Un estudio realizado en Botsuana durante 7 años, con 45 hembras de babuino,
concluye que hay individuos mejor dotados que
otros para relacionarse. Se establecen tres tipos de personalidad:
amable, distante o solitaria. Sus habilidades les aporta beneficios en la salud
y éxito reproductivo.
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El estudio se realizó en la reserva de Botsuana Moremi Game. |
Cuanto más se observan, más similitudes
con los humanos encuentran los primatólogos. Tras estudiar el comportamiento de
una comunidad de babuinos en una reserva de Botsuana durante siete años, la
pareja de primatólogos estadounidenses Robert Seyfarth y Dorothy Cheney ha
concluido que estos primates tienen distintas personalidades que les ayudan o
les impiden relacionarse con los miembros de su entorno, con independencia del
lugar jerárquico que ocupen en su sociedad.
Al igual que pasa con los seres humanos,
hay individuos mejor dotados que otros para relacionarse con los miembros de su
comunidad. Además, como suele ocurrir con con las personas, el hecho de contar
con una red social sólida contribuye a que gocen de un mejor estado de salud, a
que sean más longevos y a tener más descendencia.
Así lo aseguran los investigadores de la
Universidad de Pensilvania que firman este estudio realizado en la reserva de
Moreni de Botsuana y que ha sido publicado esta semana en 'Proceedings of the
National Academy of Sciences' (PNAS).
Los autores de estudio, Robert Seyfarth
y Dorothy Cheney, son también pareja en la vida real. Ambos llevan 17 años
estudiando el comportamiento de estos monos africanos, que pueden alcanzar los
75 centímetros de altura. En 2007, el matrimonio publicó el libro 'La metafísica de los babuinos', en el que
recogen parte de los resultados de sus trabajos en Botsuana.
Una sociedad jerarquizada.
Según
explican Seyfarth, profesor de psicología, y Cheney, profesora de biología
(ambos de la Escuela Penn de las Artes y las Ciencias), las sociedades
de babuinos, como las de otros primates, están muy jerarquizadas.
Las hembras heredan de sus madres los puestos de liderazgo que ocupan en su
sociedad, de modo que tienen acceso prioritario a la comida y a copular
con los machos. Sin embargo, pese a estos privilegios heredados de los que
gozan, las hembras que ocupan los primeros puestos de su escala social no
siempre tienen más éxito reproductivo que las que tienen un estatus más bajo.
Según
asegura Seyfarth, tener poder en la comunidad no asegura el éxito
reproductivo ni una red de relaciones sociables estables y duraderas.
Tampoco es determinante para lograrla el hecho de tener numerosos familiares en
la misma comunidad. De hecho, constataron que hay hembras que, a pesar de tener
numerosos parientes, tienen un caracter solitario mientras que otros individuos
sin familia se relacionan bien. Y es que, según han observado, algunos babuinos
son más hábiles que otros a la hora de relacionarse con los miembros de su
comunidad. Los gruñidos que emiten son muy importantes en sus relaciones
sociales.
Amable, distante o solidaria.
La
investigación se llevó a cabo en la reserva natural Moremi Game de Botsuana
durante siete años. A lo largo de este periodo midieron las habilidades
sociales de 45 hembras basándose en la cantidad de parejas que
tenían y su tendencia a mostrarse agresivas o amigables con otros
sujetos. También registraron su éxito reproductivo y su estado de salud:
cuánto tiempo vivían tanto ellas como sus descendientes y sus niveles de
estrés, determinados por la presencia de ciertas hormonas en sus excrementos.
A partir de
sus observaciones, establecieron tres tipos de perfiles distintos, en función
de la personalidad que mostraban: amable, distante o solitaria.
Las hembras
catalogadas como amables se caracterizaban por ser amigables con los otros
miembros de su comunidad y por establecer vínculos sólidos y duraderos con sus
compañeros. Con frecuencia, sus gruñidos (con los que saludan y transmiten
tranquilidad) iban dirigidos a las hembras que tenían un estatus más bajo.
Las
descritas como distantes se mostraban más agresivas y menos amables, y sus
gruñidos eran sobre todo para las hembras líderes del grupo que tenían crías.
Los lazos establecidos con sus compañeros eran más débiles que los de otras
hembras, aunque sí mostraban preferencias claras.
Por último,
las hembras catalogadas como solitarias estaban solas con frecuencia y eran
poco amables. Establecían vínculos débiles con compañeros que cambiaban con
frecuencia y gruñían principalmente a las hembras dominantes sin crías.
Los
científicos concluyeron que de los tres grupos, las solitarias eran las
que presentaban mayores niveles de estrés y tenían vínculos sociales más
débiles. Asimismo, eran las que tenían una esperanza de vida menor y
sus crías tenían tasas de supervivencia inferiores a los de las hembras
catalogadas como amables o distantes.
Los
científicos destacan que se trata de la primera vez que logran vincular los
rasgos de la personalidad con las habilidades sociales y el éxito reproductivo
en primates salvajes: "Los babuinos con buen carácter aumentan sus
probabilidades de tener vínculos sociales, lo que se traduce en más
oportunidades para transmitir sus genes", resume Seyfarth.
Extraído de
El Mundo
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