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Belmaco sigue arrojando “luz” sobre la prehistoria palmera.

Las lluvias dejan al descubierto una estratigrafía que puede tener 2.000 años.

La lluvia deja al descubierto nuevos niveles estratigráficos de mayor profundidad que los anteriores en la Cueva de Belmaco, en Villa de Mazo, que pueden datarse en fechas cercanas al inicio de la Era actual, hace 2.000 años. 
El yacimiento arqueológico de Belmaco, en Mazo, el más antiguo de Canarias, sigue sorprendiendo a los expertos que han podido comprobar sobre el terreno cómo las últimas lluvias han dejado al descubierto una potente estratigrafía, totalmente desconocida, que puede datarse en fechas cercanas al inicio de la era actual, hace 2.000 años, y que permitirá arrojar luz sobre la prehistoria de este lugar histórico y sus usos, que tanto ha dado que hablar y del que tanto se ha escrito.
La consejera de Cultura, María Victoria Hernández, visitó el yacimiento acompañada de los arqueólogos Juan Francisco Navarro, Antonio Tejera Gaspar y Jorge Pais, para conocer la importancia del nuevo hallazgo, y anunciar una actuación de urgencia para iniciar los trabajos de investigación y protección ante el riesgo de derrumbe existente. De momento, se han encontrado fragmentos de cerámica, y también restos óseos de animal, cuya antigüedad oscila entre el año 300 y el 900 después de cristo y que van a ser expuestos en el centro de visitantes de este yacimiento. Llama la atención que en las excavaciones realizadas a mediados del siglo pasado eran poco los materiales encontrados, sin embargo en la zona descubierta tras las lluvias, según la consejera, es ingente el material que se ha descubierto en superficie.
El arqueólogo Juan Francisco Navarro explicó que el paquete estratigráfico que la lluvia ha dejado al descubierto en Belmaco es muy potente, de tres o cuatro metros, y que "no se parece en nada a la que conocíamos hasta ahora de Belmaco", lo que "nos da la oportunidad de hacer algún tipo de pequeña investigación o excavación arqueológica que nos ayude a saber qué fue exactamente Belmaco, para que sirvió, qué cosas se hicieron aquí, porque las excavaciones que han hecho son de 1960 y de principios de los 70, en las que se utilizaron unas técnicas y unos procedimientos de análisis que hoy en día están superados por otras muy avanzadas que quizás nos permitirán obtener muchísima más información de la que en aquel momento se obtuvo".
Este especialista abogó porque, paralelamente a las medidas que la administración tome para salvaguardar que sigan produciéndose estos accidentes, se haga una investigación arqueológica de urgencia, muy localizada, que "nos permita obtener esa información de la que estábamos hablando y que evite que ese paquete que está al descubierto se desplome por efectos de la erosión".
Según explicó, "lo que hemos visto es una serie de estratos, secuencias, totalmente distintos a lo que se conocían, que era una alternancia de capas de carbón, cenizas, suelo, que aquí es diferente a lo que existe en el lado izquierdo de la cueva y que excavó Mauro Hernández ". Se cree que por debajo de lo excavado, hay por lo menos más de un metro de espesor que es anterior a los más antiguo que excavó Hernández.
Cerámica de la fase uno.
Por su parte, Jorge Pais, comentó que los fragmentos encontrados la mayoría son de la fase 3A que aparecen debajo de lo que excavó en su momento Mauro Hernández, pero "debemos tener en cuenta que por debajo están la fase cerámica 2 y la 1, que ojalá la encontremos aquí, porque la 1 es la más antigua y aprovecharíamos para hacer estudios de todo, ya que en la prehistoria de La Palma adolecemos mucho de este tipo de trabajos".
"Yo estoy seguro de que hay cerámica de la fase uno, de la más antigua, mientras que para Mauro la más antigua aquí era la dos. Estamos hablando de un poblamiento, de los primeros que llegaron a la Isla; los arqueólogos suponemos que los primeros que llegaron a la Isla entraron por esta zona y hay pocas cuevas que reúnan las condiciones de habitabilidad que tiene Belmaco", señaló Pais. La fecha más antigua que hay contrastada de La Palma es del 2000-2200 antes de Cristo, siglo II antes de Cristo. "Suponemos que esos restos están debajo, mientras que los que se han mostrado son de la fase 3A, del año 300 después de cristo uno de ellos, el más antiguo, pero hay otros de las 3D, que sería el año 800-900. Es decir en esos cachitos puede haber 500 años de diferencia".
Pais recalcó que Belmaco es el yacimiento arqueológico más antiguo de Canarias, los primeros datos son de 1752, "y yo no conozco otros yacimientos de cuevas de habitación con grabados rupestres". Recordó que Luis Diego Cuscoy encontró un enterramiento y "estamos hablando de estaciones de grabados rupestre, enterramiento, cueva de habitación y a saber qué más. Belmaco era algo muy importante dentro de la prehistoria de La Palma y seguramente fuera del archipiélago la mayoría de los investigadores, si le preguntas por Belmaco, saben que está en la isla de La Palma. Es muy importante". Por lo que también dijo que hay que hacer una intervención, "hay que intentar sacar la información que ha aparecido ahí, pero también otra cosa urgente es la protección del yacimiento y evitar que otra riada genere problemas. El agua llegó ahora hasta prácticamente un metro de los grabados rupestres".
Según explicó Pais, la actuación de urgencia que se debe llevar a cabo pasa por limpiar la oquedad que ha dejado la lluvia para que "quede una estratigrafía vista y aprovechar 20-30 centímetros, además hay que colocar un andamio y la idea es ir bajando y aprovechar todo ese trabajo para recoger muestras y obtener dataciones".
Totalmente desconocido.
Antonio Tejera Gaspar, por su parte, puso en valor cómo un hecho negativo como es este puede dejar al descubierto un aspecto arqueológico totalmente desconocido que "lo que puede hacer es enriquecer lo que ya conocíamos sobradamente de la existencia de este yacimiento espectacular desde mediados del siglo XVIII y que ya queda citado por Viera y Clavijo entre otros autores".
Para Tejera Gaspar el hecho de que este yacimiento mezcle "paquetes estratigráficos, es decir referencia estratigráfica donde se pueda seguir una secuencia histórica que ahora mismo no sabemos hasta dónde llega, porque si estamos suponiendo que lo más antiguo nos lo ha descubierto el "agua", y efectivamente un resto de un enterramiento en su momento la presencia de esos grabados rupestres, a mí me queda la duda, y lo he expresado en algún lugar, de que es este yacimiento podía haber tenido al mismo tiempo una función de lugar de habitat, es decir de vivienda, pero también de carácter religioso porque está asociado con las aguas, con grabados rupestres, que son elementos simbólicos muy importantes, y todo eso hace que este yacimiento sea singular, no hay nada igual con estas características en La Palma". Además, destacó que el hecho de que este yacimiento sea el primero que llega a conocerse en la arqueología canaria le aporta la singularidad de lo antiguo, que "lo hace especialmente atractivo para la arqueología, para la historia y para la referencia de los canarios y de los palmeros".
Colaboración.
La consejera, María Victoria Hernández, confía en que el Gobierno canario colabore con el Cabildo en la actuación de urgencia que va a llevar cabo en Belmaco para proteger e invetigar el nuevo hallazgo, "por eso lo primero que hicimos fue traer a los arqueológos para que nos dijeran si tenía la importancia que creíamos que tenía, nos dicen que sí, y ahora nos ponemos en marcha".
El Caboco de Belmaco fue descubierto en 1762 por el gobernador militar de la Isla, Domingo van de Walle, quien fue el primero en realizar copias y estudios de los grabados.
Vía: elapuron

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