El análisis de parte del fémur del can reveló que vivió con humanos hace más de 10.000 años
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Una investigación publicada en Proceedings of the Royal Society B reveló el verdadero origen de un fragmento de hueso hallado en Alaska que durante 20 años se creyó que era de un oso. En realidad, perteneció a un perro domesticado de los más antiguos en llegar a América, hace unos 10.150 años.