Un
análisis reciente revela que los británicos momificaban a sus muertos en la
Edad del Bronce
Esqueleto descubierto en Bradley Fen, Inglaterra |
Autor| José Antonio Cabezas Vigara
Antrophistoria - Gran Bretaña, con su clima lluvioso,
no parece contar con las mejores condiciones ambientales para poder preservar
los cuerpos humanos a través del tiempo. Sin embargo, un nuevo análisis
científico practicado sobre unos antiguos restos
óseos revela que en la Edad del
Bronce se practicó la momificación en Gran Bretaña.
Concretamente, los
arqueólogos han descubierto que los
restos humanos habían sido preservados de diversas maneras durante la Edad
del Bronce, un período que se desarrolló entre los años 2200 a. C. y 750 a. C.
Los huesos analizados,
a primera vista, parecen no haber
pertenecidos a cuerpos momificados, según los investigadores. Eso se debe a
que el clima húmedo de la región, con el paso del tiempo, ha ido desintegrando
el tejido carnoso y la piel de los cuerpos a los que pertenecieron los huesos
allí enterrados. Pero los últimos hallazgos evidencian una realidad diferente y
permiten identificar posibles momificaciones en el Bronce británico.
“Los resultados
demuestran que las poblaciones de la Edad del Bronce, en toda Gran Bretaña, practicaban la momificación a una
proporción de sus muertos, aunque los criterios para la selección aún no
están seguros”, indicó Thomas Booth, un estudiante postdoctoral de Ciencias de
la Tierra en el Museo de Historia Natural de Londres.
Cuando las
personas mueren, las bacterias
intestinales, que por lo general ayudan en el proceso de la digestión, se vuelven contra el cuerpo inerte y
comienzan a atacar sus tejidos blandos desde las primeras horas de la muerte.
Estas bacterias
intestinales pueden llegar a penetrar en los huesos, dejando tras de sí pequeños túneles microscópicos, para devorar
las proteínas de los restos óseos del cadáver, según los investigadores.
Los arqueólogos
han detectado multitud de estos minúsculos túneles bacterianos, que son
producto de la conocida como bioerosión
bacteriana, en multitud de huesos. No obstante, si el cuerpo ha sido
momificado, o deliberadamente conservado con técnicas naturales y de origen antrópico,
los huesos no suelen presentar muchos
túneles microscópicos, o incluso ninguno, según Booth.
Cuando este
investigador, y sus compañeros, examinaron los esqueletos provenientes de la Edad
del Bronce británica, se percataron de que había pocos o ningún signo del
proceso bioerosivo de las bacterias. Esto se puede explicar, según Booth,
porque en estas fechas se practicó algún
tipo de proceso de momificación a los cadáveres, aunque posteriormente el
tejido blando se degradara a causa del clima húmedo.
Para llegar a esta
conclusión, los investigadores llevaron a cabo análisis microscópicos a 301 esqueletos
de personas desenterradas en 25 yacimientos arqueológicos europeos diferentes. De todos los
restos, 34 individuos provenían de la Edad del Bronce. De estos 34 individuos,
18 mostraban síntomas de haber sido enterrados inmediatamente y los otros 16 mantenían sus huesos en un estado de
conservación excelente, lo que parece indicar que estas personas de la Edad
del Bronce fueron momificadas después de su muerte.
Los resultados de
la investigación arrojan luz sobre las diferentes formas de tratamiento de los
muertos en esta época y, por qué no, da pistas de cómo se organizaban las
sociedades europeas del Bronce. Es probable que estos antiguos británicos utilizaran varias formas de momificar a los
muertos, como colocarlos temporalmente en pantanos, ahumándolos sobre el fuego
o simplemente, según Booth, retirando sus órganos después de la muerte.
Autor| José Antonio Cabezas
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