La rebeldía de Espartaco

Un esclavo que se enfrentó a Roma

Recreación del rebelde Espartaco
La historia de Roma está llena de personajes que son sin duda recordados por los acontecimientos que protagonizaron. Así que en las siguientes líneas nos disponemos a conocer la figura de Espartaco. Sobre él encontramos referencias en los escritos que nos dejaron autores como Tito Livio, Apiano o Plutarco.

Según nos dicen estas fuentes, hubo una rebelión protagonizada por un grupo de gladiadores (74 según Tito Livio), quienes acabaron con sus guardias y huyeron buscando refugio en las laderas del Vesubio.

Era un grupo que estaba comandado por Espartaco, de origen tracio, que en el pasado había formado parte de las tropas auxiliares del ejército romano. Es posible que no fuera el único cabecilla, ya que en ocasiones aparecen otros nombres como Crixo o Enomao, que eran Galos.

Las fuentes nos hablan de que llegó a reunir 70.000 hombres (una estimación que puede se dudosa) que hizo frente a las tropas romanas. Ciertamente resultaba un problema que el estado debía de solucionar, y rápidamente envió sus fuerzas para sofocar la rebelión. Espartaco por su parte, logró derrotar en primer lugar a los dos pretores del 73 a. C., junto a un destacamento que se había formado de forma rápida ya que no pensaban que esta incursión iba a alcanzar las dimensiones de una guerra, y además, venció a los cónsules del 72 a. C. y sus legiones. Un hecho que destacó Apiano (autor del siglo III) sobre él, fue que apresó al caballo del pretor Varinius Glaber, e incluso estuvo a punto de capturar a este general.

Luegó llegó el turno de M. Licinio Craso, al que se le concedió un imperium proconsular. Entre sus proezas se encontraba su papel fundamental en la batalla de Porta Colina, dando apoyo al bando de Sila.

Busto de Marco Licinio Craso, Museo del Louvre
Craso reclutó 6 legiones para hacer frente al rebelde. Se trata de un grupo enorme de militares que dan cuenta la gran amenaza que suponía. Lo primero que logró fue cercar a Espartaco en la región del Turios, aun así, logro escapar. Entonces, el pueblo de Roma decidió llamar a Pompeyo (que en esos momentos se encontraba en Hispania para sofocar la situación. Craso no estaba dispuesto a que le quitaran el mérito, y logró que Espartaco le presentara batalla con sus fuerzas. El procónsul consiguió ganar de forma definitiva, dando muerte al rebelde en algún lugar de Lucania. Su rival político Pompeyo solo llegó a tiempo de atrapar a algunos esclavos que huían hacia el norte.

Esta enfrenta al estado romano no les salió gratuito, y recibieron un importante castigo: unos 6.000 esclavos fueron ejecutados en la vía Apia.

Pero las consecuencias fueron mucho más allá, tras la caída de Espartaco, el estado romano perdió una gran cantidad de esclavos, algo que afectó drásticamente al sector agrícola. Además los propietarios, temerosos de una nueva rebelión, tomaron una serie de medidas como la manumisión, la creación de unos vínculos con los esclavos (sobre todo aquellos que habían nacido en casa de sus dueños o la posibilidad de que pudieran obtener alguna parte de lo que producían.

No obstante, no solucionó a la larga el tema de la producción, algo que tendría consecuencias económicas en el devenir del Imperio Romano.

Por último, no debemos olvidar que su figura ha pervivido a lo largo del tiempo, y es que realmente es un símbolo de la rebelión contra un estado y una sociedad represora. Incluso nos viene a la cabeza la película de los años 60 y otros ejemplos que recuperaron a este personaje histórico.

Vía| Ferro, M., (2009) El resentimiento en la historia, Editorial Crítica;
Lopez Barja, P., Lomas, F.J., (2004) Historia de Roma, Akal;
Hsiao, A., Lim, A., [Ed], (2012) El libro de la disidencia. De Espartaco al lanzador de zapatos de Bagdad, Akal Pensamiento Crítico

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