Los entierros pertenecen a uno de los grupos de habla náhuatl más combativos contra el avance de los conquistadores españoles.
Al realizar trabajos de liberación y consolidación en el sitio arqueológico Las Ventanas, en el sur de Zacatecas, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) localizó siete entierros caxcanes, que corresponden a la última ocupación de este grupo, entre 1200 d.C. y las primeras décadas del siglo XVI.
De acuerdo con el arqueólogo Marco Antonio Santos Ramírez, responsable de las exploraciones en el sitio que se ubica a ocho kilómetros de la cabecera municipal de Juchipila, "cinco de los entierros corresponden a niños de entre uno y cinco años aproximadamente".
Los entierros, pertenecientes a uno de los grupos de habla náhuatl más combativos contra el avance de los conquistadores españoles, se hallaron en posición decúbito dorsal flexionado y sin mayor ofrenda de acompañamiento, informó el INAH, a través de un comunicado.
Además de los hallazgos antes citados, fueron recuperados algunos objetos de cobre y de concha, los cuales corresponden al periodo Epiclásico, lo que hace pensar que el sitio tuvo en esta fase, 700 y 1200 d.C., una estrecha conexión con otros de la costa del Pacífico y de las culturas de Occidente.
El director del Proyecto Arqueológico Las Ventanas señaló que las crónicas señalan que fueron las mujeres, los infantes y los ancianos caxcanes quienes permanecieron en esos sitios, mientras los jóvenes participaban en las batallas de la Guerra del Mixtón, que tuvo su parte álgida en la región hacia 1541-1542.
Aunque este contexto arqueológico podría coincidir con lo señalado en las fuentes históricas, se han enviado muestras óseas al Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad, en Irapuato, Guanajuato, para confirmar o descartar su filiación biológica.
Los trabajos que ha emprendido el INAH se han enfocado en la Plaza de los Dos Altares, uno de los espacios que forman parte de las terrazas del sitio, en su parte este.
Las construcciones, que se encuentran en las faldas y en la cima del Cerro Las Ventanas, datan de su época de mayor ocupación, entre 700 y 1200 d.C., durante el Epiclásico.
La plaza, de 150 metros de largo por 180 metros de ancho, está constituida por dos altares de cinco metros por lado al centro de la misma y está flanqueada por construcciones que estuvieron destinadas a la élite.
La distribución de la plaza coincide con la arquitectura de Occidente, de la región de Ixtlán del Río, Nayarit. Sin embargo, se trata del primer registro de este patrón arquitectónico para lo que hoy es Zacatecas, ya que nunca se habían reportado dos altares al interior de una plaza y con la disposición de los elementos que la cierran por sus costados norte, sur y oeste", refirió Santos Ramírez.
Las fortalezas, dijo, eran punto de reunión para las ceremonias públicas. En el caso de la Plaza de los Dos Altares, ésta se encuentra orientada a la salida del sol, al este, donde se levanta la Sierra de Nochistlán, que fue usada como un calendario de horizonte.
El investigador del Centro INAH Zacatecas precisó que la escalinata central está orientada aparentemente hacia los equinoccios, lo que creaba un juego de luces y sombras que, de acuerdo a la disposición del par de altares, estaría marcando momentos importantes dentro del año ritual.
Por otro lado, es de mencionar que en 2014 las labores del proyecto estarán enfocadas a la recuperación de la casa acantilado que da nombre a la zona arqueológica, afectada por el graffiti y la fauna nociva.
Este elemento, situado en la parte media del cerro, es hasta ahora el más sureño dentro de la tradición de este tipo de construcción, que se halla desde el oeste estadounidense, continuando por Chihuahua y Durango.
Además, en los próximos años se estimará la liberación de algunas de las estructuras que conforman el área ceremonial del sitio, en la cima del Cerro Las Ventanas, entre ellas la Gran Pirámide y el Patio Principal.
Vía: Excelsior
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