'Arte sin artistas', una mirada al paleolítico.

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La Venus de Laussel.
El Museo Arqueológico Regional (MAR, Alcalá de Henares) de la Comunidad de Madrid presenta desde mañana martes, 18 de diciembre, la exposición ARTE SIN ARTISTAS. Una mirada al paleolítico, muestra que invita a reflexionar sobre las principales realizaciones plásticas de los seres humanos que habitaron la Tierra en el Paleolítico Superior y que comenzaron a dibujar, pintar, esculpir, grabar y modelar la propia historia.
La muestra, a través de 10 unidades temáticas, descubre el medio físico en el que se desenvolvió su vida, su configuración mental y anatómica, sus útiles y técnicas, los motivos que representaban, la materialización de su expresividad plástica en cuevas o al aire libre, el significado de sus símbolos así como la trayectoria de la investigación. ARTE SIN ARTISTAS incluye piezas procedentes de yacimientos que componen el imaginario mítico del arte paleolítico: Altamira, Tito Bustillo, El Castillo, Entrefoces, Morin, Lussac, Laugerie, La Madeleine, La Ferrassie, La Marche, Solvieux, Mas D’Azil, Isturitz, Trois-Frères, etc.
Préstamos franceses.
En esta ocasión, el Museo Arqueológico Regional ha elaborado este proyecto gracias a significativos préstamos de instituciones francesas como el Museo Nacional de Prehistoria de Francia en Les Eyzies-de-Tayac (Dordoña), el Museo de Arqueología Nacional de Francia de Saint Germain-en-Laye, el Museum Nacional de Historia Natural (Museo del Hombre) en París, el Museo de Aquitania en Burdeos, la Institución Grands Sites de Ariège Midi-Pyrénnées, Museo de la Prehistoria de Mas D’Azil, Parque Arqueológico de Tarascon-Sur-Ariège, el Grupo Audés de Estudios Prehistóricos y la Dirección General de Asuntos Culturales de Languedoc-Rousillon.
Por parte española han colaborado los museos Arqueológico Nacional, Altamira, Museo Nacional de Ciencias Naturales, Arqueológico de Asturias, Prehistoria de Valencia, de Segovia, el Aula Arqueológica de Siega Verde (Junta de Castilla y León) y las universidades Nacional de Educación a Distancia (UNED) y Complutense de Madrid.
Clima y animales.
Un cartel con el título de la exposición y la mítica Venus del cuerno de Laussel, procedente del Museo de Aquitania en Burdeos (Francia), da la bienvenida al visitante a la exposición. A continuación el espectador se sumerge, a través de la recreación del despacho de un investigador de los años 70, en el mundo de la historiografía y de los investigadores de estas primeras manifestaciones artísticas de la humanidad.
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El discurso expositivo continúa tratando de explicar como cambia el clima a lo largo de la historia, terminando en el periodo del Pleistoceno Superior, en el que se desarrolla el arte paleolítico. Se exponen los diferentes animales que poblaron el continente europeo, así como los distintos biotopos existentes y sus cambios a lo largo del tiempo, influidos por los períodos glaciares e interglaciares. Sin olvidarse de explicar cómo son las cuevas y los sistemas kársticos, por qué se habitan y por qué se abandonan, quiénes eran las gentes que las habitaban y la función de los objetos y materiales que utilizaban en cada periodo, las técnicas empleadas, así como la distinta temática representada: zoomorfos, antropomorfos y signos.
El concepto de arte.
Las últimas unidades temáticas de la exposición descubren el arte paleolítico al aire libre, sus características naturalistas que lo diferencian de las artes de otras épocas, la polémica sobre su autenticidad y los diferentes soportes sobre los que se plasmaron estas manifestaciones y su distribución geográfica, además de hacer reflexionar al visitante sobre el concepto del arte.
Con motivo de esta muestra, el Museo Arqueológico Regional ha editado un catálogo con 704 páginas, con una explicación ampliada del recorrido por la exposición escrita por el comisario, Sergio Ripoll, y en el que también han participado 37 estudiosos del arte paleolítico.
Como imagen de la exposición se ha creado una ilustración realizada por el pintor Arturo Asensio que imagina una escena en la que una joven chaman magdaleniense, acompañada de un bebé lactante, y otro espécimen infantil, está grabando y pintando el techo de los polícromos de Altamira. Dicha imagen pretende llamar la atención sobre lo mucho que aún queda por investigar en relación con el arte paleolítico.

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