Diez inventos que cambiaron la Historia

Una huella imborrable Imagen meramente ilustrativa. En la vasta y fascinante historia de la humanidad, ciertos inventos han dejado una huell...

Una ruta mostrará los tesoros megalíticos de Urdaibai.

Ocho dólmenes y un menhir componen el itinerario.

El atractivo paisajístico y cultural de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai se verá enriquecido a partir de noviembre con la apertura de una ruta megalítica. El itinerario incluirá ocho dólmenes y un menhir, de la época del Neolítico, que los antiguos pobladores de la comarca construyeron hace 5.800 años y continuaron erigiendo durante dos milenios más.

Cinco de las necrópolis que conformarán la primera etapa del recorrido pertenecen al cordal de Katillotxu, en Mundaka, mientras que los otros tres asentamientos al aire libre se sitúan en las inmediaciones del monte Sollube de Bermeo. El recorrido también albergará el menhir de Sorbituaga-Arriatara, en Busturia. «A partir de noviembre señalizaremos las cinco primeras, ya que el resto de las construcciones no se sumarán a la ruta hasta finales del año que viene», explica Juan Carlos López Quintana, uno de los arqueólogos responsables del proyecto.

La iniciativa, que correrá a cargo de la Asociación de Arqueología Agiri de Busturialdea, tiene como objetivo la conservación, puesta en valor y divulgación de estas necrópolis. En un primer momento, el plan se centrará en dos de los monumentos de Katillotxu, «que se encuentran muy próximos entre sí y sirven de modelo de evolución de los sepulcros de uso colectivo», apunta. Para ello, está prevista la instalación en el lugar de dos mesas de interpretación, con ilustraciones del dibujante Ángel Domínguez que ayudarán a hacer comprensible a los visitantes la finalidad funeraria, ritual y territorial de las construcciones megalíticas.

En los atriles también se incluirán detalles sobre el tipo de vegetación que existía en aquella época en la zona y que los expertos lograron extraer a través de los muestreos polínicos llevados a cabo durante la excavación de las cámaras funerarias. Los resultados destacan que el paisaje predominante estaba formado por el bosque caducifolio, compuesto por avellanos y robles. De hecho, además de instalar la señalización pertinente y renovar el vallado que protege los monumentos, la actuación incluye la plantación simbólica de este tipo de árboles alrededor del conjunto de Katillotxu. La inauguración de la ruta estará precedida de unas jornadas sobre Arqueología, los días 27 y 28 de noviembre, en Gernika.
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Extraído de El Correo Digital

Una trinchera de los años 30 descubre el trazado urbano de la ciudad de Pollentia.

Los arqueólogos encuentran más cadáveres en la zona de la necrópolis y estiman que la muralla tardía del foro es de época bizantina.

Calles y cadáveres son los dos descubrimientos principales de esta campaña de verano en el yacimiento romano de Pollentia. Hallazgos que confirman las teorías que los arqueólogos barajaban sobre esta zona desde el año 2000.

La primera de ellas: "Pollentia era una ciudad muy bien trazada, un ideal de urbanismo", considera una de las directoras de las excavaciones, Margalida Orfila. Su apreciación la refuerza el descubrimiento de dos trozos de calle en una trinchera que se abrió en los años 30 para que pasara el tren. Las marcas de estas dos nuevas vías en el corte de setenta metros de tierra acaban de ofrecer la perfecta lectura urbanística de la ciudad romana. Y una señal de que la urbe se extendía un poco más allá de la zona de la Portella.

Suelos romanos.

Orfila indicó que aún falta identificar la cronología de la trinchera, en la que también se distinguen dos suelos romanos y cerámica talayótica. "De todos modos, todavía hay mucha tierra por excavar en esta parte; aparecerán todavía muchas cosas", señaló Orfila. La trinchera confirma el conocimiento sobre urbanismo que tenían los romanos para comunicar las casas.

La zona de esta zanja era intransitable hasta el pasado invierno, cuando la brigada de Patrimonio del Consell limpió el área y retiró las plantas. En verano, el equipo de investigación de Pollentia, formado por miembros de la Universidad de Granada y de la de Barcelona, ha terminado de despejar la zona para dejar al descubierto parte del trazado urbanístico de la ciudad. "El año que viene ya tendremos listo el dibujo del corte", adelantó Orfila.

El grupo de treinta personas que atendió ayer a las explicaciones de los arqueólogos durante la jornada de puertas abiertas, se trasladó después al foro, la plaza de la ciudad. Allí, un grupo de estudiantes de Historia de distintas universidades excavaba y continuaba ayer sacando huesos de cadáveres. La zona en cuestión es una enorme necrópolis de la Antigüedad tardía. "Hasta el día de doy, llevamos 350 tumbas excavadas", informó Miquel Àngel Cau, codirector del proyecto de Pollentia. La tipología de nichos encontrados es muy diversa. "Todas ellas están ordenadas; algunas son como cajas de piedra, con una tapa", explica. "La exhumación y extracción de los huesos es uno de los trabajos más laboriosos en arqueología", refirió Cau ante el grupo de ciudadanos y también el director insular de Patrimonio, Biel Cerdà.

El equipo de investigadores está también centrado en averiguar la datación exacta de la muralla del foro, que ya se sabe que es de época tardía. El muro se construyó después del incendio que destruyó la plaza pública, en el siglo III d. C. Pese a la catástrofe, explica Cau, la ciudad continuó funcionando. Los arqueólogos creen que la muralla defensiva es del siglo V, de la época de Bizancio. Y saben que el muro defensivo y las casas anejas dejaron de usarse en la época de decadencia del Imperio Romano para pasar a convertirse en cementerio. "Durante la República, estaba totalmente prohibido enterrar muertos en la zona residencial, debía hacerse lejos. Con la cristianización de Pollentia, las tumbas comenzaron a entrar en la ciudad", instruye Cau.
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Extraído del Diario de Mallorca

Hallan un esqueleto de hace 26 siglos cubierto de oro y ámbar báltico.

El esqueleto de una joven del siglo V a.C., cubierto de forma peculiar con láminas de oro y ámbar, fue encontrado hace unos días por arqueólogos macedonios en la ciudad suroccidental de Ohrid.

El hallazgo ha alcanzado tal publicidad que el presidente del país, Gjorge Ivanov, se desplazó a Ohrid el pasado fin de semana, para presenciar la exhumación del extraño esqueleto y ornamentos que lo adornaban.

Las piezas de oro representan una máscara de varias partes que cubría el rostro de la joven, fallecida al parecer con 15 o 16 años y que se supone podría ser hija de algún ciudadano rico o del gobernador de la ciudad a la orilla del lago Ohrid, que en la antigüedad se llamaba Lychnidus.

"Los ojos de la enterrada estaban cubiertos con esta hoja de oro, y esta otra cubría sus labios. El sol de oro de 16 rayos estaba puesto sobre el corazón. El cinturón de oro de 40 centímetros ceñía su cintura", mostró ante la prensa en Ohrid el responsable de la Dirección para la Protección del Patrimonio Cultural y principal arqueólogo del país, Pasko Kuzman.
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Otros hallazgos.
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Según Kuzman, quien indicó que se trata de un "gran hallazgo", piezas de oro similares fueron encontradas sólo en la zona del mar Egeo, y eso no en una sola tumba sino en fragmentos. Pero lo que más curiosidad ha despertado entre los expertos es el hecho de que en la tumba también encontraran adornos de ámbar, unos objetos que en la antigüedad se producían sólo en las regiones del norte europeo cerca del mar Báltico, a varios miles de kilómetros de estas tierras balcánicas. "Eso lanza una nueva luz sobre el grado de desarrollo del comercio entre el norte y el sur de Europa en aquella época", declaró la ministra de Cultura, Eliabeta Kancheska Milevska.

La excavación ha sido seguida "en directo" por varias decenas de turistas macedonios y extranjeros en Ohrid. "Es muy interesante, ocurre ante nuestros ojos. Nunca antes tuve la oportunidad de ver con mis propios ojos la exhumación del tesoro de la tierra", dijo a Efe Frode, de 33 años, un turista de Noruega.

La ciudad de Ohrid estuvo bajo la esfera de influencia del imperio macedonio en el siglo V a.C., y en la época romana pasaba por ella la Vía Egnatia, que unía a Roma con Bizancio -hoy Estambul-, entonces el centro del imperio romano oriental. En 2002 se halló en el mismo yacimiento una máscara de oro en forma de rostro humano que cubría la cabeza de una persona enterrada en una tumba, a sólo 6 metros de la descubierta ahora. Además de la máscara de oro y ámbar, fueron encontrados en la tumba de la joven brazaletes de plata y bronce, pendientes de oro, una cadena de oro y unas pequeñas ánforas.

Kuzman no excluye que se descubran otras piezas de oro y bronce similares cuando prosigan las excavaciones con intensidad, previsiblemente en otoño, momento hasta el que la tumba será nuevamente cubierta de tierra. Mientras, para el nuevo hallazgo se prepara un espacio especial, con el fin de guardarlo y exhibirlo, en una amplia casa en el casco viejo de Ohrid, edificada al estilo tradicional del siglo XIX, que ahora alberga el Museo etnológico.

La ciudad, de 42.000 habitantes y principal centro turístico de Macedonia, y el lago Ohrid, con numerosas especies endémicas de flora y fauna, integran la lista de patrimonio universal protegido por la UNESCO.
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Extraído de ABC

R.E.M.

“Man on the moon” (en directo)

La 'Eva' de los neandertales.

Hace 110.000 años hubo en Europa una Eva neandertal que dio origen a las poblaciones posteriores de esta especie, hasta su desaparición, hace unos 25.000 años.

Esta antepasada común, más joven que la Eva de nuestra especie, a la que se le calculan unos 150.000 años, pudo ser una superviviente de la última máxima glaciación que dejó diezmadas las poblaciones neandertales en todo Europa, hasta el punto de que su número no superaba los 7.000 individuos.

Estas son algunas de las conclusiones del trabajo de un equipo europeo de investigadores, en el que se ha secuenciado el ADN mitocondrial (el que transmiten las hembras) de cinco individuos de neandertales, uno de ellos encontrado en la cueva asturiana de El Sidrón.

Los científicos, que publican sus resultados en 'Science', consideran que no contradicen lo que indica el registro fósil, pero sí confirma la escasa diversidad genética de aquella especie, que fue mucho menor que la del ser humano moderno e incluso que la de los europeos actuales o los chimpancés.

Una prueba de esa poca variabilidad está en la enorme distancia que separa a restos de neandertales clásicos muy similares: dos fósiles de Feldhofer (Alemania), uno de Vindija (Croacia), uno de Mezmaiskaya (Rusia) y el de El Sidrón.

Curiosamente, el genoma mitocondrial del alemán y del croata, separados por 1.000 kilómetros, son casi idénticos. "Significa que eran muy pocos, como máximo unos 7.000 neandertales. Ahora sería imposible encontrar al azar dos europeos con un cromosoma tan parecido", argumenta Carles Lalueza, coautor del trabajo y experto en ADN antiguo del Instituto de Biología Evolutiva del CSIC.

Lalueza ha sido en encargado de secuenciar parte del ADN del fósil asturiano, un fragmento de fémur de hace 48.000 años de un varón adulto. Los restos más antiguos utilizados en el trabajo son de hace 70.000 años. A partir de los 100.000 es muy difícil que se conserven secuencias genéticas.

Los paleontólogos creen que estos últimos neandertales sufrieron un cuello de botella demográfico hace unos 110.000 años, o antes, aunque aseguran que nunca llegaron a ser numerosos. "Hace unos 130.000 años hubo una glaciación máxima y gran parte de sus poblaciones se extinguieron. Los que quedaron, entre ellos esta Eva virtual, de la que sólo sabemos que tuvo hijas, se expandieron por el continente", explica Lalueza.

Su colega y también coautor Antonio Rosas, de la Universidad de Oviedo, precisa que "hubo extinciones locales, sobre todo en el norte del continente, y sobrevivieron los que se refugiaron del frío en el sur".

Novedades técnicas.

En definitiva, los neandertales superaron grandes debacles demográficas, causadas por un entorno hostil, hasta que desaparecieron tras la llegada a Europa del 'Homo sapiens' por razones que aún se tienen poco claras, aunque Rosas apunta que pudieron estar relacionadas con su escasa diversidad genética. Considera que, cuando se encuentren nuevas muestras, la edad de esta Eva neandertal, es decir, el linaje que sobrevivió a aquella glaciación, probablemente se acerque a los 130.000 años, lo que coincide con los estudios del clima.

Una de las novedades técnicas de esta investigación es el sistema PEC o ultrasecuenciación masiva, que permite seleccionar las regiones del cromosoma mitocondrial antes de secuenciarlo, de forma que el resultado se obtiene más rápidamente y, además, resulta más barato. La mayor parte de este trabajo se ha realizado en el Instituto Max Planck de Alemania, bajo la dirección de Adrian W. Briggs. Por cada un neandertal generaron entre 170.300 y 521.000 secuencias.

Además de la tecnología, también ha sido importante contar con restos poco contaminados con ADN ajeno, aspecto en el que ha destacado el fémur de El Sidrón, donde sólo se ha detectado un 0,27% de secuencias contaminantes. El mismo hueso fue utilizado para determinar que los neandertales tenían un gen asociado al lenguaje (el FOXP2) y el gen del grupo sanguíneo cero.

En la cueva asturiana, donde se sigue un estricto protocolo de extracción limpia, ya se han recuperado 1.600 restos óseos de 10 individuos neandertales.

De cara el futuro, el objetivo de todos es poder encontrar la mayor cantidad posible de ADN nuclear de neandertales, mucho más difícil de conservarse, pero también con mucha más información para «hacer la pintura completa de su población histórica», como señalan los autores en 'Science'.
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Extraído de El Mundo

La percusión disuasoria de los monos gibones.

Los gibones son un tipo de monos sin cola y con un canto territorial muy peculiar. Lo llamativo es que ahora han descubierto que al llegar a su punto más álgido, lo remarcan con percusión.

Thomas Geissmann, experto en el comportamiento de los pequeños simios de la Universidad de Zurich, ha comprobado cómo la hembra gibón ensalza su cántico territorial con un fuerte ruido. Cada vez que alcanza su clímax, el mono cierra de golpe una puerta para acentuar su llamada. Y no por una cuestión de ritmo, sino por llamar más la atención y espantar a posibles invasores enemigos.

En muchas especies de gibón los machos hacen un llamamiento mediante una serie de ruidos cortos que gradualmente se van volviendo más complejos. A intervalos regulares, se suman las hembras con gritos de mayor duración.

Geissmann observó estos cánticos en una hembra de gibón con manos blancas (Hylobates lar) que vive con una pareja de machos en el Zoológico de Seeteufel en Studen, Suiza. Ningún otro gibón de manos blancas vive en el zoológico, pero un grupo de siamangs (un tipo de gibones de pelo negro) llegó poco antes a una jaula cercana.

Pronto se dió cuenta de que la hembra mostraba un comportamiento bastante singular cada vez que cantaba. Sólo unos segundos antes de que comenzara su 'gran grito', la hembra se retiró cantando a su caja de madera para dormir. Entonces, medio cerró la puerta corredera hacía la caja de madera. Para poco después, en el clímax de su llamada, cerrar violentamente la puerta corredera. Después de abrirla otra vez, salto fuera de la caja.

"Siempre en el mismo punto de su canción saltaba y cerraba de golpe la puerta corredera, lo que hacía bastante ruido", aseguró Geissmann a la BBC. "Este tipo de comportamiento sólo lo hacía cuando cantaba, y en todos los años que llevo estudiando gibones salvajes y en cautividad, jamás había visto u oído nada igual", añadió.

Al ser un esfuerzo para mejorar su canto, el investigador suizo cree que puede considerarse un primer ejemplo del uso de herramientas en esta especie.

"La gente tiende a esperar grandes cosas de los grandes simios, porque son conocidos por estar relacionados con los seres humanos", dijo Geissmann. "Pero estoy seguro de que encontraremos muchas cosas interesantes si seguimos observando los gibones. Son tan diferentes de otros simios que es posible que nos sorprendan por completo en otras áreas del conocimiento", concluyó.
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Extraído de El Mundo

Dos siglos atrapados por la novela histórica.

Con la Historia pasa lo mismo que con la Filosofía: no nos la han contado bien. La prueba es el éxito permanente de un género que Carlos García Gual ha bautizado como "el hijo bastardo de la novela y la historia".

Sí, hablamos de la novela histórica, una literatura contra la que se alzan detractores de los dos campos de los que se nutre, pero que desde su nacimiento, en el siglo XIX, hasta la actualidad goza del favor del público.

"La novela histórica logra hacer de unos documentos aburridos y llenos de datos una historia fluida que engancha y con la que se aprende". Así nos explica el secreto del éxito la escritora
Almudena Arteaga, buque insignia del género en nuestro país y quien volvió a ponerlo de moda con La princesa de Éboli.
Mestizaje.

La mirada bizca.

"La novela histórica es un género mestizo y ambiguo. Por eso tiene poco prestigio entre críticos literarios e historiadores", explica uno de nuestros mayores expertos en el género, Carlos García Gual.

Y es que los unos ven trampa y poco rigor en este tipo de obras y los otros creen que falta lo fundamental: creatividad literaria. Pero es precisamente en esa fusión donde está el encanto y la clave del éxito que ha hecho al género mantenerse en primera fila desde el siglo XIX cuando Walter Scott dio con el molde.

La fórmula mágica.

Walter Scott.

Desde 1824 se publican en España traducciones del creador del modelo definitivo de la novela histórica, Walter Scott, que con sus obras sobre la Edad Media inglesa (Ivanhoe, de 1819, es la más conocida) creaba una fórmula que lograría los mayores éxitos de público y también fama y enriquecimiento para sus cultivadores: ya entonces, Espronceda se embolsó la considerable cifra de 6.000 reales con su novela histórica Sancho Saldaña.

El tema medieval introducido por Scott no tardaría en convertirse en piedra angular de los románticos españoles, que, nostálgicos del "cualquier tiempo pasado fue mejor", miraron hacia el Medievo en busca de inspiración.

A ellos debemos la unión que triunfó: emoción + historia. Este modelo estaba claramente implantado en 1834: Sancho Saldaña, de Espronceda, o El doncel don Enrique el Doliente, de
Larra, dan fe del triunfo.

La mejor novela histórica del Romanticismo tardó diez años en llegar. Se trata de El señor de Bembimbre (1844), de Enrique Gil y Carrasco. La considerada iniciadora del género en España, Ramiro, de Rafael Húmara, data de 1823.
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Sublimación.

Los grandes.

Los más destacados novelistas del Realismo no se mostraron tan despectivos hacia el formato como algunos de los actuales. Flaubert incurrió en el género con Salambó (1862) y Galdós escribió la cima de la novela histórica con los Episodios nacionales. Guerra y paz, de Tolstoi, es otra de las obras maestras del género.

En el siglo XX la novela histórica tuvo también importantes cultivadores: Robert Graves (Yo, Claudio), Marguerite Yourcenar (Memorias de Adriano); Naguib Mahfouz (Akhenatón, el hereje), Umberto Eco (El nombre de la rosa) y Juan Eslava Galán (En busca del unicornio).

Apuesta segura.

Romanos y Medievo.

Cátaros, visigodos, templarios, romanos, tramas medievales y la II Guerra Mundial (de la que se cumplen 70 años, pero no ha habido, por el momento, aluvión reseñable de novelas históricas); éstos son los temas que nunca fallan.

El personaje infalible sobre el que montar todo tipo de novela histórica es sin duda Hitler. Pero hay más: "todo lo relacionado con temas de la Iglesia y la teoría de la conspiración". Miguel Ángel Matellanes no lo duda, estos dos temas son éxito seguro, y sabe de lo que habla: es editor de Bóveda, el nuevo sello dedicado exclusivamente a la novela histórica extranjera.
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¿Falsificadores?

Dan Brown.

"Obras como las de Dan Brown (El código Da Vinci) son derivados de la novela histórica, pero es un género distinto". Ni arremete ni defiende, simplemente deja claro Carlos García Gual que estas obras "son novelas de misterio seudohistórico". Eso sí: "falsifican la historia".

Almudena Arteaga coincide aquí con el crítico e historiador: "no hay que engañar al lector. Si pone novela histórica, que sea verdad, que no se engañe". Sin embargo, mucha gente devora este tipo de obras... Gual responde tajante: "Eso es porque a esas personas no les gusta la historia".
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¿Fenómeno Hipatia?

Es una auténtica desconocida. O más bien habría que decir: era una auténtica desconocida. Hasta que Amenábar anunció Ágora, la película que estrenará en septiembre y que versa sobre este desconocido pero atractivo personaje: Hipatia.

La literatura no se ha quedado atrás y el pasado junio salían dos novelas históricas sobre el personaje: El jardín de Hipatia (Espasa), de Olalla García, e Hypatia y la eternidad (Es), de Ramón Galí. Asegura la historiadora Olalla García que no sabía nada de la película cuando empezó este proyecto, complicado por la poca documentación del personaje: "los historiadores le han hecho poco caso".

Y eso que fue la primera maestra de la Historia, además de matemática, filósofa y astrónoma. En septiembre saldrá otra novela histórica del personaje, El sueño de Hipatia (Plaza&Janés), de José Calvo Poyato.
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Extraído de 20 minutos