Dos estudios recientes dirigidos por científicos de la Universidad de
Pensilvania y el Proyecto Genográfico de National Geographic, han aportado
nuevos datos sobre los patrones de migración de los primeros humanos que se
asentaron en América.
Los estudios identifican las relaciones históricas entre varios grupos y comunidades indígenas del norte de América y presentan la primera evidencia clara del impacto genético de las prácticas culturales de los grupos.
Para muchas de estas poblaciones, ésta es la primera vez que se ha analizado su genética a escala de población.
El equipo de científicos encontró evidencias de interacciones entre las tribus durante los últimos miles de años gracias a determinar marcadores comunes en el ADN de personas que viven en la región circumártica. Los investigadores usaron estas pistas para esclarecer cómo los humanos emigraron desde lo que hoy es Rusia y se establecieron en América del Norte hace unos 20.000 años, después de cruzar el puente de tierra que unía ambos continentes, una zona conocida como Beringia.
Theodore Schurr, profesor en el Departamento de Antropología de la citada universidad y el investigador principal para América del Norte del Proyecto Genográfico, ha trabajado en ambos estudios, junto con sus colegas Matthew Dulik, Amanda Owings, Jill Gaieski y Miguel Vilar, también de la Universidad de Pensilvania.
El primer estudio se centró en las comunidades haida y tlingit del sureste de Alaska.
Usando muestras de ADN, los análisis confirmaron que las dos tribus, aunque
tenían algunas similitudes en la composición de su ADN mitocondrial, eran muy
distintas una de la otra. La comparación de muestras de ADN de los tlingit y de
los haida con muestras de otros grupos de la región circumártica sugirió además
que los haida estuvieron relativamente aislados durante un espacio
significativo de tiempo. Los lingüistas ya habían sospechado sobre este
aislamiento.
El otro estudio aborda las historias genéticas de tres grupos que viven en
los Territorios del Noroeste de Canadá: los inuvialuit, los gwich'in y los
tlicho. El idioma de los inuvialuit pertenece a la familia esquimal-aleutiana
de idiomas, mientras que los gwich'in y los tlicho hablan lenguas
pertenecientes a la familia Na-Dene y al subgrupo atapaskan.
Los resultados genéticos del equipo indican varios marcadores genéticos nuevos que definen ramas previamente desconocidas del árbol genealógico de los grupos de la región circumártica. Un marcador, encontrado en los inuvialuit pero no en los otros dos grupos, sugiere que este grupo es resultado de un evento de migración ártica acontecido hace entre 4.000 y 8.000 años, independiente a la migración que dio origen a muchas de las poblaciones que hablan idiomas de la familia Na-Dene.
Extraído de Noticias de la Ciencia
Comentarios