El Ayuntamiento ultima las obras e impulsa un plan para restaurar todo el
claustro en 2013.
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La Torre de Don Fadrique, en su estado actual. |
La torre que construyó en 1252 el infante Don Fadrique, hijo de Fernando
III, ha sido durante las últimas dos décadas un palomar cerrado a los
sevillanos y abandonado entre naranjas podridas. Y reabrirla al
público apenas tenía un coste de 18.000 euros. Por eso las delegaciones de
Cultura y Urbanismo decidieron hace unos meses recuperarla a la mayor brevedad.
Los arquitectos de la Gerencia se han encargado de dirigir los trabajos, que permitirán acceder al Convento de Santa Clara de nuevo por su histórica puerta principal, situada en la calle del mismo nombre, y visitar la citada torre medieval a partir del mes de noviembre. De hecho, la arquitecta directora de los trabajos ha confirmado a ABC que las obras se recepcionarán el 20 de octubre. Y la delegada de Cultura, María del Mar Sánchez Estrella, asegura que inmediatamente después entrará un retén de Parques y Jardines para arreglar toda la vegetación de lo que fue el antiguo Museo Arqueológico Municipal entre 1925 y 1946.
De esta manera Sevilla recuperará una de sus joyas
patrimoniales más emblemáticas, sede antaño de espectáculos culturales
en la alberca delantera que hizo Juan Talavera, como primer paso para la recuperación
integral del Convento de Santa Clara. Hasta ahora sólo se ha rehabilitado un
tercio del inmueble, lo que costó al anterior gobierno municipal seis millones
de euros. Restaurar los otros dos tercios costará 15 millones, pero
se hará por fases según el plan que ya se ha marcado la Delegación de Cultura.
La primera de ellas se pretende acometer en 2013 con los tres millones de euros
que se han solicitado al Ministerio de Cultura en aplicación de la ley del uno
por ciento cultural para el patrimonio histórico. El resto de los fondos se ha
solicitado ya a la Unión Europea.
La primera fase pretende rehabilitar todo el acceso desde la calle
Santa Clara hasta la Torre de don Fadrique, incluidos los dos patios
intermedios y las antiguas casas anexas al convento. La idea es poner en valor
estas habitaciones que hasta mediados del siglo XX fueron usadas por diferentes
artistas como estudios de trabajo. El proyecto ya está redactado por
Urbanismo y contempla la puesta en marcha de una cafetería y una
tienda de recuerdos.
Además, en esta fase se pretende habilitar la torre por dentro, ya que con
los actuales trabajos sólo se podrá visitar desde fuera. No obstante,será
limpiada íntegramente para usos concretos hasta que pueda disponerse
de un servicio de control del aforo.
Extraído de ABC Sevilla
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