La
tumba de Anfípolis es la más monumental descubierta hasta ahora de la antigua
Grecia, pero todavía se desconocen muchos datos de ella
Autor| José Antonio Cabezas Vigara
Antrophistoria - Ríos se tinta corren ya sobre el
descubrimiento y la excavación de la monumental tumba de Anfípolis desde su descubrimiento en Macedonia en el año
2012. Y no es para menos, ya que se trata de uno de los mayores monumentos
funerarios de la antigua Grecia descubiertos en tierras helenas hasta
ahora. Es incluso más monumental que el Gran
Túmulo de Vergina, donde descansan los restos mortuorios del padre de
Alejandro Magno, Filipo II de Macedonia.
El equipo de
arqueólogos, que comenzó a excavar la tumba en el año 2014, pronto se percató
de que el conocido León de Anfípolis
estuvo situado en lo más alto del túmulo funerario. Siempre se ha pensado,
por este motivo, que el posible ocupante de la tumba pudo ser el general
Laomedonte de Mitilene, que el arqueólogo Oscar Broneer relacionó con la
escultura felina en 1940. No obstante, además
de Laomedonte de Mitilene, se han propuesto otros muchos personajes históricos
del siglo IV a. C., siempre relacionados con la nobleza macedonia de la
época y, sobre todo, con Alejandro Magno.
Por fin, en
septiembre de 2015, un grupo arqueológico dirigido por Katerina Peristeri ha
anunciado que, según los resultados de su investigación, el monumento funerario
pudo haber sido levantado por orden de
Alejandro Magno como homenaje a Hefestión. Además, muy probablemente, la
construcción pudo haber sido llevada a cabo por Dinócrates, el gran arquitecto,
urbanista y asesor técnico de Alejandro.
Katerina Peristeri,
en estos últimos días, ha afirmado en una conferencia de prensa que la tumba
abovedada de Anfípolis era un monumento funerario a Hefestión Amíntoros. Se trata
de un noble y general macedonio, que ejerció
como hombre de confianza de Alejandro Magno tanto en la guerra como en las
tareas de gobierno.
En el proceso de
excavación, al menos cinco esqueletos han
sido encontrados en la tumba, además de unas estatuas gemelas de esfinges y
mujeres jóvenes, un friso pintado y un piso de mosaico.
Peristeri sostiene
que algunas inscripciones fragmentarias que
han aparecido en la tumba vinculan al monumento con Hefestión y, además, en
la excavación se halló una moneda de la época de Alejandro que la ubica
cronológicamente. La arqueóloga ha confirmado que el mausoleo fue construido entre los años 325 a. c. y
300 a. C., aunque posteriormente fue enterrado para protegerlo de los actos
vandálicos.
No obstante, según
Peristeri, no hay evidencias de que
Hefestión fuera enterrado en ese lugar, sino que más bien la construcción
de Anfípolis formara parte de una serie de monumentos que Alejandro Magno erigió
a su memoria allá por el año 324 a. C.
En contra de esta
postura, Panayiotis Faklaris, de la
Universidad de Tesalónica, ha recriminado que “no hay ninguna base histórica ni científica” que apoye esta hipótesis.
Es más, para él “Hefestión no tenía ninguna conexión con Anfípolis”.
Autor| José Antonio Cabezas
Vigara
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