Arqueología pitiusa: concluye la tercera campaña de excavación en el Cap II.

La tercera campaña de excavación en el Cap II concluye el jueves y los expertos anuncian que presentarán alguna sorpresa reveladora.

El grupo de investigadores restaura la pared de uno de los espacios utilizados como viviendas.
Desde el pasado 26 de marzo un grupo de arqueólogos e historiadores busca entre las piedras del poblado prehistórico de es Cap de Barbaria II, en Formentera, indicios y pruebas que ayuden a reconstruir la historia de esa época, entre el 1.800 y el 1.500 antes de Cristo. Un periodo del que se van desvelando incógnitas al mismo tiempo que los especialistas van descubriendo piezas de museo.

Desde el pasado 26 de marzo un grupo de especialistas en arqueología e historia desarrolla la tercera excavación del poblado prehistórico de es Cap de Barbaria II, un auténtico filón para conocer cómo vivían, qué comían y con quién comerciaban los primeros pobladores de Formentera que llegaron por mar y se asentaron en la parte sur de la isla en el segundo milenio antes de Cristo. De hecho, alrededor de este yacimiento se han localizado 21 más, de similares características, aunque el trabajo de campo se centra en este gracias a la financiación del Consell Insular de Formentera. El patrocinio científico es compartido entre la Universitat Pompeu Fabra (UPF), la Universidad de Cantabria (UC) y el Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES).

El grupo lo componen unos 15 voluntarios, todos especialistas en distintas ramas de la arqueología, que trabajan bajo la dirección de Pau Sureda, investigador principal de la UPF, Edgard Camarós, del IPHES, y Marián Cueto y Luis Teira de la UC. Está previsto que este jueves terminen esta tercera campaña, que se clausurará a las 20.30 horas en la sala de actos del área de Cultura con una charla, abierta al público en general, donde desvelarán algunas sorpresas producto de sus recientes hallazgos y que de momento mantienen en secreto.

Pau Sureda explica que los trabajos que han realizado estos días se centran en la excavación de los distintos niveles de una estructura de hábitat doméstico donde también han encontrado un punto de combustión, utilizado para cocinar. Pero la principal tarea consiste en restaurar una de estas estructuras utilizadas como vivienda y en la que convivían humanos y animales bajo el mismo techo. Se trata de una construcción naviforme que se está recomponiendo con el objetivo de que este poblado, en que el que llegaron a vivir unas 30 personas, pueda entenderse a simple vista por los visitantes.

Se trata fundamentalmente de recolocar la piedras existentes en su sitio, consolidando los muros y nivelando la parte enlosada. Sureda señala que los objetivos científicos giran en torno a la «comprensión y caracterización de las comunidades prehistóricas y sus dinámicas sociales». También acotarán la cronología de las distintas fases documentadas y el registro de los materiales hallados. Finalmente los expertos, mediante el estudio de los materiales encontrados que no son propios de Formentera, establecerán las rutas de comercio de larga distancia que conectaron el Mediterráneo occidental y la vertiente Atlántica de la Península Ibérica, al finalizar la Edad de Bronce.

Edgard Camarós está desarrollando una nueva investigación centrada en el estudio de cuevas en busca de restos humanos, ya que siguiendo las costumbres de esa época, lo enterramientos se solían realizar en esos entornos. Las distintas localizaciones de cuevas se han realizado con el apoyo del grupo Colgados de Formentera, que ha facilitado la seguridad. Este acercamiento les ha sorprendido al encontrar restos humanos, aunque Sureda subraya que «es prematuro asegurar que sean prehistóricos».

También han montado un laboratorio en el albergue juvenil donde el Consell los aloja y en el que trabajan por las tarde recomponiendo piezas de cerámica, entre otros materiales.

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