Diez inventos que cambiaron la Historia

Una huella imborrable Imagen meramente ilustrativa. En la vasta y fascinante historia de la humanidad, ciertos inventos han dejado una huell...

Una risa muy mona.

A veces, los científicos se toman muy en serio fenómenos como la risa. Según una investigación de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido), el origen de las carcajadas se halla en los juegos y bromas que ya disfrutaban nuestros antepasados, hace entre 10 y 16 millones de años.

La doctora Marina Davila Ross, una primatóloga del Departamento de Psicología de esta universidad, ha reconstruido el origen evolutivo de este comportamiento humano, y ha llegado a la conclusión de que la risa tiene raíces prehumanas. "Lo más probable", asegura, "es que los grandes simios la utilicen para interactuar de un modo similar a como lo hacen los humanos".

Según la investigadora, "esto es importante para la investigación de las emociones en humanos y animales, y para el manejo de los primates en cautividad y en libertad".

La doctora recopiló 800 grabaciones de 3 bebés humanos y 22 ejemplares de simios (orangutanes, gorilas, chimpancés, y bonobos), unos de corta edad y otros un poco mayores, mientras les hacían cosquillas en las palmas de las manos, los pies, el cuello y las axilas.

Después comparó las risas de las cuatro especies de grandes simios entre sí, las analizó acústicamente, y luego las comparó con la risa humana. A pesar de las diferencias acústicas evidentes, lo quedó claro es que la risa no es un rasgo únicamente humano.

Las similitudes y diferencias de las carcajadas de unas y otras especies se corresponden íntimamente con las relaciones que se ven en árboles evolutivos elaborados en función de la genética. Una clara evidencia de que la risa tiene su origen en un ancestro común.

Así, al reconstruir el árbol evolutivo, esta investigadora situó los humanos más cerca de los bonobos y chimpancés, más lejos de los gorilas, y mucho más lejos de los orangutanes.

El estudio demuestra que la risa evolucionó en los primates de forma gradual en los últimos 16 millones de años. Si la humana es claramente diferente de las risotadas de los simios se debe a que los cambios evolutivos han sido más rápidos en los últimos cinco millones de años.

Sin embargo, el estudio también encontró una inesperada similitud. Gorilas y bonobos pueden reírse mientras espiran el aire de forma más lentamente que en su ciclo respiratorio normal, lo que demuestra que tienen algún tipo de control en su respiración. Davila Ross dijo que hasta estos momentos se creía que esta habilidad era exclusiva de los humanos, así que seguramente pudo jugar un importante papel en la evolución del habla.

En la investigación también colaboraron el doctor Michael Owen de la Universidad del Estado de Georgia en Atlanta, y el profesor Elke Zimmermann de la Universidad de Medicina Veterinaria de Hannover, en Alemania. Esta última ha financiado el estudio junto con el Centro de Sistemas de Neurociencia de Hannover.

El estudio se ha publicado en la revista 'Current Biology'.
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Extraído de El Mundo

Seguridad social

“Quiero tener tu presencia”

Arqueólogos descubren veinte enterramientos musulmanes en obras en Zaragoza.

Los arqueólogos municipales han detectado al menos veinte enterramientos de la época islámica en unas obras que se realizan en la plaza de Santo Domingo de Zaragoza, en pleno Casco Histórico, y que forman parte del cementerio musulmán de la Puerta de Toledo.

Según ha confirmado a Efe la arquitecta municipal Pilar Galve, la novedad de este descubrimiento es que amplía la extensión de lo que se creía que ocupaba dicho cementerio, el segundo de esa etapa descubierto en la capital aragonesa, en donde los musulmanes habitaron desde el siglo VIII al XI.

Los expertos señalan que se trata de enterramientos islámicos por la disposición de los cuerpos, en posición lateral, con las piernas flexionadas, inclinados sobre el hombre derecho y con la cara orientada hacia la Meca como marcan los preceptos coránicos, de la misma manera que se sepultan en la actualidad en los países musulmanes, y porque están excavados en una fosa y cubiertos de adobes de arena.

Estas primeras fosas se han encontrado a metro y medio de profundidad y los arqueólogos están calculando la dimensión y profundidad de estos nuevos enterramientos y mañana determinarán si prosiguen las excavaciones, ya que las obras, que forman parte de la rehabilitación del Teatro del Mercado, deben continuar.

Los restos encontrados, una vez limpiados y fotografiados se recogen y se trasladan al laboratorio de arqueología para una limpieza más profunda, datarlos e inventariarlos.

Luego será el estudio antropológico el que determine la mortandad y sus características raciales, lo que permite saber el lugar de procedencia, ha explicado Galve.

La segunda almacabra de Zaragoza es la denominada Puerta de Valencia, que ocupa desde La Magdalena y la calle Asalto hasta Alonso V, también en el Casco Histórico, y donde se han excavado unas mil tumbas.

Galve ha explicado que los arquitectos municipales están realizando todo el seguimiento de las obras del Fondo Local, gran parte de las cuales se ejecutan en el ámbito histórico de la ciudad, y ha asegurado que "en cada zanja" de renovación de infraestructuras "hay un arquitecto".
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Extraído de ADN

"La arqueología no es lo que sale en las películas".

Se crió en el popular barrio sevillano de la Macarena, en la calle Fernández de Guadalupe. Por eso, a la hora de elegir restaurante no tiene dudas: Yebra, porque está a la vuelta de su casa y lo conoce "desde que era niña". La prueba es que todos la saludan por su nombre. Myriam Seco, sevillana de 41 años, es tan resolutiva como lo debe ser alguien que está al mando de 12 arqueólogos y un centenar de obreros en medio del desierto, en Luxor (Egipto), para desvelar los secretos que guarda el templo funerario de Tutmosis III. Llega a la cita móvil en mano y, se disculpa: no lo soltará durante toda la comida porque espera varias llamadas importantes.

Seco acepta la sugerencia del camarero sobre la tapa de mezcla imposible, panceta y cigala, para abrir boca. "En Egipto se come muy bien, pero esto no lo hay allí", corrobora ante la humeante fuente de arroz con carabineros elegida como plato principal. Y se pregunta qué fue antes, su pasión por la arqueología o por los viajes. De lo que no hay duda es de que esta mujer, guapa, simpática y de aspecto tranquilo, es capaz de enfrentarse a cualquier reto con tal de conseguir su objetivo.

Myriam es todoterreno, como lo demuestra otro proyecto que dirige en un medio totalmente distinto, en las aguas de Tiro (Líbano). Ella, que habla inglés, francés, alemán y "chapurrea" árabe, hizo un curso de buceo en 1998 para poder participar en el equipo del Instituto Náutico de Arqueología de la Universidad de Tejas. "Era un pecio del siglo XVIII con un cargamento de porcelanas chinas. Ahora que soy buceador profesional, cuando pienso que bajé 37 metros sin experiencia reconozco que fue una locura absoluta", confiesa.

En Tiro, Myriam se encarga de rescatar los cientos de estatuas votivas de terracota que se hundieron en el siglo V antes de Cristo y que están sumergidas a 35 metros. Esas diosas de la fertilidad, sacerdotes y guerreros que han salido del pecio fenicio podrán verse en una exposición que la arqueóloga está preparando para finales de este año en Sevilla.

Precisamente, en la última campaña en Tiro, donde trabaja desde 2006, se llevó la más grata sorpresa de su carrera: "Encontré tres estatuas completas de terracota de unos 40 centímetros. Estábamos buceando a 34 metros y fue al final de la inmersión, cuando casi nos quedábamos sin aire", recuerda con cara de felicidad, mientras comprueba que las llamadas "ineludibles" a su móvil y el recuento de su azarosa peripecia han hecho que parte del suculento arroz se quede frío.

"La semana próxima vuelvo a El Cairo", donde reside desde hace cinco años, "a desmontar la exposición de los 120 años de arqueología española en el Museo Egipcio". Asegura que cuando, en 1995, leyó la tesis quería quedarse en la Universidad de Sevilla, pero le "cerraron las puertas".

"Ahora me alegro. En 1998 decidí dejar Sevilla. Han sido unos años muy intensos y un camino duro. La arqueología no es lo que sale en las películas, pero todo el mundo tiene que hacer lo que le apetece en la vida para ser feliz. Yo lo soy, de momento", reflexiona. Ella sabe que todo tiene un precio y el suyo, con tanto viaje, es que no puede tener compromisos personales. "Hasta ahora, no me pesa. Estoy haciendo algo que me apasiona".
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Extraído de El País

Maná.

“Vivir sin aire” (en acústico)

Las herramientas multiuso de los chimpancés.

Las capacidades de los chimpancés son cada vez más soprendentes. No sólo son capaces de seleccionar las mejores piedras para cascar nueces o elegir el bastón más fiable para pasar un río. Ahora, además, se acaba de descubrir que también tienen utensilios multiusos que les permiten coger la miel de las colmenas.

El hallazgo ha sido realizado por el equipo del investigador Christophe Boesch, director del departamento de Primatología del Instituto Max Planck de Alemania, que durante años ha estudiado a chimpancés salvajes en África.

Tras 27 años investigando en el Parque Nacional Täi, de Costa de Marfil, en febrero de 2005 amplió su campo de acción al Parque Nacional de Loango, en Gabón, con el ánimo es documentar la evolución cultural y el uso de herramientas entre estos primates.

Entre febrero de ese año y septiembre de 2007, lograron encontrar 614 potenciales herramientas hechas por chimpancés en 45 localizacioens diferentes, la mayoría cerca de lugares con colmenas.

Su sorpresa fue mayúscula cuando observaron que los chimpancés a los que estaban vigilando eran capaces de construir y utilizar hasta cinco tipos diferentes de palitos para ayudarse a encontrar colmenas y poder extraer la miel que contienen.

Comprobaron, según publica New Scientist, que algunos eran muy finos y rectos para poder hacer sondeos en la tierra, en busca de las que están enterradas; otros, sin embargo, acababan en una punta 'trituradora' para poder romper la entrada a la colmena una vez localizada; algunos eran muy finos para servir como palanca alargada y analizar las paredes de la colmena en busca del preciado dulce.

Fases de la recolección.

Una vez encontrado el manjar, se hacen con ramitas que tienen los extremos raídos para ir recogiendo la miel y poder sacar el máximo posible al exterior.

Los primatólogos encontraron a menudo todas estas distintas herramientas cerca de la misma colmena, lo que sugiere que estos grandes simios las emplean en el orden adecuado. Algunas tenían incluso dos posibilidades de uso: por un extremo servían para analizar las paredes y por otro servían para recolectar la miel. Es decir, eran multiusos, algo nunca visto en una especie animal que no sea la humana.

Tampoco habían sido encontradas tal como estaban, sino que habían sido fabricadas por los chimpancés en un proceso que requiere varios pasos diferentes, lo que, según publican los investigadores en la revista 'Journal of Human Evolution', requiere una gran capacidad de planificación de cada fase, comparado con el hecho de machacar una nuez con una piedra.

Otro aspecto sorprendente es la capacidad de estos primates de concebir objetos que no son vistos, como son las colmenas que están enterradas bajo tierra. "Las habilidades mentales que necesitan para realizar esto son las mismas que se supone que tuvieron los primeros seres humanos en los inicios de la Edad de Piedra", ha señalado Boesch.

Es más, el primatólogo cree que fue precisamente el deseo de obtener miel con éxito uno de los factores de presión que pudo haber favorecido el aumento de la inteligencia en nuestra especie.

Aún hoy, la miel sigue siendo uno de los manjares que más se valoran entre algunas étnias de cazadores recolectores de África.
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Extraído de El Mundo

La cuna de los homínidos pudo estar en Europa.

Encontrado el fósil de un simio que vivió hace 11,9 millones de años en Barcelona.
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El origen de la familia de los grandes simios, a la que pertenecen los humanos, podría estar en Europa. Es lo que indica un estudio publicado por investigadores del Instituto Catalán de Paleontología (ICP-UAB) en el número de esta semana de la revista PNAS. Los científicos sustentan su hipótesis en el análisis de un nuevo homínido fósil hallado en el área de Els Hostalets de Pierola (Barcelona) bautizado como Anoiapithecus brevirostris o Lluc para los amigos.

Los restos de la cara y la mandíbula de este primate, que vivió hace 11,9 millones de años, poseen una combinación peculiar de características que servirán para reconstruir la encrucijada evolutiva de la que surgieron los homínidos. Por un lado, posee características propias de los keniapitecinos, los primates que hace 14 millones de años habrían partido hacia Eurasia para dar origen a grandes simios como el orangután. Pero, al mismo tiempo, tiene la cara más plana (con la mandíbula menos saliente que otros simios), un rasgo muy moderno que le aproxima a los humanos.

El trabajo del ICP, coordinado por el investigador Salvador Moyà-Solà, proporciona información sobre el Mioceno Medio (entre hace 16 y 11,6 millones de años), un capítulo de la historia de la evolución humana que, por la escasez de fósiles encontrados, aún tiene muchos espacios en blanco. En aquella época, debió de aparecer el ancestro común de gorilas, chimpancés o humanos.

La historia de Pau.

Hace siete años, también en Els Hostalets, se encontraron los restos de Pau (Pierolapithecus catalaunicus), un hominoideo que vivió hace 13 millones de años. Aquel individuo sugirió la idea de que el diseño moderno, que dio origen a grandes simios como el chimpancé o el gorila (y después los humanos), se cocinó en la región mediterránea. Ahora, Lluc apoya la hipótesis de que los homínidos aparecieron en Eurasia.

En su artículo, los investigadores emplean varios argumentos para justificar esta conclusión. En primer lugar, la presencia tanto de keniapitecinos como de homínidos en Eurasia durante el Mioceno Medio. En segundo lugar, la cercana relación de parentesco entre los keniapitecinos y los homínidos. Los autores del estudio consideran que los restos faciales de Lluc proporcionan indicios importantes de esta proximidad. Además, la asociación de algunos rasgos del cráneo de Pau con los de keniapitecino suponen un argumento más en la misma dirección. Un último argumento es la lógica temporal con que estos especímenes se suceden unos a otros: keniapitecinos, entre hace 15 y 13 millones de años; driopitecinos como el Anoiapithecus o el Pierolapithecus, hace 11,9 millones de años, y homínidos del Mioceno Tardío, hace 11,1 millones de años.

Regreso a África.

El equipo de Moyà-Solà considera que esta combinación de características indica que los primeros homínidos se originaron en Eurasia a partir de los keniapitecinos y después se dispersaron por este continente separándose en homininos (humanos o chimpancés) y ponginos. Después, la familia de los homininos habría regresado a África.

Hace unas semanas se publicó el hallazgo de Ida, un presunto ancestro común de simios y humanos que vivió hace 47 millones de años. Ahora, el descubrimiento de Lluc en latín, el que ilumina alumbrará otra de las épocas de engarce poco conocidas en la historia de la familia humana. Los investigadores esperan que los yacimientos de Els Hostalets de Pierola aún tengan mucho que decir sobre la diversificación inicial de los grandes simios.
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Extraído de Público