Mamuts, mastodontes y perezosos gigantes (que vivían en el suelo en vez de
en los árboles) eran bestias, hoy extintas, con las que tuvieron que convivir
los primeros pobladores humanos de América del Norte, quienes se cree que
llegaron allí desde Asia hace entre 15.000 y 18.000 años, en la última Era
Glacial.
Así lo confirma un nuevo estudio, basado en la datación de restos óseos de
un yacimiento paleontológico peculiar. El yacimiento de Vero Beach es singular
por cuanto presenta una notable abundancia de huesos humanos, no sólo
fragmentos de enseres usados por humanos, junto con restos de tales bestias
extintas, a menudo referidas como megafauna. La megafauna de otras partes del
mundo incluyó animales igualmente espectaculares.
El estudio, realizado por el equipo de la antropóloga Barbara Purdy,
profesora emérita en la Universidad de Florida y conservadora emérita de
arqueología en el Museo de Historia Natural de Florida, resuelve el debate que
han tenido durante un siglo los científicos sobre si los restos de humanos y de
otros mamíferos encontrados en la localidad de Vero Beach en la década de 1910
corresponden a personas y animales que convivieron realmente en una misma época
en la zona. Tras el descubrimiento de los fósiles entre 1913 y 1916, algunos
científicos prominentes llegaron a la conclusión de que los esqueletos humanos
pertenecían a personas que fallecieron en una época posterior a la de la muerte
de esas bestias. No se pudo demostrar que fuesen tan antiguos como los restos
de los animales gigantes, ya que no había métodos para una datación fiable.
Los nuevos análisis corroboran que esos humanos en América del Norte
coexistieron hace unos 13.000 años con grandes mamíferos ahora extintos,
incluyendo a mamuts, mastodontes y perezosos gigantes.
En la investigación también han trabajado Bruce MacFadden (conservador de
paleontología de vertebrados en el Museo de Historia Natural de Florida),
Krista Church de la Universidad de Florida y la de Texas, y Thomas Stafford
(hijo), de Stafford Research Laboratories, en Colorado, Estados Unidos.
Extraído de Noticias de la Ciencia
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