Imagen de Charles Darwin. |
Un equipo de
investigadores escribe en la última edición de 'Proceedings of the National
Academy of Sciences' que la relación de especies nativas y nuevas no es tan
importante como los detalles de cómo van haciendo sus contactos. El modelo que
han desarrollado al analizar el dilema de Darwin sobre especies invasoras
podría dar lugar a una nueva forma de medir su potencial, un problema ecológico
y económico importante sobre cómo las plantas y los animales se han extendido a
nuevos hábitats en todo el planeta.
Durante más
de un siglo y medio, los científicos han recurrido a Charles Darwin y a su
"enigma de adaptación", en el que si una especie animal invasora está
estrechamente en contacto con las especies en un área nueva, debe encontrar un
hábitat más acogedor. Por otra parte, según escribe Darwin en 'El origen de las
especies', cabe esperar competencia de las especies con las que se relaciona y
ataques de sus enemigos naturales, como los depredadores y parásitos.
"Pensamos que sabíamos cómo ocurrieron las cosas, pero tal vez no
sucedieron de esa manera", afirma Emily Jones, investigadora en Ecología
Evolutiva de la Universidad de Rice, en Houston, Texas, Estados Unidos, que
comenzó sus reflexiones sobre el dilema de Darwin mientras era científica
postdoctoral en el Laboratorio de Richard Gomulkiewicz de la Universidad
Estatal de Washington, también en Estados Unidos.
Darwin se
centró en las relaciones ecológicas entre las especies, pero estos investigadores
han investigado los fenotipos de las especies, las características por las que
surge una planta o cómo los genes de los animales interactúan con el medio
ambiente. En el proceso, encontraron que las relaciones ecológicas sólo son un
predictor débil de éxito de un invasor.
Según
Jones, los científicos quieren ver qué especies invasoras están relacionadas y
qué interacciones de las especies son importantes para la comprensión de su
supervivencia. Pero, explica Jones, "entonces habrá que ver cómo funcionan
esas interacciones", comparando el mecanismo de su interacción y los
rasgos que comparten.
Vía: Europapress
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