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Un estudio revelará cómo se alimentaban los antepasados entre los siglos XIV y XVI.

El investigador Domingo Carlos Salazar va a analizar en Alemania restos humanos de la necrópolis mudéjar localizada en Crevillen.



¿Qué comían nuestros antepasados en los siglos XIV y XVI? Esta es la incógnita que va a tratar de desvelar el investigador posdoctoral Domingo Carlos Salazar García, becado en Alemania por el Instituto Max-Planck Institute For Evolutionary Anthropology. Salazar ha empezado a analizar restos antropológicos de Crevillent para obtener información sobre cómo se alimentaban nuestros antepasados.

El investigador ha escogido Crevillent por la importancia de la necrópolis que existe en la localidad de finales del siglo XIV a inicios del siglo XVI de época plenamente mudéjar. Domingo Carlos Salazar está analizando isótopos estables de carbono y nitrógeno en colágeno óseo para obtener información sobre el estilo de dieta de nuestros antepasados, cuáles eran los consumos de recursos terrestres, marinos y de agua dulce, o cómo era la situación del individuo en la cadena alimentaria.

Además, el experto también pretende estudiar los macrorestos vegetales en los cálculos dentales para averiguar qué tipo de plantas consumían los habitantes de esa época.

Domingo Carlos Salazar explicó que "por el momento no se ha publicado ningún estudio sobre esta época y he escogido la necrópolis de Crevillent porque contar con una colección numerosa, que puede aportar información importante sobre el status social y salud, y las diferencias en dieta entre hombres, mujeres y niños".

Los restos que se están estudiando forman parte de la necrópolis encontrada en la plaza de Padre Palau. En esta zona se excavaron ochenta inhumaciones en dos solares diferentes y se documentaron tres tipos de ritos: El característico musulmán, un rito mixto y el netamente cristiano. Los análisis de C-14 y la evolución de dichos ritos, confirman que el cementerio se fue ocupando de norte a sur, o sea desde la Plaza Padre Palau hasta Santa Anastasia.

La concejal de Cultura y Arqueología de Crevillent, Loreto Mallol, destacó "la importancia que tienen las necrópolis crevillentinas que han despertado el interés de un instituto tan importante como el de Alemania". Además, señaló que "con esta investigación los crevillentinos conoceremos parte de nuestro pasado y se podrá comparar la dieta de aquella época con la actual". "Si de los restos se pueden obtener muestras, en unos meses sabremos el tipo de alimentación de nuestros antepasados", apuntó la edil de Cultura y Arqueología sobre el proyecto que el experto espera tener acabado a finales de este año.

Extraído de Diario Información

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