La Ceiba, el árbol sagrado de los Mayas. |
Desde el período preclásico, los Mayas concibieron al Cosmos como una estructura dividida en tres niveles sobrepuestos: El Mundo Superior compuesto de 13 cielos. El Nivel Medio, representado por Witz, la Montaña Sagrada, o el nivel mundano en donde vivimos, que es la fuente de sustento de la vida y en donde el maíz sagrado fue cultivado como alimento. Y, el Nivel Inferior, generalmente relacionado con el mundo acuático, con sus 9 niveles del Inframundo. Este es a dónde van los muertos cuando se terminan sus vidas.
La Ceiba era un árbol sagrado para los Mayas. La altura de este árbol hizo creer a los Mayas que sus ramas soportaban a los cielos, mientras que sus profundas raíces eran los medios de comunicación entre el mundo de los vivos y el Inframundo. Pueden observarse elementos religiosos en los entierros. Los Mayas siempre mostraron un respeto especial por los muertos y colocaron ofrendas funerarias, las cuales consideraban podían serles útiles en la vida después de la muerte. El cuerpo era colocado en una posición extendida con la cabeza hacia el Norte. Dependiendo del estatus social, el cuerpo era enterrado con ofrendas de cerámica policromada y objetos sagrados hechos de jade, obsidiana y conchas.
Los templos en los sitios Mayas se asemejaban a las montañas sagradas y las tumbas de los gobernantes eran colocadas en su interior, ya que después de la muerte ellos servirían como mediadores entre los dioses y su pueblo. Las cuevas eran consideradas como los medios de comunicación con el Inframundo. Los cuerpos de los muertos eran colocados en las cavidades de piedra caliza, en donde iniciaban su viaje final. Los gobernantes eran depositados con sus ofrendas, las cuales les serían útiles en los 9 niveles del Inframundo, hacia su destino final. El tiempo y el espacio eran de vital importancia para Los Mayas.
El ciclo del maíz, el de los ciclos de las estaciones y los de la vida humana. Todas conformaron su visión del mundo, y eran compartidos por gobernantes y gobernados. Su Visión del Mundo o Cosmogonía estaba relacionada con los mitos de la creación y con su sistema de creencias religiosas, enlazando cuerpos celestiales con animales que tenían grandes poderes (tales como la dualidad Sol-Jaguar) y sus transformaciones subsecuentes en deidades sobrenaturales.
Las creencias religiosas y la reverencia hacia las deidades principales datan del Período Preclásico y son evidenciadas. Se fueron consolidando a través de sus manifestaciones artísticas, tales como la pintura y la escultura. Las Serpientes de Dos Cabezas, El Dios Jaguar, Los Dioses Bufones, Las Aves Celestiales y Las Grutas, que representaron el concepto simbiótico Tierra-Inframundo, también fueron encontrados en otras expresiones artísticas de civilizaciones mesoamericanas desde tiempos remotos.
Los Mayas vinculaban un color específico con cada uno de los puntos cardinales, rojo para el Este, blanco para el Norte, negro para el Este y amarillo para el Sur.
Vía: Mexigotours
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