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Escipión el Africano y su espectacular victoria sobre Carthago Nova

En la II Guerra Púnica, Escipión el Africano toma la capital cartaginesa, Qart Hadasht, en tan sólo seis días

Recreación de Carthago Nova en época romana
En el año 219 a. C., tras varios años de paz, Aníbal Barca decide romper el pacto con los romanos, pasa a la ofensiva y ataca Sagunto. Roma se toma este acto como una declaración de guerra. Moviliza a los cónsules Sempronio Longo, que manda a Cartago, y Publio Cornelio Escipión, que va a la península Ibérica, con sendos ejércitos.

Al año siguiente, C. Cneo Escipión desembarca en Emporion, derrota al ejército cartaginés de Hannon, en la batalla de Cesse, e instala su cuartel general permanente en Tarraco. En el 216 a. C., Publio Cornelio Escipión y su hermano Cneo, cruzan por vez primera el Ebro, coincidiendo con una serie de sublevaciones y deserciones que, según Polibio, están sufriendo los cartagineses por parte de los pueblos indígenas del bajo Guadalquivir. Los romanos aprovechan la situación y avanzan por el Levante hispano ganando batallas y, además, estableciendo contactos diplomáticos con las tribus indígenas.

Publio, desafortunadamente, es derrotado y muerto en las inmediaciones de Cástulo por los ejércitos cartagineses de Magón y Asdrúbal Giscón. Poco después se une a ellos Asdrúbal Barca, acorralan a Cneo, quizá cerca de Ilurci, y lo matan en una aplastante victoria cartaginesa.

En el 210 a. C., llega a la Península Publio Cornelio Escipión el Africano, como procónsul, y asume el mando de la guerra. Se encarga de asegurar las posiciones romanas del norte del Ebro y de establecer alianzas con las tribus indígenas. Aprovecha que los tres ejércitos cartagineses están desperdigados por la Península y emprende una rápida marcha sobre Carthago Nova.

Por lo que sabemos, las tropas de Escipión asedian la capital cartaginesa, situada en un istmo,  por los flancos este y sur, ya que por el norte y el oeste hay una marisma impenetrable. En el lado este, el único con acceso por tierra, establecen un campamento y en el sur, donde está el mar, bloquean las comunicaciones disponiendo una flota de barcos. Los cartagineses, como es normal, refuerzan la vigilancia de estas dos franjas asediadas.

Escipión tiene en mente atacar la ciudad antes de que los tres ejércitos cartagineses lleguen al rescate de la capital y, sorprendentemente, lo consigue en sólo seis días, pero ¿cómo lo hizo?

Tenemos las referencias de otros asedios coetáneos, como el de Fabio Máximo a Tarento, que se perpetran en pocos meses por traiciones internas. Pero este no es el caso de Escipión, que no recurre a la traición intestina, sino a una estratagema increíble. Averigua, por unos pescadores de la zona, que en la marisma del norte de la ciudad se produce, cada cierto tiempo, una bajamar en la que el agua llega sólo por la cintura, eso sí, si se conoce el camino exacto. El romano persuade a alguno de estos pescadores y consigue que guíen a unas tropas por la noche por las aguas. Finalmente, este grupo, consiguen acceder a la ciudad por ese franco menos protegido del norte, ya que Escipión ataca por el este, y abren las puertas de la capital a Roma.

Imagen| Blasting News

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