA, ESPECIALISTA EN LA CULTURA MUSULMANA, OPINA QUE EL NOMBRE DE ELLERINA SE REFIERE A LA ACTUAL ALANIS. ME GUSTARIA SABER SI HAY PRUEBAS SOBRE LA EXISTENCIA DE LLERENA EN ÉPOCA MUSULMANA O SÓLO ERA UN PEQUEÑO NÚCLEO DEPENDIENTE DE REINA O NI SIQUIERA ESO.

antrophistoria dijo...

Hola María Dolores, un placer contar contigo por estos parajes.

La verdad es que no hay nada cierto sobre la Llerena de la época musulmana. Con respecto al topónimo, me comentaba hace tiempo mi amigo Agustín Romero una teoría que me parece bastante verosímil. Razona que el nombre de Ellerina pudo ser una evolución lingüística de al-Regina, como debieron llamar los islámicos a estas tierras cercanas a la Regina romano-visigoda. En mi opinión, y ésto no es más que una pura especulación, Llerena era una alquería dependiente de la fortaleza de Reina. Sus orígenes debieron estar en la actual Plaza de la Fuente, donde hoy está ubicada la Fuente Pellejera. Con el tiempo iría creciendo en población y se rodearía de una cerca de adobe no muy desarrollada. No sería hasta la época cristiana, con la influencia de la Orden de Santiago, cuando Llerena creciera en población y en importancia.

No obstante, tengo previsto publicar en el blog un artículo más extendido sobre Reina y su función en el territorio de al-Ándalus. Gracias por tu visita. Un saludo.