Los restos pertenecen a doce especies distintas
de animales que pudieron vivir en la cueva o fueron introducidos para ser
comidos.
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Cueva de Santa Ana en Cáceres. |
El equipo de
Primeros Pobladores de Extremadura ha descubierto en la cueva de Santa Ana
restos de grandes animales de hace unos 350.000 años.
Los coodirectores del equipo, Antoni Canals y Eduald
Carbonell, han dado a conocer hoy en rueda de prensa los
hallazgos de la XI campaña de excavación en la cueva. Los arqueólogos han
hallado restos de doce especies distintas de
animales que pudieron vivir en la cueva o fueron
introducidos para ser comidos, entre ellos un cráneo de oso “único” en el Calerizo,
según Canals. Además, han aparecido restos de lince, gato montés, lobo,
ciervo o caballo y bifaces o herramientas que utilizaban los humanos.
Canals ha explicado que tras varias campañas de estudio geológico
de la cavidad, en esta ocasión se ha apostado por un nuevo sondeo en el que han
hallado “importantes componentes paleontológicos” para completar el
conocimiento de la actividad económica y social de los homínidos que habitaban
en la cueva.
Además ha señalado que ahora hay que hacer el estudio para
datar los restos, pero que teniendo en cuenta que la cueva se selló hace
120.000 años, y por las características de los restos, algunos tienen unos
350.000 años y se sitúan en el Pleistoceno Medio.
El arqueólogo ha destacado también la importancia de la “diversidad ecológica”
que permitirá estudiar la relación de las comunidades humanas asentadas en el
Calerizo que se sitúan en hace un millón de años.
Una de las primeras conclusiones de esta relación es la “intensa
actividad” del Calerizo en el Pleistoceno y
que las comunidades asentadas en la cueva de Santa Ana explotaban el territorio
por la parte de la dehesa y los humedales del río Salor. Este
descubrimiento de diversidad ecológica se suma a la hallada en la cueva de
Maltravieso, que representa para todo el oeste peninsular la colección “más
grande en biodiversidad del Pleistoceno”.
Por su parte Carbonell ha indicado que se trata de un proyecto a
“largo plazo” y que hay que dar tiempo al estudio, porque tras los últimos
hallazgos “hay muchas posibilidades” de encontrar un homínido. Ha destacado que
en estos doce años se ha podido situar a comunidades de hace un millón de años
y que se trata de la única cueva con achelenses o hendidores africanos de toda
España, pero que aún no se han podido datar.
El proyecto ha servido para formar a 30 arqueólogos, pero ha
lamentado que este año no se haya podido realizar el trabajo de campo con
jóvenes debido a los recortes presupuestarios, ha apuntado. Sobre esta reducción,
que ha pasado de 18.000 a 1.500 euros también ha hablado Canals, que ha hecho
un llamamiento a las instituciones para que el proyecto siga adelante. No
obstante, ha manifestado que el IPHES de
Tarragona, instituto al que pertenecen los dos arqueólogos, sí seguirán
apostando por las excavaciones.
Extraído de LaRepública
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