Diez inventos que cambiaron la Historia

Una huella imborrable Imagen meramente ilustrativa. En la vasta y fascinante historia de la humanidad, ciertos inventos han dejado una huell...

Dejando de lado lo oscuro.

La Esfinge, con sus enrevesados cantos, nos inducía a pensar en lo que teníamos ante los pies, dejando de lado lo oscuro.

Sófocles, Edipo Rey

El origen de Darwin.

Las pistas asoman al instante. Y su impacto es inmediato: dos pajaritos colocados en una vitrina frente a la entrada de la exposición que el Museo de Historia Natural de Londres dedica esta temporada al padre de la teoría de la evolución, Charles Darwin. El científico británico recogió la pareja de sinsontes en dos islas de las Galápagos, y las ligeras diferencias en la longitud de los picos, el color del plumaje y las alas de ambos ejemplares captaron su atención. Tenía en sus manos una valiosa prueba que echaría por tierra siglos de consenso intelectual y popular. "Estos datos socavan la estabilidad de las especies", escribió el joven naturalista en un cuaderno de notas.

El museo ha rescatado la pareja de sinsontes de Floreana (Mimus trifasciatus) de su archivo documental y los exhibe al público por primera vez para resaltar la importancia que tuvieron en las investigaciones de Darwin. Hasta la fecha, los expertos tendían a pensar que otros animales más exóticos dieron pie a la revolucionaria teoría de la evolución por selección natural, que desafió la creencia bíblica sobre el origen del ser humano.

A dos pasos de los sinsontes, en otra vitrina, reposan seis pájaros como si fueran trofeos de caza. Son pinzones que Darwin colectó en la misma expedición a América del Sur, a bordo del Beagle, en la travesía de cinco años que realizó a partir de 1831. "Forman parte de la serie de 13 especies de pinzón que se trajo de vuelta a Inglaterra. Representan un ejemplo de evolución en acción, pero Darwin no cayó en la cuenta. Estos pinzones son tan distintos que creyó que eran especies diferentes", explica Alex Gaffikin, responsable de exposiciones en el Museo de Historia Natural.

De la experiencia en Galápagos, la exposición salta a Londres y a la residencia rural en el condado de Kent, en Down House, donde el biólogo desarrolló su teoría y escribió la biblia científica El origen de las especies, publicada en 1859. Un gran número de las pruebas que apuntalan sus conclusiones científicas -animales disecados, plantas y fósiles-, además de cuadernos, cartas y objetos personales, se reúnen en una gran sala del museo. Forman parte de la incursión en la vida pública y privada del gran teórico del siglo XIX que la institución londinense ha organizado para festejar el bicentenario de su nacimiento, en febrero de 2009.

Selección natural

"Nos detenemos en la teoría de la evolución por selección natural, recalcando el desarrollo del proceso científico. Es importante recordar que Darwin no dio con su revolucionaria idea en pocos meses, sino que dedicó cinco años de su vida a recolectar pruebas y pasó otros veinte desarrollando su teoría. Tampoco trabajó en solitario, sino en consulta con otros expertos", señala Gaffikin. "La exposición", añade Lorraine Cornish, conservadora del museo, "explora la persona, además del meticuloso teórico.

Más de dos décadas separan el viaje a Galápagos de la primera edición de El origen de las especies. Darwin era consciente de que se enfrentaba a la Iglesia con su teoría -explicó a un amigo en una carta que se sentía como si confesara un asesinato- y sólo se apresuró a escribir el libro al conocer que otro científico más joven había llegado a conclusiones similares. Se optó por el compromiso: Darwin y Alfred Russell Wallace presentaron juntos ensayos de sus respectivas teorías en la Linnean Society de Londres. Al año siguiente, el manual de Darwin se convertía en un best-seller.

El ejemplar de sinsonte que Charles Darwin recogió en la isla Floreana, del archipiélago de las Galápagos, vuelve a ser útil 170 años después. La especie está en peligro de extinción y el programa de rescate se apoya en datos de ADN extraídos de la muestra original que conserva el Museo de Historia Natural de Londres.

La institución presenta numerosas pruebas en aval de la "gran idea" del científico y en contraposición de los reparos que algunos sectores sociales aún muestran sobre el origen de las especies. "Hay otras interpretaciones, pero la evolución de las especies es la única explicación científica", advierte Alex Gaffikin, responsable de exposiciones.

El museo ha estampado en una pared de la exposición un comunicado en el que "reconoce que hay otras perspectivas asentadas en la fe sobre el origen y complejidad de la vida", pero señala que "el creacionismo y el diseño inteligente no deben enseñarse como ciencia". Se suma así a un debate aún vigente en la sociedad británica sobre si se debería incluir el creacionismo en el curriculum de ciencias en la educación pública. Según una encuesta de 2006, el 48% de la población británica acepta la evolución como la mejor descripción del desarrollo de la vida y el 40% cree que el creacionismo se debería estudiar en las clases de ciencia.
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Extraído de Público

La reconstrucción completa y en 3D del cráneo del 'Homo antecessor'.

Esta semana hemos hecho pública la noticia de la reconstrucción completa y en 3D del cráneo de Homo antecessor, con músculos y piel incluidos. Quiero aprovechar este acontecimiento para hablar sobre quién era este homínido y cómo decidimos crear una nueva especie.

Esto ocurrió en el año 1994 y fue un hito para la prehistoria europea. Junto con los otros dos codirectores del Proyecto Atapuerca, José María Bermúdez de Castro (CENIEH – Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana) y Juan Luis Arsuaga (Instituto Carlos III), decidimos establecer una nueva especie en el panorama evolutivo mundial. Por primera vez, un equipo español daba nombre a una especie humana.

Nos pareció muy interesante asignarle el nombre de Homo antecessor, pues antecessor era como los romanos llamaban a los exploradores de las legiones que recorrían los territorios antes de que llegara el grueso de los ejércitos.

Catorce años después del descubrimiento, los fósiles craneales y postcraneales obtenidos en las excavaciones han permitido conocer las características anatómicas de este homínido, que tenía una altura de entre 1,60 – 1,70 m, un cerebro de 1.000 cm cúbicos y que practicaba el canibalismo cultural; desconocía el fuego, pero era un buen constructor de herramientas de piedra y un gran cazador.

A partir de los fragmentos craneales, exactamente de un maxilar y de un frontal, se ha procedido por primera vez a una reconstrucción completa y en 3D que hemos presentado coincidiendo con la Semana de la Ciencia de Cataluña. Ha sido una tarea que han desarrollado Gala Gómez, Carlos Lorenzo, Jordi Espona y Álex Soler, miembros del IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social).

En esta reconstrucción se pueden apreciar las características modernas del rostro del Homo antecessor junto con rasgos arcaicos, estos últimos palpables en las órbitas de los ojos.
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Eudald Carbonell es codirector de Atapuerca y director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES).
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Extraído de El Mundo

Viaje al pasado con 'La España Prehistórica'.

Tras siete años de trabajo, en los que han recorrido buena parte de Europa y Africa, el paleontólogo Juan Luis Arsuaga y el cineasta Javier Trueba han estrenado en la Muestra de Cine Europeo de Segovia una película documental con imágenes inéditas de importantes hallazgos sobre nuestro pasado.

El documental, fruto del empeño personal de ambos, que lo han coproducido con el apoyo de una subvención de la Junta de Castilla y León, y les ha llevado a viajar en diversas ocasiones a los más importantes yacimientos africanos, en Sudáfrica, Ruanda o Tanzania.

Fue en este país, en la Garganta de Olduvai, donde aparecieron los primeros restos de un 'Homo habilis', un homínido más cercano al chimpancé que al ser humano, que vivió hace más de dos millones y medio de años. Algunas hermosas imágenes están grabadas en ese lugar.

La primera media hora de la película está centrada, precisamente, en la evolución que tuvo lugar en África. Trueba comenta que los rodajes fueron allí muy complicados. "Tuvimos que subir volcanes de 3.000 metros e ir a la busca de los gorilas de Virunga, en Ruanda. Intentamos hacerlo siempre en el momento más oportuno para grabar, una flexibilidad que muchas televisiones no tienen", asegura.

La segunda media hora tiene a la Sierra de Atapuerca como protagonista principal, un auténtico baúl de los tesoros para explicar la llegada de los humanos a Europa. El documental recoge imágenes únicas, como el hallazgo en director del bifaz, una piedra roja tallada, bautizado como 'Excalibur'.

"Lo que nos diferencia de la BBC o de National Geographic es que hemos tenido cámaras grabando en directo en los momentos de los descubrimientos más importantes. Ni Richard Leakey tuvo esa oportunidad. Incluso incluimos imágenes en blanco y negro de un filme que rescató Arsuaga en Israel, sobre unos yacimientos de neandertales que hay en ese país", añade el director del documental.

La ultima y tercera parte se dedica a cuevas de diferentes enclaves peninsulares que hasta ahora no ha visto nadie, como son las pinturas de la cueva de La Garma, en Cantabria, que lleva sellada muchos años.

Juan Luis Arsuaga, que ejerce de presentador, y Javier Trueba confían en que 'La España Prehistórica' despierte el interés de las televisiones y el público pueda disfrutar en breve de su película.

Extraído de El Mundo

Chipre estudia un barco hundido en la época de Alejandro Magno.

En la isla se considera el hallazgo más importante de los últimos 40 años. -Los arqueólogos creen que dará nuevos datos sobre la vida económica del Mediterráneo en el sigl IV a.C.

Se hundió hace más de 2.300 años con toda su carga. Y ahí quedó, a 45 metros de profundidad, no muy lejos de Mazotos, un pequeño pueblo costero del sureste de Chipre. Ahora se conoce como el naufragio de Mazotos y es uno de los proyectos estrella del departamento de Arqueología de la Universidad de Chipre.


De este pecio, los arqueólogos esperan obtener "informaciones muy valiosas", en palabras de la profesora de arqueología submarina Stela Demestija. Por eso, tras una cata realizada el año pasado, la Universidad chipriota ha iniciado ya la estratigrafía del yacimiento submarino. Los trabajos servirán para obtener nuevos conocimientos sobre la economía del Mediterraneo oriental durante el siglo IV a.C.

La época no es irrelevante. Las primeras dataciones sitúan el hundimiento entre el 350 y el 330 a.C., coincidiendo con los reinados de Filipo II de Macedonia y su hijo, Alejandro Magno. Tampoco lo es el contenido de aquella nave comercial. 500 ánforas que en su tiempo estuvieron repletas de preciado vino de la isla de Chios (Grecia). Se cree que, bajo la arena, podría haber más.
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El hallazgo más importante de los últimos 40 años.

"Los resultados de las excavaciones darán respuestas a interrogantes sobre la vida económica y marina de la antigüedad, que actualmente plantean no sólo la investigación arqueológica chipriota sino también internacional", explica Demestija.

Los arqueólogos confían en obtener nuevos datos sobre el papel de Chipre en las rutas náuticas en la antigüedad, sobre las relaciones entre el norte del mar Egeo, donde está Chios, y el sureste del Mediterráneo; o sobre la manera en la que se realizaba el comercio marítimo y los tipos y tamaños de los barcos de la época.

Las esperanzas son tantas que ya se ha señalado como el hallazgo arqueológico marino más importante de los últimos 40 años en Chipre. No es poca cosa para una isla que ya negociaba con sus metales en el Tercer Milenio antes de Cristo. Tampoco para un país que en el reverso de sus céntimos de euro ha estampado el Barco de Kyrenia, cuyo hallazgo, coincidiendo con la independencia del país en 1960, se convirtió en un símbolo de la nueva República.
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Extraído de El País

Los expertos califican como «falsos» los grafitos que adelantaban al siglo III la aparición del euskera.

La Diputación de Álava tomará medidas contra la empresa que explota el yacimiento de Iruña-Veleia, Lurmen, después de que un comité de expertos haya calificado de «falsos» unos sorprendentes hallazgos de 2006, que adelantaban al siglo III la aparición del euskera y la entrada del Cristianismo. La primera medida será la revocación del permiso de ocupación y de excavación del yacimiento.

La Diputación Alavesa, por su parte, no descarta poner los hechos en conocimiento del Ministerio Fiscal si se descubren indicios de delito o falta penal en Lurmen SL, que está representada por el arqueólogo Eliseo Gil. La diputada foral de Euskera, Cultura y Deporte, Lorena López de Lacalle, presentó el informe encargado sobre estos descubrimientos a una comisión de expertos, quienes también han comparecido para explicar sus conclusiones.

Una conclusión veraz.

Los expertos han sido concluyentes y han negado veracidad a los descubrimientos que en su día se calificaron como «históricos», puesto que entre otras cosas, adelantaban al siglo III la aparición del euskera. Expertos en lingüística, filología vasca, historia antigua, arqueología y química enumeraron en las Juntas Generales las «incoherencias» y «contradicciones» que han encontrado en los óstracas o grafitos que fueron presentados al público en el verano de 2006 y les han negado veracidad.

Tanto los grafitos con iconografía supuestamente cristiana, como los que contenían palabras en lengua vasca, son absolutamente «falsos», dicen los expertos y, según las investigaciones realizadas, hay indicios de que han sido manipulados «quizás en el momento mismo de su aparición». A la vista de estos datos, la diputada foral de Cultura, además de anunciar la revocación del permiso de ocupación temporal y de excavación anual concedido a Lurmen SL, ha asegurado que a partir de ahora la Diputación foral asumirá la gestión y control directo del yacimiento, para el que ha anunciado un plan integral, y una financiación para 2009 superior en doce veces a la actual (140.000 euros). Por último, ha lamentado el «golpe» que ha recibido el yacimiento de Iruña-Veleia y ha recordado que «más allá de las circunstancias presentes y pasadas, este monumento es uno de los elementos señeros del Patrimonio Cultural Vasco y pieza clave para la reconstrucción histórica de amplios períodos de nuestra antigüedad».

Extraído de ABC

Numancia pierde otra guerra.

Industrias, hoteles y chalés transformarán el paisaje del cerco de Escipión.

Cada día, sin fallar, entre el otoño del 134 antes de Cristo y el verano siguiente, Escipión el Africano recorría el perímetro de una muralla levantada en un paisaje de lomas, llanos y bosques cruzado por los ríos Duero y Tera. En el entrecejo del militar que había arrasado Cartago había otra fijación: Numancia, la ciudad celtíbera que humillaba a Roma con su resistencia en una guerra de casi dos décadas. Le costó lo suyo doblegarla. Cuando lo hizo, encontró más muertos que vivos. Los numantinos que habían resistido al hambre se suicidaron como pudieron.

De vuelta a Roma, en su paseo triunfal, el general exhibió a 50 supervivientes, luego vendidos como esclavos. Escipión devolvió a Roma el orgullo o la petulancia, según se mire, pero los propios romanos, impresionados, metieron a Numancia en la leyenda.

En estos 2.000 años, el paisaje que cabalgó Escipión ha perdido árboles y ha ganado casas, aunque sin profundas alteraciones. Es ahora cuando afronta una drástica transformación urbanística por varios frentes debido a la coincidencia de tres proyectos: la Ciudad del Medio Ambiente (CMA), impulsada por la Junta de Castilla y León; un polígono industrial del Ayuntamiento de Soria y una promoción de chalés en Garray, el municipio que alberga el yacimiento.

De golpe, irrumpirán en el horizonte industrias, casas, hoteles y edificios de hasta 40 metros de altura. "El impacto visual es muy importante, pero el problema es que tanto la Ciudad del Medio Ambiente como el polígono son legales al estar fuera de la zona arqueológica", sostiene Alfredo Jimeno, profesor de Prehistoria de la Universidad Complutense y responsable del plan director de Numancia.

No parece Jimeno de esos investigadores que desea encapsular la realidad en una urna para proteger la historia. Usa la arqueología para conocer el pasado y favorecer el presente. Cogió el yacimiento abandonado en 1994. Ahora recibe más de 60.000 visitas y ha ayudado a cimentar negocios en Garray. Lo que se avecina, sin embargo, le disgusta. "La Ciudad del Medio Ambiente impacta sobre el entorno y sobre un humedal, el Soto del Garray, que es un referente para explicar el paisaje celtíbero", sostiene el profesor.

Para entender Numancia conviene subirse al cerro y mirar. Se divisan siete columnas blancas que identifican cada uno de los campamentos de Escipión que reforzaban la muralla de nueve kilómetros. Hacia el Soto del Garray, se verán en breve otros hitos arquitectónicos. "Este paisaje permanece inalterado desde hace 2.000 años, ha sido un lugar de pastoreo, caza y recogida de leña, nos parece un despropósito localizar la Ciudad del Medio Ambiente ahí", reprueba Roque Ortega, presidente de la Asociación Soriana para la Defensa y el Estudio de la Naturaleza.

Paradójicamente es la razón elegida para emplazar ahí el proyecto. "Pretendemos demostrar que el desarrollo puede ser sostenible, es como pasar de las musas al teatro", defiende Carlos de la Casa, delegado territorial de la Junta en Soria. Algunas obras menores ya han comenzado, a pesar de que la ley que aprobó la Ciudad del Medio Ambiente ha sido recurrida ante el Tribunal Constitucional por 50 diputados socialistas. "Guste o no, sea o no el sitio adecuado, va con todos los parabienes legales", insiste Carlos de la Casa, un historiador de formación que opina que los proyectos públicos en marcha no impactan sobre Numancia. De similar parecer es el director del Museo Numantino, Elías Terés. "No me opongo a ninguna actuación, Numancia tiene una vida de más de 5.000 años en los que el entorno ha evolucionado. La protección actual es suficiente para que los restos no sufran", expone.
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El paisaje, rebaten otros, no es opinable y está amparado por una convención europea firmada por España. "Llama la atención el estrecho criterio paisajístico que se ha manejado: el paisaje no se circunscribe al hito, incorpora un sistema de vistas, panorámicas e impactos visuales", advirtió la Real Academia de Historia, a propósito de los efectos del polígono industrial, que dista entre 400 y 600 metros de La Rasa, uno de los campamentos de Escipión.

Lo que describieron Bécquer y Machado de la ciudad de Soria peligra para el Icomos, un organismo que asesora a la Unesco: "Hay una incidencia paisajística y ambiental contra los Bienes de Interés Cultural de Numancia y cerco romano, margen izquierda del Duero y casco antiguo de Soria", según el informe de ese organismo.

El manifiesto en defensa de Numancia, avalado por 10.000 firmas, cuenta con rúbricas internacionales de referencia, como el Instituto Arqueológico Alemán, el mismo donde el arqueólogo Adolf Schulten mostró a comienzos del siglo XX los restos que evidenciaban el lugar exacto del cerco de Escipión. "Lo que vale de Numancia no son las piedras, sino el paisaje que permite imaginar lo que allí pasó", aduce Amalio de Marichalar, nieto del aristócrata que cedió el terreno de Numancia al Estado y que ahora batalla contra la expropiación de tierras para el polígono de Soria II: "Litigamos con el objetivo de que el suelo se retrotraiga a la calificación de rústico. Considero un insulto que se nos diga que tenemos intereses de otro tipo. Numancia es un valor universal". Un símbolo que tendrá pronto otro paisaje.

Extraído de El País