Diez inventos que cambiaron la Historia

Una huella imborrable Imagen meramente ilustrativa. En la vasta y fascinante historia de la humanidad, ciertos inventos han dejado una huell...

Amy Macdonald

“This is the life”


“Run”

Una masacre faraónica.

Los tomaron por sorpresa. Heredero de la XXV Dinastía de los faraones, Aspelta acababa de ser elegido por el dios Amón símbolo del poder creador como nuevo rey de Nubia, cuando un ejército de mercenarios griegos y soldados egipcios atacó y saqueó Napata, la capital del joven monarca. Corría el año 593 antes de Cristo y las tropas obedecían a Psamético II, nuevo fararón de la XXVI Dinastía de Egipto, quien quería acabar definitivamente con los faraones negros. Así llamaban a los reyes nubios por sus rasgos más subsaharianos que la población del Norte que habían gobernado en todo Egipto durante más de medio siglo.

Psamético II quería asegurarse de que la familia de Aspelta ya no tenía ambiciones políticas. Y lanzó sus tropas a la conquista de Nubia, región desértica divida en la actualidad entre Egipto y Sudán. Sus fuerzas llegaron hasta la actual ciudad de Asuán tradicionalmente considerada como la frontera entre el Egipto del Norte y Nubia, y entraron en la cuna de los faraones negros siguiendo el Nilo. Tomaron Kerma y llegaron por tierra a Napata. La capital histórica de los nubios, Dukki Gel, fue saqueada e incendiada. Los pocos relatos encontrados por los arqueólogos de aquella batalla revelan que Psamético II ordenó matar a más de 4.000 personas. Una auténticamasacre.

Su objetivo era acabar con la XXV Dinastía que, según las escrituras, soñaba con volver a gobernar en Egipto. Las tensiones entre el Norte y el Sur eran constantes. El hallazgo en 2007 de unas hojas en oro y de madera en Dukki Gel, en el actual Sudán, desveló la ambición de Psamético II. Nada más terminar la batalla, hizo borrar las referencias a Aspelta de las estatuas y monumentos de todo el país. Las hojas de oro eran de un naos, armario que guardaba en su interior una estatua del monarca nubio. Para los arqueólogos, era la prueba de la violencia de la batalla de 593 a. C.

La estatua tenía la nariz rota, lo que impedía acceder a la vida eterna, según las antiguas creencias egipcias. Pasó lo mismo con las representaciones deTaharqa y de Tanutamón, los dos últimos fararones negros, quienes gobernaron en todo el territorio del Imperio egipcio. También fueron encontrados templos en buen estado. Los especialistas consideran que los soldados que compartían las mismas supersticiones que los nubios los respetaron. Los edificios eran iguales que los suyos. El naos, de bronce y con un disco solar, era del más puro estilo egipcio y por eso pudo salvarse de las destrucciones.

Guerra contra Babilonia.

Tras su expulsión del poder hacia 660 a. C., la XXV Dinastía se refugió en el sur de Nubia, su tierra natal. Pero conservó gran influencia religiosa por su veneración por Amón. Muchos sacerdotes se habían instalado en Napata. Psamético II estaba en plena conquista de Oriente Medio cuando Aspelta fue elegido rey de Nubia. Su autoridad se limitaba a una zona pequeña, entre Kerma y Napata. Con el apoyo de los sacerdotes, el monarca había restaurado la imagen sagrada de sus antepasados y le interesaba recuperar las tierras del norte de Nubia, entonces ricas en oro. Psamético II también temía las ambiciones territoriales del Imperio de Babilonia y de Nabucodonosor II. El faraón no quería problemas con el sur.

Las fuerzas de Aspelta no resistieron mucho, aunque inscripciones informan de que la población nubia consiguió formar alianzas. La expedición militar de Psamético II puso el punto final a la XXV Dinastía y mantuvo activa su política antinubia, dañando la imagen de los faraones negros. Pero no consiguió imponer su autoridad en el sur. Los reyes nubios se trasladaron a Meroe, donde gobernaron hasta el cuarto siglo después de Cristo. La batalla de 593 a. C. afianzó el poder de Aspelta, quien siguió en el trono 25 años y ordenó la reconstrucción de lo que Psamético había destruido. Éste falleció en 589 a. C., cuando Egipto estaba cada vez más dividido y Persia iba controlando poco a poco la región.
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Extraído de Público

La 'Capilla Sixtina' del Antiguo Egipto.

La Capilla Sixtina del Antiguo Egipto ha salido a la luz. Un equipo de arqueólogos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto en Luxor una cámara sepulcral con pinturas decorativas, de 3.500 años de antigüedad.

La capilla sepulcral, que pertenece a Djehuty, un alto cargo de la época, tiene las paredes y el techo completamente pintados con dibujos y jeroglíficos con pasajes del Libro de los Muertos.
Los descubrimientos se han realizado durante los trabajos de la VIII campaña del Proyecto Djehuty, patrocinado por la Fundación Caja Madrid desde el año 2004.

«Esto es el sueño de cualquier egiptólogo», declaró José Manuel Galán, director del equipo de especialistas, que ha trabajado en condiciones «muy duras y difíciles» para sacar a la luz la que probablemente sea la primera cámara sepulcral decorada con profusión, para que Djehuty, un escriba de la faraona Hatshepsut, tuviera una fácil transición al más allá.

La cámara ha sido hallada en la necrópolis de Dra Abu el-Naga, en la orilla occidental de Luxor, antigua Tebas. «Además de su indudable valor estético, la importancia radica en que en esta época, a comienzos de la dinastía XVIII, no se decoraban las cámaras sepulcrales. Sólo se conocen otras cuatro tumbas con la cámara sepulcral decorada», declaró Galán.

El hecho de que Djehuty decidiera pintar su cámara le coloca entre los personajes más importantes e influyentes del momento, y le identifica como uno de los intelectuales y escribas más creativos al servicio de la reina Hatshepsut», destaca el investigador del CSIC.

Inscripciones y escenas en relieve.

La tumba-capilla de Djehuty, excavada en la roca de la colina Dra Abu el-Naga, tiene más de dos metros de altura y se adentra casi 20 metros en la horizontal. Las paredes interiores están totalmente decoradas con inscripciones y escenas en relieve.

En la sala más interna se encuentra la entrada a un pozo funerario de más de 8 metros de profundidad. Al fondo de ese pozo se abre un acceso a una gran cámara de 5,50 metros de largo por 3,50 metros de ancho y 1,60 metros de altura, que estaba llena de tierra y piedras casi hasta el techo y que se ha excavado durante esta campaña.

El equipo de investigadores descubrió al fondo de esa cámara una entrada a un segundo pozo, de tres metros de profundidad, que daba paso a una segunda cámara, pensada y diseñada para servir como cámara sepulcral de Djehuty. A la entrada de esta última cámara, los arqueólogos encontraron varios pendientes de oro que probablemente pertenecieron a Djehuty o a alguno de sus familiares que fueron enterrados con él, ya que datan de comienzos de la dinastía XVIII.

«En esta época los hombres importantes de la corte adoptaron la costumbre nubia de adornarse con pendientes, moda que poco después seguirían también los propios faraones», destaca el egiptólogo.

El investigador del CSIC detalla las características de la cámara: «Las paredes, de las que se conservan dos, se recubrieron de una capa de estuco, sobre la que se escribieron pasajes extraídos del Libro de los Muertos. Esta composición religioso-funeraria servía, supuestamente, para ayudar al difunto a superar los obstáculos en su camino hacia el más allá y alcanzar una vida eterna y plena en el paraíso.
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Extraído de El Mundo

Las momias peruanas acompañan a Oetzi en la eternidad.

Varias momias latinoamericanas, entre ellas una perteneciente a la cultura peruana Chancay, acompañan desde hoy a Oetzi, el milenario hombre de los hielos, en una exposición en el Museo Arqueológico del Alto Adigio italiano que ilustra esta práctica de conservción de seres humanos para la eternidad. Más de 60 cuerpos momificados, entre ellos algunos de animales, componen la exposición titulada: Momias. Sueño de vida eterna, que acoge hasta el próximo 25 de octubre el museo de la localidad norteña de Bolzano y cuyo comisario, Andreas Putzer, define como un trabajo "decente" sobre la muerte.

"Hay alrededor de unas ocho momias latinoamericanas. Casi todas son mujeres, hay algún niño y también un hombre. Estas momias fueron ya llevadas a Europa en el siglo XIX. Por eso se sabe muy poco de su lugar de procedencia exacto y de la cultura a la que pertenecen", afirmó Putzer. "Hay una momia que sí se sabe a la cultura que perteneció. Es de la cultura Chancay, que vivía en los alrededores de Lima, en Perú. Esto se sabe porque se trata de una mujer que tenía los pies cruzados y ésta era una cultura que solía sepultar a las mujeres con los pies cruzados", añade. El experto antropólogo comenta que el hecho de que la mujer peruana fuera momificada con algunos ropajes ha facilitado su identificación como miembro de la cultura de los chancay, que se desarrolló del 1.200 al 1.470 d.C. entre los valles de la costa central de Perú.

Pero además de las momias latinoamericanas, hay cuerpos momificados provenientes de otras regiones del planeta, como Asia, Africa y Europa, aunque sobre todos ellos destaca el huésped más conocido del Museo Arqueolgico del Alto Adigio, Oetzi, quien con más de 5.000 años a sus espaldas ha mostrado recientemente sus tatuajes en una maratoniana sesión fotográfica. "Oetzi es el peso principal de esta exposición porque él siempre esta expuesto en el museo y no es posible moverlo", explica el comisario de la muestra sobre esta momia de hielo que fue encontrada en 1991 en los Alpes y que no se puede mover del centro de Bolzano por sus complicadas condiciones de conservación.

Como apunta Putzer, en la exposición se podrán ver también los más de cincuenta tatuajes que la momia exhibe ya en Internet gracias a un proyecto científico que le ha hecho ser fotografiado con todo detalle durante cuarenta y ocho horas y a condiciones de temperatura y humedad muy precisas. "En todas las salas en las que están las momias hay una humedad del 50 al 60 por ciento. Las vitrinas en las que están estas momias están cerradas, no entra aire y por eso no hay cambios de temperatura ni de humedad", indica el comisario de la exposición.

En total, 1.200 metros cuadrados albergan esta muestra sobre la conseración de los seres vivos para la eternidad, en la que han colaborado 27 museos europeos y que exhibe también 150 objetos arqueológicos relacionados con la momificación, así como doce instalaciones audiovisuales con una clara intención didáctica. La exposición se desarrolla en colaboración con el museo alemán Reiss-ngelhorn de la ciudad de Mannheim, donde en 2004 con motivo de unos trabajos de reestructuración se encontraron una veintena de momias que antes no habían sido expuestas y que originaron esta exposición.

De hecho, el museo alemán ya organizó una exposición parecida pero que no pudo contar con la presencia de Oetzi, la mayor momia natural no embalsamada de Europa, porque no puede salir del centro italiano, lo que ha motivado que todas las momias hayan viajado ahora a Bolzano. "Exponemos desde hace años una momia y ya esa momia es presentada al público de manera muy decente. Con todas estas momias hemos hecho el mismo trabajo. En esta exposición hablamos además de la muerte y de la ética", dice Putzer. Otra cosa será que, a pesar de esa decencia en la presentación de las momias, el público no pueda escapar a la sensación de que si es de esa forma, no quiere conservarse para la eternidad.

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Extraído de El País

Dólmenes, la huella de la Prehistoria en Extremadura.

Megalitos, grandes piedras sacadas de canteras, luego trasladadas y finalmente recolocadas en otros lugares con un considerable esfuerzo físico y una notable inversión de tiempo. Grandes piedras con las que se hicieron construcciones a veces muy simples, como los menhires, y en otras ocasiones complejas y necesitadas de una buena planificación, como ocurre con los grandes sepulcros cubiertos con falsa cúpula denominados por los estudiosos con otra palabra griega: tholos. Sus autores fueron hombres prehistóricos, miembros de grupos que ya dominaban los rudimentos de la agricultura y el pastoreo y que además eran maestros en la recolección de plantas comestibles, frutos, tubérculos, hierbas etc. así como en la caza. Gentes neolíticas por tanto, que intentaban explotar los recursos de la naturaleza con tecnologías que hoy nos producen tiernas sonrisas, pero que nos recuerdan el poder que aún ejercen los elementos de la naturaleza no solo sobre nuestras estrategias de supervivencia básica, es decir nuestro sustento, sino también sobre otros muchos aspectos de nuestra vida física y emocional.

A veces las canteras estaban cerca o no muy distantes de los lugares donde se levantaron los megalitos, pero hay no pocos casos en los que las piedras fueron trasladadas a grandes distancias a base de rodillos móviles y fuerza de tracción humana, operaciones que sin lugar a dudas produjeron serios accidentes a quienes las protagonizaron. Porque los pesos eran variables, pero una losa media de un megalito medio viene a pesar entre 5 y 12 toneladas si es de granito y algo menos si es de pizarra. Duros trabajos pues en una época en la que tampoco la vida era fácil.

Los tipos de megalitos más frecuentes son los menhires, los alineamientos, los recintos de piedra (también denominados cromlech) y los dólmenes. Estos últimos son construcciones de carácter funerario, tumbas colectivas de clanes familiares a manera de panteones, donde junto a los restos de los difuntos se depositaban objetos de ajuar que a veces han sido objeto de la codicia de los ignorantes, ya que en los dólmenes no hay joyas ni piedras preciosas por la sencilla razón de que sus gentes aún no las valoraban de la manera en que nuestra sociedad lo hace. Extremadura es una tierra donde abundan los restos dolménicos, menos son los menhires constatados y desconocemos de momento si hubo alineamientos y recintos de piedra que bien pudieron verse afectados por la antropización y mecanización de los campos. Sin ir más lejos, en el vecino Alentejo se conoce un buen número de recintos de piedra, entre los que destaca el de Les Almendres muy cerca de Evora, también menhires y por supuesto muchos dólmenes. Pero aquí el megalito por excelencia en los campos extremeños es el dolmen, de granito o de pizarra y a menudo con ambas variedades de piedras, en ocasiones de dimensiones pequeñas, en otras de tamaños medianos y no faltan los grandes y monumentales que tienen en el de Lácara su más monumental expresión.

Precisamente el área central del actual Portugal es uno de los focos geográficos del continente europeo donde mayor cantidad, antigüedad y variedad de megalitos se conocen. Uno de los escenarios más importantes para el estudio del fenómeno megalítico por tanto, en el que también es el dolmen la manifestación más representativa, una área dolménica que como tal incluye también la franja más occidental de la Extremadura española, de aquí que esa franja sea donde se encuentra la mayor concentración de dólmenes que se conoce en la región, o sea donde su implantación fue más numerosa. Evidentemente en el IV y III milenios antes de nuestra era no había fronteras ni rayas ni lineas de demarcación y aunque siempre se destaca el núcleo dolménico alentejano, en honor a la verdad hay que recordar que está demostrado y fuera de toda duda que dicho núcleo se prolongó por buena parte de Extremadura. Por eso algunas veces se habla ya de núcleo dolménico alentejano-extremeño, superándose así la proyección de criterios administrativos actuales a los tiempos más pretéritos, en los que esos conceptos no existían. A propósito de esta cuestión, puede recordarse como el Megalitismo transfronterizo fue uno de las primeras actuaciones del programa Interreg I de Patrimonio Histórico, coordinado y ejecutado desde la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura y el entonces Instituto de Patrimonio Arqueológico portugués. Y es que los dólmenes son la más antigua manifestación arquitectónica y cultural que compartimos con el Alentejo.

Volviendo a los dólmenes en si mismos, hay que decir que se trata de estructuras megalíticas sencillas, con una cámara paracircular de entre 2-5 m. de diámetro, un corredor de acceso a la misma de recorrido corto ó largo y una colina artificial llamada túmulo, hecha de piedras sueltas y tierra apisonada, que envolvía la construcción. Estos túmulos en gran parte se han erosionado y solo quedan sus trazas. Una variedad especial de sepulcro megalítico es el tholos”, que a diferencia de los dólmenes no presenta una cubierta plana en la cámara sino una falsa cúpula como sistema de cierre, también mampuestos a veces en las paredes y en muchas ocasiones corredor muy largo y estrecho. Arquitectónicamente es por tanto más complejo y en estas latitudes geográficas los “tholoi” parecen más tardios que los dólmenes. Si el de Lácara es el más grande y monumental dolmen existente hay en dia en tierras extremeñas, para el tipo tholos un magnífico ejemplo es el de la Granja del Toniñuelo cerca de Jerez de los Caballeros, que como Lácara es Bien de Interés Cultural desde hace muchísimos años. Otro tholos monumental e imponente era el desaparecido de Guadalperal, actualmente bajo las aguas del pantano de Valdecañas, de igual manera que el de Huerta Montero en Almendralejo y otros varios.

Además de estos ejemplares notables, existen concentraciones importantes de dólmenes, que no necrópolis concebidas como espacios solo dedicados a tumbas, en los téminos municipales de Valencia de Alcántara, Alcántara, Santiago de Alcántara, Cedillo, Montehermoso, Barcarrota, Salvaleón, Jerez de los Caballeros y Valverde de Leganés, áreas geográficas estas en donde se ha procedido a la consolidación y rehabilitación de diversos sepulcros megalíticos. Pero no faltan en otros muchos puntos, por no decir que están presentes en casi toda la geografía extremeña, megalitos y dólmenes prehistóricos del Neolítico o del Calcolítico, reutilizados a veces en la E. del Bronce y aprovechados a lo largo de los años en muchos casos por pastores, cazadores, temporeros y demás gentes unidas al campo.

A causa de estas reutilizaciones, las ideas que se han tenido en el pasado a cerca de lo que eran los megalitos en general y los sepulcros dolménicos y “tholoi” en particular han sido muy diversas y han ido cambiando, pero inicialmente, cuando se construyeron y se usaron a lo largo de casi dos mil años, fueron tumbas colectivas. Especie de panteones familiares como antes se apuntó, donde además de enterrar se rindió culto a los ancestros, es decir a los antepasados cuyos restos ahí estaban, y así sirvieron también de espacio físico para la puesta en escena de los mecanismos de cohesión social en torno a ellos, como un lugar de reunión especial de los miembros de los clanes junto a sus antepasados. También eran y son, aunque ahora con menos protagonismo, hitos en el paisaje, un paisaje que empezaba a humanizarse en aquellas épocas y en el que aquellos clanes prehistóricos estaban ya asentados y unidos a través de sus ancestros, con sus tumbas monumentalizadas resaltando como elemento visible no creado por la naturaleza.

Tumbas, lugares de reunión y culto, símbolos de una unión a esa tierra, expresiones de unas creencias en el más allá. Estos son algunos de los significados culturales de los sepulcros megalíticos, que en su tiempo constituyeron las primeras arquitecturas “emblemáticas” del hombre, dedicadas a los muertos pero hechas para los vivos, es decir memorias vivas.
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Extraído de HOY

La agresividad premeditada de los chimpancés.

Santino, un chimpancé de 30 años, ha venido a dar la razón a los científicos cognitivos que estudian a los primates: estos primates hacen planes de futuro, al igual que los humanos, y pueden ser tan malintencionados como ellos.

Desde hace diez años, los cuidadores del zoo de Furuvik, al norte de Estocolmo, han venido observando a Santino, que tiene la costumbre de recoger piedras, seleccionarlas y pulirlas con toda calma para luego arrojarlas con premeditación y alevosía contra los visitantes del parque.

Para los científicos cognitivos de la Universidad de Lund, en el sur de Suecia, ésta es una de las primeras "pruebas claras de que un animal distinto del hombre puede hacer planes para el futuro de manera espontánea".

"Estas observaciones demuestran de forma convincente que nuestros hermanos, los primates, consideran el futuro de modo complejo...y tienen una conciencia altamente desarrollada", afirma Mathias Osvath, autor principal de un estudio publicado en la revista Current Biology.

Osvath explicó que muchos machos dominantes lanzan piedras cuando se sienten vigilados, porque creen que se está invadiendo su territorio, pero el caso de Santino es distinto porque recoge los proyectiles con antelación, lo que denota una planificación y una premeditación.

Según Osvath, los investigadores han registrado muchos comportamientos en los simios que podrían conllevar una planificación, tanto en libertad como en cautiverio, pero por lo general no ha sido posible juzgar si estaban respondiendo a una necesidad presente o futura.

Es el caso de un chimpancé que arranca una rama para "pescar" termitas o recoge una piedra para romper una nuez.

"Los escépticos siempre pueden argumentar que les motiva una circunstancia inmediata y no futura", señala Osvath, para quien este campo de la investigación está "lleno de ideología" ya que a los humanos "les cuesta reconocer que un animal sea igual que ellos".

Otros experimentos con chimpancés y orangutanes realizados en el departamento de ciencia cognitiva de la universidad de Lund han venido a corroborar la teoría de que tienen la capacidad de hacer planes de futuro, aunque se ha argumentado que los animales estaban condicionados por los científicos.

Es incuestionable que Santino, que de santo no tiene nada, no está condicionado por ninguna necesidad inmediata.

En contraste con el estado de extrema agitación que le caracteriza cuando arroja las piedras, "siempre está calmado cuando recoge o fabrica su munición", subraya Osvath.
En opinión del científico, los chimpancés en general, al igual que otros animales, "probablemente tengan la misma habilidad" que Santino.

"Creo que los chimpancés salvajes deben hacerlo incluso mejor ya que dependen de ello para su supervivencia diaria y el entorno de un zoológico es mucho menos complejo que el de la selva", señala.

Este tipo de comportamientos "deben observarse cada día en la naturaleza", añadió y dijo que espera que al conocerse el caso de Santino mucha gente se decida a contar experiencias similares con animales.

Mientras tanto, Santino sigue esperando con su arsenal de piedras a los incautos visitantes del zoo de Furuvik, en Gävle, una ciudad a unos 170 kilómetros al norte de la capital de Suecia.
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Extraído de El Mundo

Marilyn Manson

“Sweet dreams”

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“Tainted love”