Tito Livio: el maestro de la historia romana

¿Quién fue Tito Livio? Imagen meramente ilustrativa. Tito Livio fue un historiador romano que vivió entre el año 59 a.C. y el 17 d.C., aprox...

Del cerebro a la Historia (2ª parte).

¿Razón o emoción en la Historia?

José Antonio Cabezas Vigara
Las sociedades humanas han sufrido una continua evolución en sus sistemas cerebrales y han pasado, según autores como Goleman o Rubia, por estadios en los que han predominado, desde las épocas más arcaicas hasta hoy, las mentalidades mágica, mítica o racional. Sin embargo, ¿es posible que los historiadores puedan delimitar con precisión el predominio de unos u otros sistemas mentales en cada etapa del pasado? Sí es posible, aunque se debe considerar que el predominio de uno no supone la anulación de los otros, sino que pueden ser complementarios, ya que las partes más antiguas del cerebro se encuentran inhibidas, pero siguen formando parte de la estructura mental. Por lo tanto, la preeminencia de lo emocional sobre lo racional se percibe desde las épocas más arcaicas de la humanidad hasta la modernidad, aunque de manera muy diferente según cada etapa histórica. En esta fase emocional, se evoluciona desde la percepción mágica del mundo hasta la mítica o la religiosa. En efecto, el cerebro humano no es sólo un órgano razonador, sino que también se muestra como un aparato emocional en el que se originan confabulaciones y fantasías como la magia, los mitos, la religión o el arte.
Los mitos, que en su origen pudieron florecer de un pensamiento mágico más primitivo, en la Antigüedad más lejana pudieron estimular la aparición de la consciencia dualista de la emoción-razón propia de la mentalidad moderna. Aunque las emociones permanecerán como una referencia constante durante el lento proceso evolutivo de la humanidad, la llegada de la civilización marca un punto de inflexión tanto en el proceso histórico como mental. La aparición de las primeras leyes y códigos éticos encorsetarán a los seres humanos, pero no sólo política o socialmente sino también mentalmente. Este hecho, siguiendo a Goleman, se puede entender como uno de los primeros intentos de refrenar la antigua vida emocional en favor a la racional. No obstante, esa mentalidad mítica prevalecerá durante la mayor parte de la Historia.
Entonces, ¿cuándo comienza el predominio del cerebro racional sobre el emocional? No hay un acuerdo entre los especialistas en este asunto concreto, pero quizás la hipótesis más asentada es que el predominio de la mentalidad racional sobre la emocional llegó con la Ilustración. Fue, además de una época histórica, un movimiento cultural e intelectual europeo, entre los siglos XVII y XVIII, en el que se pretendió disipar las tinieblas de la mentalidad mítico-religiosa mediante el resplandor de las luces de la razón. Desde entonces, hasta nuestros días, la civilización occidental mantiene agazapadas las facultades espirituales bajo la sombra que le proporciona la Ciencia omnipresente. El vigor alcanzado por lo científico eclipsa a lo emocional y, por tanto, a lo espiritual.
Para concluir, es necesario precisar que no es posible calificar como mejor, ni peor, la preeminencia de la mentalidad racional sobre la emocional. Se trata simplemente dos formas diferentes de entender el mundo. Por eso, es conveniente que los investigadores distingan las formas de pensamiento que predominan en cada época del pasado y, por consiguiente, se amparen en otras disciplinas, como la neurociencia, para poder llegar a interpretar la historia en su contexto mental. Es necesario, en definitiva, que tanto la Historia como sus disciplinas auxiliares aprecien, desde la actual mentalidad racional, que hay circunstancias que sólo son entendibles desde un ambiente emocional.

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