La condena a galeras sólo se contabilizaba oficialmente a partir del asiento del nuevo forzado en el libro de galeras
Cadena de galeotes |
La
condena a galeras sólo se contabilizaba oficialmente a partir del asiento del nuevo forzado en el libro de galeras. Si
bien, en la práctica comenzaba realmente mucho tiempo antes. Los futuros
forzados debían aguardar encerrados en calabozos hasta obtener sentencia
condenatoria y, en caso de apelar -lo que era muy habitual- esperar la
sentencia de revista. Una vez agotadas todas las posibilidades, los reos, si es
que no lograban evadirse durante su estancia en la cárcel, debían ser
dispuestos para formar parte de las llamadas cuerdas, cadenas o colleras con
destino a Cartagena u otro puerto donde se hallasen las galeras.