Las propuestas de los socialistas utópicos para crear una sociedad más justa, surgen a principios del siglo XIX como respuesta al nuevo orden liberal que se imponía
El Falansterio de Charles Fourier para 3000 personas |
Las
propuestas de los socialistas utópicos para crear una sociedad más justa,
surgen a principios del siglo XIX como respuesta al nuevo orden liberal que se
imponía. La revolución industrial no tuvo el efecto esperado y pronto quedó
claro que el aumento de la producción no se traducía en una mayor prosperidad
para todos. Entre las propuestas formuladasencontramos los falansterios de
Fourier, comunidades que pasaron de utopía a realidad.
Aunque la lista es más
larga, destacan siempre tres nombres de esta corriente de pensamiento utópico: Henri
Saint Simon, Robert Owen y Charles Fourier. Autores que denuncian una sociedad
que solo valora el lucro, que fragmenta y deshumaniza el trabajo, y queensancha
la brecha entre ricos y pobres. Ahora bien, estos reformistaspacifistas
–ninguno contempla la lucha de clases- no se conformaron con la crítica, también
ofrecieron propuestas prácticas encaminadas
a lograr la felicidad humana.
Entra las fórmulas presentadas
destacan los falansterios, lasreducidas comunidades ideadas por el francés
Charles Fourier (1772 –1837), un hombre que vivió su juventud en la convulsa
Francia del Terror. Fourier introduce un elemento hasta ahora ignorado por los
utópicos; las pasiones humanas, doce
según este optimista autor. Todas positivas y provechosassi se lograbaconstruir
una sociedad flexible que las desarrollase.
El Análisis
En su análisis social
Fourier no solo critica a los que para él son los parásitos de la sociedad
–aristócratas o rentistas ostentadores de poder en el Antiguo Régimen- sino que
también acomete contra lamoralde ese régimen. Las rígidas convenciones encorsetan el espíritu de un individuo que
sufre una constante contradicción. Esa represióndel instinto frente a los convencionalismos
supone un obstáculo para alcanzar la armonía social.A diferencia del cosmos y
de la Naturaleza – para Fourier armónicos – la humanidad vive en un desorden
económico y social.
El comercio es para Fourier,
el nuevo parásito surgido en la nueva sociedad liberal. Otros males engrosan la
lista, a destacar, el trabajo industrial que nos deja a un operario alienado e
infeliz. Según Fourier el mundo había pasado por una serie de estados desde sus
inicios: el Edén, la barbarie, el salvajismo, la sociedad patriarcal y la etapa
actual; la civilización. Aún por llegar; el
garantismo, una era de armonía. En ella los intereses individuales y los
colectivos coincidirían, y todos los individuos tendrían igual acceso a unos
buenos servicios públicos.
La solución
Conseguir una sociedad
feliz pasaba por crear numerosas asociaciones, de carácter cooperativo,
diversas, democráticas y autosuficientes; los
falansterios. Toda la sociedad se organizaría a través de estas comunidades
de 400 a 2000 miembros. Sus habitantes, libres de irse en todo momento,
vivirían juntos en edificios comunales rodeados de jardines, bibliotecas,
granjas o iglesias, y es que la religión, para un creyente como Fourier, era
importante. La base principal de la industria sería la agricultura y todos los
servicios comunes, y es que el comercio libre es lo único reprimido en los
falansterios.
Cada comunidad elegiría
a sus representantes, dirigidos por el
Unarca. El optimismo de Fourier vaticinaba la expansión de su modelo por
toda la Tierra, llegando a formarse una gran federación con sede en
Constantinopla. La rehabilitación moral de los ciudadanos resultaría necesaria,
pero todas las reformas serían graduales y libres de aceptarse. Valiente y
audaz Fourier legisla la vida familiar. En su opinión el matrimonio era una
institución que coartaba la libertad y fomentaba la hipocresía en las
relaciones humanas, así pues, en los falansterios será modificado o reemplazado
por el amor libre. Adelantado a su época apuesta por la emancipación de la
mujer.
La educación debía ser
inteligente y creativa. No se pretendía modelar a los niños, sino descubrir sus
talentos para orientarlos en beneficio de la comunidad. El derecho a un trabajo
atrayente y vocacional es clave en la filosofía de Fourier. La rutina causa
infelicidad al ser humano, por eso los trabajos menos atractivos serían
rotativos, se trataba de evitar que los hombres se aburrieran o se sientan como
máquinas.
El dinero y el derecho
a la propiedad no serían abolidos. El colectivismo
debía casar con la individualidad, por eso las desigualdades económicas son
aceptadas en sus falansterios - que poco o nada tenían que ver con las comunas
igualitaristas- eso sí, las posibles desigualdades solo se tolerarían, si eran
fruto del talento individual o del esfuerzo, nunca de la explotación al
prójimo.
Fourier no consiguió
nunca un mecenas para crear su falansterio piloto, quedó en mano de sus
discípulos el intento.Rebajando directrices del pensador, especialmente las
concernientes a la libertad sexual, Victor
Considerant (1808-1893) instauró la primera colonia agrícola cerca de París.
En Estados Unidos
también encontramos falansterios. Albert Brisbane, junto a Considerant, fundó
la colonia “La Reunión” en Texas, de unas 300 personas.La Granja Brooks, cerca
de Boston, fue la colonia más importante en Estados Unidos hasta que un
incendio acabó con el experimento, pero hubo otros; Red Bank (Nueva Jersey) con
90 personas conviviendo en comunidad durante doce años, o Phalanx en Wisconsin
una comunidad incluso reconocida por el gobierno de los Estados Unidos.
Bibliografía
ASIA,
F., Utopia. Del somniigualitari al
pensamentúnic. Barcelona, IcariaEditorial, 2012.
Autora|
Noemí
García Mariscal
Vía|
Enxarxa,
Letras
Libres, Ver bibliografía
Imagen|
Wikimedia
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