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Hasta el momento han aparecido fragmentos de
una costilla y de un fémur,
lo que parece ser una falange y la apófisis de un
hueso largo.
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Nuevos restos de neandertales acaban de ver la luz en la cueva piloñesa de
El Sidrón tras más de 49.000 años ocultos entre la tierra y las sombras. El
equipo que capitanea el investigador Marco de la Rasilla, compuesto por una
decena de arqueólogos, ha encontrado más de una decena de huesos durante la
campaña de excavaciones de este año, que comenzó a principios de septiembre y
que aún no ha finalizado. «Hemos localizado otros restos que están aún
encostrados en el yacimiento, así que es más que posible que aparezcan más»,
explicaba ayer De la Rasillla a este periódico. Los hallazgos se produjeron de
nuevo en la Galería del Osario, el lugar del que se han extraído hasta el
momento más de 1.100 fragmentos de huesos de hombre de Neandertal
pertenecientes a 13 individuos, el yacimiento más prolífico de la Península
Ibérica. «Por el momento no podemos afirmar que los restos encontrados
pertenezcan a un nuevo individuo, por lo que seguimos teniendo 13
neandertales», comentaba el también profesor de la Universidad de Oviedo.
Las teorías de trabajo siguen confirmándose año tras año: se sigue buscando
en «otras galerías interiores» el lugar desde el que estos huesos iniciaron, en
un tiempo indeterminado, su viaje hacia la Galería del Osario. Porque se cree
que una corriente de agua los trasladó hasta allí, amontonándolos sin orden ni
concierto, una vez había sido devorada por otros neandertales la carne que los
cubría, según se desprende de las marcas encontradas en los huesos. También se
sigue buscando el posible asentamiento de aquellos homínidos, pero hasta el
momento tan solo aparecen restos de los útiles que utilizaban para sus labores
diarias. «Estamos trabajando en dos zonas, las dos en la Galería del Osario, y
en las dos aparecen restos líticos», detallaba el investigador. «En la primera
zona están los restos humanos, y en estos momentos tenemos más huesos a la
vista, como la apófisis de un hueso largo y lo que podría ser una falange»,
mostraba señalando hacia el lugar más prolífico de la excavación. Ya han extraído
«un fragmento largo de costilla y otro de un fémur, además de muchos otros
fragmentos. Más de una decena», detallaba. «En la segunda zona es donde han
aparecido los restos de animales, que en principio no guardan relación con los
neandertales, ni siquiera sabemos si estaban allí antes o después de que los
restos humanos llegasen a la galería», advierte. Lo que sí tienen claro es que
«los restos de animales no tienen marcas de haber sido comidos por
neandertales, sino por otros animales carnívoros». Todo lo contrario que los
restos óseos, que no habían sido comidos precisamente por animales.
«La campaña está siendo un éxito, estamos muy contentos, y además aún
podemos encontrar algún resto más. Por el momento no hay ninguno espectacular,
y será complicado que aparezca por la alta fragmentación de los mismos»,
advierte De la Rasilla cuando se le pregunta por la aparición de, por ejemplo,
algún cráneo completo. «Si está, lo acabaremos encontrado», dice. La cueva de
El Sidrón sigue dando sus frutos 18 años después del primer descubrimiento.
Extraído de El Comercio
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