Tito Livio: el maestro de la historia romana

¿Quién fue Tito Livio? Imagen meramente ilustrativa. Tito Livio fue un historiador romano que vivió entre el año 59 a.C. y el 17 d.C., aprox...

Cambios en rutas comerciales “contribuyeron al colapso maya”.


Cambios en las rutas comerciales de un material clave contribuyeron al colapso del imperio maya, según un nuevo estudio.
“Nuestra investigación indica una alta probablidad de que nuevos patrones de intercambio de productos fueron determinantes en la caída de los mayas”, dijo Gary Feinman, curador de antropología del Field Museum en Chicago. Feinman y colegas de la Universidad de Illinois, en Chicago, cuestionan que el cambio climático y las sequías hayan sido la causa principal del colapso. Los investigadores señalan que algunos centros mayas que lograron florecer luego del colapso estaban localizados en las zonas más secas. El cambio climático, la falta de liderazgo, la guerra y otros factores contribuyeron al colapso, pero otro elemento clave fue el cambio en las redes de comercialización, según Feinman.El científico señala que los mayas, que carecían de herramientas metálicas, daban mucho valor a una roca denominada obsidiana o vidrio volcánico, que permite elaborar instrumentos con puntas afiladas para cortar.



Cambio de rutas.

Las élites mayas controlaban el acceso a la obsidiana, que era comercializada a cambio de otros bienes o enviada como presente a otros líderes para cimentar relaciones de poder.

Los autores del estudio encontraron que antes del colapso de los centros mayas en el interior del territorio, la obsidiana era transportada a lo largo de redes fluviales. Pero la roca pasó luego a ser comercializada a través de rutas en la costa, lo que llevó a una mayor prominencia de los centros costeros y al declive de los interiores.
El cambio en los patrones de comercio puede haber afectado no sólo a la obsidiana. “Otros bienes de gran valor para estos centros interiores también se habrían vuelto más escasos”, dijo Mark Golitko, otro de los investigadores.
Los científicos compilaron datos sobre la obsidiana recolectados en sitios mayas y utilizaron técnicas de análisis químico para identificar la fuente de producción del material. Se identificaron sitios de producción de obsidiana en Guatemala, Honduras y el centro de México.
Los investigadores evaluaron los datos para cada uno de cuatro períodos: Clásico (aprox. 250-800 AD), Clásico Final (aprox. 800-1050 AD), Posclásico temprano (aprox. 1050-1300 AD) y Posclásico tardío (aprox. 1300-1520 AD). Utilizando un software conocido como SNA, Social Network Analysis, los autores del estudio elaboraron mapas ilustrando qué sitios tenían porcentajes iguales o similares de cada tipo de obsidiana en cada uno de los cuatro períodos.
Los porcentajes fueron luego utilizados para inferir la red más factible de trasporte de obsidiana.
Mapas.
La comparación muestra que las redes del Periodo Clásico estaban localizadas en el interior, en áreas adjuntas a rutas fluviales, principalmente en lo que es hoy el norte de Guatemala, el estado de Chiapas y el sur de Yucatán en México y el oeste de Belice.
Sin embargo, los mapas para períodos posteriores muestran que los centros interiores disminuyeron en importancia, mientras que los costeros florecieron en lo que es hoy el norte de Yucatán y la costa de Belice.
“Los mapas SNA nos permiten deducir en forma muy visual las redes de transporte de obsidiana”, dijo Golitko.
La investigación publicada en la revista Antiquity no explora las posibles causas del cambio en las rutas comerciales. Feinman cita entre los posibles factores rivalidades militares que hicieron menos seguras las redes internas y el progreso en el transporte marino con canoas de mayor tamaño.
Para los investigadores, una lección del estudio para las sociedades modernas interdependientes es que la interrupción de redes importantes de comunicación y transporte puede tener un gran impacto.
Deforestación.
Un estudio de 2009 de investigadores de la Universidad de Cincinnati apuntó como un factor crucial en el colapso maya el abandono de prácticas de conservación de recursos hídricos y forestales. “No se permitía la destrucción de ciertos bosques considerados sagrados. Pero eso cambió en el período Clásico Tardío con el liderazgo de Jasaw Chan K’awiil”, señaló David Lentz, uno de los autores del trabajo.
“La desaparición de un bosque cambia el ciclo hidrológico. Los árboles actúan como esponjas que absorben agua. Sin ellos, nada evita que el agua escurra causando erosión que a su vez transporta sedimentos a los ríos y arroyos. Sin retención de agua en el suelo o los acuíferos la tierra se seca y hay menos transpiración y por tanto menos lluvia”, explicó el investigador.
El estudio de Lentz y sus colegas fue publicado en la revista Journal of Archaeological Science.
Extraído de Ciencia y Locura

No hay comentarios: