Si fuera posible celebrar un maratón entre seres humanos y neandertales -nuestros parientes desaparecidos hace unos 30.000 años-, la especie humana se llevaría todas las medallas. Investigadores de la Universidad de Arizona en Tucson han comparado los talones de los actuales corredores de fondo con los de los neandertales y antiguos Homo sapiens, y no hay duda de quién se subiría a lo más alto del podio. Según los cientificos, los talones los neandertales «eran más altos que los de los humanos modernos y los primeros Homo sapiens», por lo que nuestros ancestros estaban más adaptados a dar saludables caminatas que a correr largas distancias. El estudio se publica en la revista Journal of Human Evolution.
Para comprobar sus hipótesis, los expertos pidieron a ocho corredores de fondo que corrieran en una máquina de suelo rodante a 16 km por hora durante períodos de 10 minutos, tiempo en el que se tomaron imágenes por resonancia magnética de los talones y el tendón de Aquiles, además de realizar otros análisis, como su consumo de oxígeno. Los resultados mostraron que los huesos del talón eran más cortos y más bajos en los corredores cuyo consumo de oxígeno durante la ejecución fue más eficiente.
Aunque a los neandertales no se les hubieran dado bien los maratones de larga distancia, su estructura ósea les habría dado una ventaja para andar y para las actividades que requieren una gran fuerza. Los resultados de los hallazgos apoyan investigaciones anteriores de que el Homo sapiens comenzó a realizar carerras de larga distancia hace dos millones de años, probablemente como un método de caza. Se cree que nuestros antepasados podrían haber utilziado este método en climas calurosos para llevar a la presa hasta el agotamiento. Los neandertales vivieron en climas más fríos y probablemente utilizaran diferentes habilidades en la caza.
Extraído de ABC
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