Cleopatra VII: la última reina del antiguo Egipto

La heredera de una dinastía milenaria Imagen meramente ilustrativa. Cleopatra VII fue la última soberana de la dinastía ptolemaica, que gobe...

Los primeros habitantes de la isla de los «hobbits».

Los posibles ancestros del famoso Homo floresiensis, también conocido como el «hobbit» por su pequeño tamaño, habitaron la isla indonesia de Flores hace un millón de años, mucho antes de lo que se creía.

Investigadores de la Universidad de Wollongong en Sidney (Australia) llegaron a esta conclusión tras descubrir una serie de herramientas en un nuevo yacimiento arqueológico en Flores (Indonesia), que sitúa la presencia de los homíninos en la isla 200.000 años antes de lo estimado por los científicos. Aunque el descubrimiento del Homo floresiensis hace cinco años en la cueva de Liang Bua otorga al hobbit 18.000 años de antigüedad, se sabía que los homíninos habían habitado Flores durante largo tiempo, pero no tanto.

Los investigadores habían pensado con anterioridad que la llegada de los homíninos hace alrededor de 880.000 años causó un cambio en la vida animal, incluyendo la mortalidad masiva de la tortuga gigante y el elefante enano que habitaban la isla, pero ahora creen que estas especies desaparecieron de forma natural, y que la irrupción de los antepasados del hombre no tuvo consecuencias tan directas sobre la fauna isleña, ya que llegaron mucho antes de su desaparición.

El trabajo plantea que esta población antiquísima podría tener entre sus descendientes al famoso Homo floresiensis. Aún así, no se han descubierto fósiles anteriores debido a que los depósitos de la cuenca de Soa no son lo suficientemente antiguos para conservar la evidencia de la llegada inicial de los homíninos a la isla, por lo que se deberán explorar otros yacimientos antes de que se resuelva esta teoría. Los investigadores iniciarán nuevos trabajos en la isla para determinar con la mayor exactitud posible el momento de la llegada de los homínidos. La investigación ha sido publicada en la revista Nature.
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Extraído de ABC

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