En la imagen aparece las cuevas del monte Carmel, en Israel, donde se han hallado restos de la cultura Natufiense. |
En
las cuevas del monte Carmel, en Israel, se han descubierto miles de huesos de
animales, entre los que se incluyen restos de aves, tortugas, gacelas,
jabalíes, liebres comunes y garduñas. Pero lo interesante es que estos huesos han
aparecido, junto a restos humanos, en el mismo lugar donde los grupos de cazadores-recolectores
de la cultura Natufiense enterraban a sus muertos, hace entre unos 13.000 y 12.000
años.
Dani
Nadel, de la Universidad de Haifa, apoyado por otros miembros de un equipo
internacional de investigación, cree que los huesos de animales son la evidencia
de las comidas comunales que se celebraron en lugar de las tumbas. Se argumenta
que los restos animales muestran señales de carnicería. En palabras de Reuven
Yeshurún, también de la Universidad de Haifa, "el agrupamiento atípico y
meticuloso de los huesos sobrantes indica que los restos tuvieron cierta
importancia después de las comidas”. Por tanto, es posible que tuvieran alguna
función ritual en el proceso de enterramiento.
Vía: Haaretz
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