"El Antiguo Egipto se enfrentó a importantes variaciones climáticas, sobrevivió a ellas y forjó una de las civilizaciones más célebres de la historia", indica el estudioso Matthieu Ghilardi, del Centro francés de Investigaciones Científicas.
A su juicio, la fascinación que muchos investigadores muestran aún hoy por esa civilización radica en que "entendieron a la perfección la dinámica de la madre Tierra y se adaptaron a ella". "Es evidente que las condiciones climáticas eran muy diferentes durante el Antiguo Egipto que en nuestros días, pero el registro de todos los fenómenos naturales en los jeroglíficos o la arquitectura nos ayuda a comprender mejor cómo vivían en un ambiente cambiante", subraya Ghilardi.
Adaptación al medio.
"Ahora las casas carecen de un sistema parecido", denuncia Ghilardi, que recuerda que las fuertes lluvias que azotaron el Alto Egipto en 1994 destruyeron cientos de viviendas de barro levantadas en zonas de rambla.
Y para protegerse de un entorno dominado por las violentas crecidas del Nilo, el templo de Karnak, también en Luxor, y los yacimientos coptos, cerca de la ciudad sureña de Qena, fueron edificados al resguardo de pequeñas colinas surgidas de los sedimentos arrastrados por el viento.
Cambio climático A.C.
La civilización faraónica se estableció entre el 5000 y el 3500 a.C a orillas del Nilo por un calentamiento de la Tierra que causó la desaparición de la sabana que se extendía por el actual desierto del Sáhara.
En cualquier caso, Ghilardi advierte de que "se necesita tiempo para entender lo que está pasando en la Tierra", un hábito seguido por los antiguos egipcios para levantar templos o ciudades, e "ignorado en la actualidad".
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Extraído de El Mundo
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