El islamismo, el hebraísmo y el
catolicismo practican el ayuno como una virtud que crea las condiciones
necesarias para el gobierno de uno mismo.
La sensación de poder que se logra con el
ayuno, el dominio de las necesidades corporales, la trascendencia hacia lo más
profundo de la comunicación mística; en un
tiempo eran los pilares de la religiosidad cristiana, como lo son hoy en el
mundo islámico.
Islamismo: el Ramadán.
El mes de Ramadán es el noveno del
calendario lunar musulmán, sagrado por ser el mes en que el Corán descendió del
cielo. El ayuno, durante el mes sagrado de Ramadán, es un acto básico del culto
obligatorio para todos los musulmanes. El ayuno dura desde las primeras luces
del alba hasta el ocultamiento del sol y en general es precedido de una comida
ligera poco antes del amanecer.
Hebraísmo:
el Kipur o Día del Perdón.
La
solemnidad hebraica del Kipur se celebra el 10 del mes de Tishrei (entre septiembre y octubre)
para pedir el perdón de Dios por los pecados cometidos.
Por
veinticinco horas, los hebreos se abstienen completamente de comer, beber y de
cualquier trabajo u ocupación. Sólo se dedican a la meditación y a las
oraciones.
La práctica
del ayuno tiene una función de identificación, no de convicción, presenta un carácter
prevalentemente cívico, no teológico, se explica a través de un modo colectivo
y no individual.
Se realiza
el ayuno para recordar la caída de Jerusalén, se
ayuna la vigilia de la Pascua hebraica, porque la propia libertad ha
tenido un precio en la vida de los primogénitos egipcios, se ayuna el día de la
deportación de Jerusalén por parte de los babilonios y se ayuda el día antes de
la fiesta de Purim.
En el centro
de estos actos no hay una mortificación del cuerpo, sino la elección de un
momento de reflexión.
Cristianismo: la Cuaresma.
El ayuno en
la religión católica
es un momento de penitencia que pude ser elegido bastante libremente de acuerdo
a cada fiel, salvo el Miércoles de Cenizas, día que inicia la Cuaresma y el
Viernes Santo, en los que se aconseja el ayuno o la abstinencia de carne, como
en el día del advenimiento.
Desde el
punto de vista cristiano, el ayuno significa una ofrenda al prójimo, lo mismo
que para los musulmanes, quienes renuncian al alimento para donarlo a los
pobres. El ayuno es un acto de caridad, de amor, de apertura al otro.
Extraído de Suite 101
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