Jaime I, el rey de los
valencianos
Fuertes ráfagas de
viento golpeaban la fachada del castillo. El aire gélido reptaba por los muros
provocando estridentes y tenebrosos sonidos. Los copos de nieve chocaban contra
una ventana de la cual surgía una intermitente luminosidad, producida por
candelabros. En el interior de la estancia, los
reyes y parte de la nobleza discutían
sobre el nombre del futuro heredero.
Fue la misma reina quien, después de unas reflexiones, depositó sobre la mesa
doce velas y se dirigió hacia los presentes:
- Encenderemos estos cirios y dotaremos a cada uno con el
nombre de un apóstol. El
último en apagarse será el nombre que elegiremos para mi vástago.
Ante la genialidad de la reina todos asintieron, mostrando su conformidad. Ordenó prender las velas y tras unos largos e intensos minutos, la vela que más aguantó fue la del apóstol Jaime. Así es cómo según la leyenda pasaría a llamarse el futuro conquistador y rey de los valencianos: Jaime I. Este hecho y muchos más son contados en las crónicas que el mismo Jaime escribió y en las que incluye sus peripecias por la costa del Levante.
Autor| AntonioPascual García
Imagen| Onda 3
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