El crimen de la momia Ötzi.

Un crimen perpetrado entre las cumbres alpinas hace cinco mil años sigue provocando pesquisas científicas casi detectivescas, sobre todo porque el asesinado, Ötzi,tiene el honor de ser la momia más antigua del mundo. Descubierta en 1991 en un glaciar de los Alpes italianos, muy cerca de la frontera austriaca, despertó pronto la fascinación de la comunidad científica internacional.
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Que el pobre Ötzi fue asesinado a flechazos y golpes en la remota Edad del Cobre ya se sabía, pero investigadores de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich (LMU) y del Instituto de Patología de Bolzano - ciudad del norte de Italia que custodia la momia-han logrado fechar la cronología de las heridas, yhan concluido que el homicidio se desarrolló en dos tiempos.

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"Ahora está claro que Ötzi sufrió al menos dos episodios violentos que le causaron heridas en sus últimos días -declaró Andreas Nerlich, director del estudio, a la página web de ciencias Science Daily-. Aunque la momia de los hielos ha sido estudiada muy a fondo, hay aún resultados que exponer. El crimen de Ötzi es tan intrigante como siempre".
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En orden cronológico, las heridas infligidas fueron tres: un corte profundo en la mano derecha; una herida por flecha, cuya punta quedó incrustada bajo la axila izquierda; y un golpe en la espalda con un objeto afilado. "Al menos un par de días antes de su muerte, Ötzi sufrió el grave corte en la mano derecha", explicó Nerlich. En un segundo ataque, recibió el flechazo, empezó a desangrarse y sobrevivió minutos u horas antes de sufrir el golpe final que precipitó su muerte. Los investigadores de Múnich y Bolzano realizaron un estudio inmunohistoquímico para detectar las señales de esa hemorragia fatal.
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Con todo, parece bastante imposible averiguar el móvil del crimen, pese a que arqueólogos y etnólogos han teorizado posibles causas del asesinato, como detalla Angelika Fleckinger en su libro Ötzi,el hombre venido del hielo,editado por el Museo Arqueológico del Alto Adigio/ Tirol del Sur, en Bolzano. Esta corresponsal recuerda bien la impresión que le causó en su día en ese museo la momia yacente,
metida en su cámara frigorífica a una temperatura de -6 grados centígrados y con humedad del 98%. Se la puede ver a través de una ventanilla de cristal de 40x40 cm.
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Tal vez Ötzi huía a sabiendas de que era perseguido, o le tendieron una emboscada -que el nuevo estudio convierte en dos-, y querían robarle. La momia tenía consigo toda su impedimenta -incluso un hacha de cobre, un buen botín para un ladrón prehistórico-, así que quizá le fue sustraído algo más valioso, como ganado. También hay quien dice que fue víctima de un sacrificio ritual.
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Aunque su nombre oficial es "el hombre venido del hielo", se le conoce sobre todo como Ötzi,apodo acuñado por el periodista austriaco Karl Wendl, inspirado en las montañas alpinas de Ötztal.Austria e Italia se disputaron su posesión, y tras arduas mediciones se comprobó que el lugar del hallazgo es territorio italiano, a 92,56 metros de la frontera.

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Extraído de La Vanguardia

Comentarios

Atenea ha dicho que…
Tiene su punto interesante lo de investigar crímenes de hace tantos siglos :).

Buen artículo sobre la momia Otzi!

Saludos
sarah ha dicho que…
Como profana en la materia me sigue fascinando el hecho de poder obtener tanta información de los restos de un señor tan mayor ya, pobre. Lo suyo más parece un Via Crucis, a la vista de la de cosas desagradables que le pasaron antes de morir.

Saludos, José :))
antrophistoria ha dicho que…
Minerva: es interesante toda la información que se puede extraer de un simple cuerpo inerte. No obstante, lo más curioso es las múltiples técnicas trasversales que se pueden emplear en un estudio de este tipo.

Sarah: No sólo se extrae información de la parte física de Otzi, como se destaca en este artículo, quizás un poco fruto del morbo, sino que también se extrajo mucha información sobre la indumentaria y el armamento que llevaba en el momento de su muerte, por ejemplo. No se obtuvo, por lo tanto, sólo información anatómica o somática sino también psíquica o cultural.

Un saludo a las dos.