Durante las obras
de una carretera cercana a Ramla, en el centro de Israel, se ha puesto al
descubierto los restos de una finca del siglo XI. Se piensa que perteneció a
gente de clase alta porque la construcción tiene un jardín y una fuente decorada
con mosaicos. Es la primera vez que se ha encontrado una fuente de este tipo
fuera de los barrios más ricos de la antigua Ramla.
Según Hagit Torge,
miembro de la Autoridad de Antigüedades de Israel, parece que se trata de un
edificio privado perteneciente a una familia rica y que la fuente fue utilizada
como parte de la ornamentación del jardín. Lo curioso es que se conserva, a parte
del mosaico, toda su red de tuberías de terracota, que están en relación con
una serie de tinajas de piedra que han sobrevivido. Cerca de la finca, los
arqueólogos también han encontrado una gran cisterna y un sistema de tuberías y
canales empleados para el transporte de agua.
Asimismo, en el
mismo lugar, también se han encontrado lámparas de aceite, piezas de muñecas
hechas de huesos y un sonajero. Posiblemente, la finca fue abandonada, en el
siglo XI, después de unos terremotos que se produjeron en esta zona.
Vía: Live Science
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