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Hispalis romana: explorando las huellas del pasado en la Sevilla antigua

Hispalis: el legado de los antiguos romanos en las orillas del Guadalquivir

Imagen meramente ilustrativa.

La historia de Hispalis, la antigua Sevilla, se entrelaza con los misterios de la península Ibérica. Aunque sus raíces se hunden en la época fenicia, fue bajo el dominio romano cuando esta ciudad floreció y dejó una marca indeleble en la historia. De hecho, aunque su nombre fue una transformación romana del antiguo nombre de la ciudad Spalis, adaptó el nombre de Hispalis a partir del año 206 a.C., y se convirtió en una de las principales colonias del sur de la Península Ibérica.

Si te parece bien, acompáñanos en un viaje a través del tiempo mientras desentrañamos los secretos de Hispalis, la joya del sur de la península Ibérica.


La fundación y estratégica ubicación

Hispalis, cuyo nombre resonaba en los labios de los antiguos romanos, no fue fundada por ellos, sino por los fenicios en el siglo VII a.C. Estos comerciantes orientales, tras establecer la milenaria Gades (o Gadir), llegaron a las fértiles tierras donde se asentaría Hispalis. La estratégica ubicación junto al río Guadalquivir, el antiguo río Betis, con acceso a las minas de cobre y plata del suroeste de la península, atrajo a los romanos como abejas a la miel.

Los fenicios, hábiles navegantes y comerciantes, reconocieron el potencial de este enclave. Fundaron una colonia en la confluencia de los ríos Guadalquivir y Genil, un lugar que les permitía controlar las rutas comerciales marítimas y fluviales. Así nació Hispalis, una ciudad que se convertiría en un crisol de culturas y un faro de conocimiento.


El esplendor romano

Hispalis se convirtió en una colonia romana de vital importancia. Julio César, al sur de la península Ibérica, construyó la primera muralla de la ciudad, marcando el inicio de su esplendor. Aunque pocos vestigios arqueológicos perduran, al menos a la vista, encontramos en el corazón del casco histórico los restos de un templo romano, testigo silente de aquel pasado grandioso. Me refiero al colosal templo de Hércules, en la actual calle Mármoles. Además, se tiene constancia de la presencia de un templo debajo de la actual Iglesia del Salvador, unas termas ubicadas en el sitio donde hoy se erige el Palacio Arzobispal y una vasta cisterna bajo la Plaza de la Pescadería.

Los romanos, con su ingenio y ambición, transformaron Hispalis en una urbe vibrante. Calles empedradas, foros, termas, teatros y acueductos surgieron como símbolos de su dominio. El anfiteatro, donde se celebraban luchas de gladiadores y representaciones teatrales, resonaba con los aplausos y los rugidos de la multitud. Las termas, con sus piscinas de agua caliente y fría, ofrecían un refugio de relajación y socialización.


Las murallas y las calles y el puerto

Las murallas, aunque en su mayoría de época musulmana, esconden fragmentos de las antiguas estructuras romanas. Hispalis se dividía en calles rectilíneas, un reflejo de la organización romana. Como otras urbes romanas, Hispalis estaba dividida en dos calles principales, el cardo máximo, que iba desde desde la actual iglesia de Santa Catalina hasta la calle Abades, y el decumano mayor, desde la calle Águilas hasta la plaza del Salvador. Hoy, al caminar por sus adoquinadas calles, podemos imaginar a los ciudadanos de antaño comerciando, debatiendo y forjando su destino.

El foro romano, ubicado entre las calles Bamberg y Argote de Molina, era epicentro de la vida pública y albergaba templos, columnas y estatuas. Aquí se discutían asuntos políticos, se celebraban ceremonias religiosas y se realizaban transacciones comerciales. Las termas públicas, como las que antes he mencionado del actual Palacio Arzobispal, con sus piscinas de agua caliente y fría, ofrecían un refugio de relajación y socialización. Los ciudadanos se sumergían en el agua tibia, compartiendo noticias y chismes mientras se relajaban.

Para terminar, el puerto, que estaba situado en las proximidades de la actual Puerta Jerez, representaba un lugar de gran relevancia para la ciudad y un motor económico clave. Os preguntamos, ¿qué otros secretos crees que aún yacen bajo las calles de Hispalis? Déjanos tu respuesta abajo, en la caja de comentarios.

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