Proponen un modelo evolutivo del cuerpo
humano en cuatro fases fundamentales, según un estudio de los restos óseos de
Atapuerca
Cuatro etapas de la evolución humana |
La evolución humana u hominización, como sabemos,
es un proceso evolutivo biológico de nuestra
especie que va desde nuestros ancestros más antiguos hasta el ser humano
moderno. Para el estudio de dicho proceso es necesario contar con los
resultados de los diferentes análisis interdisciplinares
que la comunidad científica va haciendo bien de los nuevos restos óseos
que aparecen en las diferentes excavaciones arqueológicas o bien de la reinterpretación
de los ya conocidos.
Son muchas las conjeturas que salen sobre cómo pudo ser este confuso proceso de hominización. De hecho,
recientemente, un equipo de investigación internacional ha lanzado una nueva
hipótesis en la que explican que el ser
humano pudo haber evolucionado principalmente en cuatro fases o diseños
anatómico-funcionales. Se basan en el análisis de los restos óseos fósiles
hallados en el yacimiento burgalés de la Sima de los Huesos, en Atapuerca.
Los investigadores, que han publicado su estudio en la revista PNAS de la
Academia de Ciencias de Estados Unidos, han analizado todo el muestrario de fósiles
de los esqueletos postcraneales, fechados en unos 430.000 años de antigüedad,
aparecidos con el tiempo en este yacimiento
de la Sima de los Huesos. Se trata de un período anterior a la aparición de
los neandertales y de los humanos modernos.
En este artículo de la revista PNAS, los especialistas especulan con que el
cuerpo humano pudo haber evolucionado según cuatro
grandes patrones sucesivos. Se trata del ardipitecus, un
género fósil de primates homínidos arborícolas y ocasionalmente bípedos; los australopitecus, que ya
son bípedos aunque con importantes capacidades arbóreas; los humanos arcaicos
como los Homo erectus o los pobladores de la Sima de los Huesos,
totalmente bípedos y poseedores de un cuerpo más alto y esbelto que otros tipos
somáticos anteriores; y el ser humano
moderno, que cuenta ya con un esqueleto grácil que lo hace más alto y estrecho.
Según el estudio publicado, el somatotipo
de los neandertales pudo haber pertenecido al tercer patrón de los
nombrados anteriormente, aunque estos ejemplares pudieron haber desarrollado
ciertas características propias. Algunas de estas particulares, de hecho, ya aparecen
insinuadas en la población de la Sima de los Huesos y nos ayudan a entender
mejor el origen de los rasgos característicos de los neandertales.
Autor| José Antonio Cabezas Vigara
Vía|
Blasting
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Imagen|
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