Diez inventos que cambiaron la Historia

Una huella imborrable Imagen meramente ilustrativa. En la vasta y fascinante historia de la humanidad, ciertos inventos han dejado una huell...

Un barco intacto del siglo XVII.

Cañones, mascarones de proa, tres mástiles, cofres, morriones, monedas, mesas, recipientes, jarras, vasos, armas, toda clase de piezas y otros utensilios de la época han permanecido en perfecto aislamiento, a 43 metros de profundidad, en el mismo sitio donde se hundió el galeón holandés hace más de 400 años. Se trata de uno de los mayores descubrimientos marinos de todos los tiempos y un hallazgo cultural de incalculable valor.

Aunque en un principio se dijo que un grupo de la televisión nacional SVT, mientras realizaba un reportaje sobre el archipiélago de Estocolmo y las navegaciones de recreo, encontró el pecio, la realidad es otra. Tres submarinistas experimentados, hallaron por casualidad ese barco que yacía en el fondo marino, a la espera de ser rescatado, mientras buscaban un cargador de acero, que desapareció en aguas bálticas en los años 40 del siglo pasado.

«En realidad estábamos buscando el carguero M/S Alma, pero nos llevamos la sorpresa más agradable de nuestra vida al encontrar al denominado “Lejon-vraket”», cuenta el oceanógrafo sueco Markus Hådre, quien con sus compañeros de aventuras, Jonas Rydin y Anders Bäckström, hicieron el mayor hallazgo de su vida en aguas bálticas: un buque neerlandés del tipo «flauta» que data de 1600.

Galeón antiguo y casi intacto.

Rydin y Bäckström fueron los primeros en lanzarse a las profundidades del mar en un soleado día del mayo pasado. Cuando volvieron a la superficie y contaron, muy excitados, que habían encontrado un galeón muy antiguo y casi intacto, con una cabeza de león en la popa, Markus André pensó que bromeaban. «Segundos más tarde vi las fotografías y videos con cañones, maderas labradas y figuras de leones, y comprendí que éste era un hallazgo único, un verdadero bombazo». Lo bautizaron como el «Lejonvraket», por el león que lleva su popa.

Suecia es una de las naciones que más secretos y riqueza guarda en pecios sumergidos alrededor de sus costas. Es el mar Báltico, sobre todo, donde más embarcaciones y restos arqueológicos se han encontrado, muy bien conservados a lo largo de los años. Estos días las autoridades preparan una expedición al lugar donde está sumergido a unos 50 metros de profundidad el «Lejonvraket», para determinar el historial del galeón, su identidad, sus datos sobre su fabricación, edad exacta, la ruta que llevaba... y preparar su rescate.

Expertos en arqueología marina, historiadores y oceanógrafos «buscadores de tesoros» han determinado que es de la misma época que el famoso buque de guerra «Vasa», construido bajo la dirección del holandés Henrik Hybertsson, experimentado constructor naval, considerado como el más famoso de Escandinavia, que hoy admiran nacionales y extraños en el museo que lleva su nombre. Símbolo de la riqueza de aquel siglo de Oro, el barco será rescatado y tal vez regrese a su tierra de origen, la actual Holanda, para ser expuesto en algún museo.

Es posible que Suecia invite a los holandeses a participar en las faenas de rescate. De momento, se han prohibido toda clase de expediciones submarinas o deportes acuáticos en el lugar, en pleno archipiélago de Estocolmo en Lillsved, muy cerca de la localidad veraniega Värmdö.

El «Lejonvraket» es el segundo galeón encontrado durante los dos últimas años en el Mar Báltico. En 2007, cerca de Sandön, isla de Gotland, un grupo de la empresa Marin Mätteknik AB, descubrió el navío conocido como «El buque fantasma». Se considera que es uno de los «tesoros» mejor preservados y no se descarta que el barco hallado en mayo sea «el gemelo» de aquél, ya que tiene las mismas características.
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Modelo típico del siglo XVII.

Un navío que probablemente se utilizaba para el comercio entre Ámsterdam y Estocolmo a mediados del siglo XVII. El modelo es típico de su época y su diseño y construcción sin lugar a duda neerlandeses. Es sabido que Holanda, con España, tuvo un periodo brillante durante el siglo XVII y que ambas naciones dominaban el mundo en aquellos tiempos. Los holandeses, expertos en navegación, ganaron fama y dinero con su flota y sus colonias. Tenían cientos de navegaciones que trafican todos los mares. Este buque de vela, que permanece de momento sumergido en el Báltico, es un modelo del tipo «flauta». Conservado prácticamente intacto —gracias a la baja temperatura y composición de aquellas aguas—, mantiene en perfecto estado los espacios y camarotes interiores. Además, pueden verse los cofres de los marineros, mesas, sillas, utensilios, y demás equipos necesarios para la navegación. Sin duda, en la parte hoy no visible se hallarán piezas de incalculable valor cultural.

El Báltico es un gran cementerio de naves hundidas. Los historiadores y arqueólogos aseguran que no hay otro mar en el mundo que pueda compararse con él en cuestión de arqueología marina. En sus turbias aguas con muy bajo nivel de sal —lo que las protegen de los agresivos moluscos y otros organismos que destruyen las maderas—, hay desde barcas de la época de los vikingos y navíos medievales hasta buques acorazados de las dos guerras mundiales. Ese mar ha permanecido «virgen» durante tantos siglos, y todo lo que custodia en sus profundidades se mantiene prácticamente igual. Bucear en sus aguas es como volver la páginas de la historia. Hasta ahora se han recuperado 20.000 pecios, pero los historiadores aseguran que hay alrededor de 80.000 más. La franja cercana a la pequeña localidad de Dalarö (a unos 40 km de la capital) es especialmente rica en naufragios ya que solía ser zona aduanera para todos los buques que navegaban hacia la capital sueca. Esos naufragios que según, Andreas Olsson, director del Museo Arqueológico de Estocolmo. califica estos buques que permanecen en el fondo del mar como «las pirámides del norte de Europa».
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Extraído de ABC

'Grafitis' que pasaron a la historia.

Por razones evidentes desde el punto de vista de la historia, no se puede comparar un 'grafiti' de los muchos que en estos momentos abundan en la ciudad, con un grabado del siglo XIX plasmado, por ejemplo, en la muralla de la Alcazaba. Pero lo cierto es que tanto la intención del grafitero actual como la del señor que vivió hace ya dos siglos son muy parecidas.

No son pocos los monumentos de Badajoz que cuentan con lo que hoy se podría denominar de forma coloquial 'grafitis históricos'. Son grabados, la mayoría de hace unos doscientos años, que diversos ciudadanos o forasteros quisieron dejar estampados por una u otra razón.

La Alcazaba es uno de los lugares en los que más inscripciones se pueden apreciar a los largo de sus murallas. El paso de los años los ha mantenido, al menos hasta el momento, a pesar de que algunos de ellos están cada día más deteriorados.

Uno de los que no se encuentran en buen estado y que en cualquier momento puede sufrir un desprendimiento del enlucido en el que está grabado, es el que se persiste en la Torre de las Siete Ventanas.

La inscripción dice '3 octub - 1892', por lo que deja clara la fecha en la que fue realizada. Posiblemente se trate, según cuenta Francisco Pilo en su libro 'Un paseo por la Alcazaba árabe de Badajoz', de un albañil que terminó de enlucir este muro en el día señalado.

En torno a este grabado se encuentran algunos otros que, si bien no se pueden descifrar con facilidad, dan la sensación de ser relativamente recientes.

Siguiendo por el adarve dirección a la Puerta del Alpéndiz, también se puede contemplar desde la muralla una fecha marcada en el lateral de otra torre. En esta ocasión, debido a la mala conservación, a simple vista solamente puede apreciarse los dos primeros dígitos del año, '18', por lo que también resulta evidente que fue realizado en el siglo XIX.

Más adelante, siguiendo el recorrido que establece el lienzo de la muralla, el viandante pasará, sin percatarse, sobre otras dos inscripciones que no podrá advertir porque dan hacia el exterior.

En la primera de ellas puede leerse '1811 Almería'. Aunque el tamaño de las letras es muy reducido, este grabado resulta curioso por incluir lo que, supuestamente, es la procedencia del autor.

Unos metros más arriba se sitúa la segunda inscripción: '21', un espacio y '1812'. Ambas cifras están estampadas sobre dos trocitos de barro cocido plasmados sobre el muro.

Todo indica que '21' era el día que se realizó y '1812' el año. Por lo tanto, es de suponer que en el espacio que hay entre ambos números se encontraba el mes, que debió de caerse al vació perdiéndose definitivamente.

Puerta de Palmas.

Un toro, una mujer, y una especie de caracol para unos o una sirena para otros son los tres principales grabados que se encuentran en la Puerta de Palmas.

Según cuenta Alberto González en su libro 'Puerta de Palmas y el Puente Viejo (1460-1994)', estas obras pueden ser atribuidas a los centinelas de servicio en el puesto de la puerta.

Aunque no se sabe con certeza el año en que se llevaron a cabo estas inscripciones, sobre la imagen del toro se encuentra la fecha '1882', por lo que podría haber sido grabadas por entonces.
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Extraído de HOY

Nuevos descubrimientos sobre la evolución humana.

Tres nuevos fósiles, tres nuevos candidatos a eslabones perdidos, adornan la cadena evolutiva que conduce al ser humano. La coincidencia en poco menos de dos meses de sus respectivos descubrimientos se une a otra serie de noticias sobre la evolución humana que se han producido a lo largo de este año, bicentenario del nacimiento del naturalista inglés Charles Darwin. 150 años después de la publicación de su teoría de la evolución, que bajó al ser humano del pedestal al que él mismo se había subido y lo colocó en su justo lugar entre los demás primates, los científicos siguen perfilando los detalles de la historia familiar de la humanidad.

Fósiles. Nuevas caras en el álbum familiar.

El 18 de mayo se presentó Darwinius masillae, el primate fósil más completo y mejor conservado obtenido hasta la fecha. Sus descubridores vendieron el hallazgo de Ida, como bautizaron al ejemplar, como "el descubrimiento científico más importante de los últimos tiempos" ya que afirmaban que este fósil de 47 millones de años de antigüedad se trataría del "eslabón perdido entre todos los primates y el resto de los mamíferos".

Para Salvador Moyà-Solà, director del Instituto Catalán de Paleontología, la nueva especie es "claramente" un adapiforme, una rama del árbol evolutivo de los lémures, pero "no aporta nada al conocimiento sobre el origen de los monos y antropoides, mucho menos del hombre". Y añade: "El mensaje lanzado a la prensa y la importancia del hallazgo no tienen nada que ver".

Poco más de un mes más tarde, pero sin tanta fanfarria mediática, se publicó el descubrimiento de Ganlea megacanina, un primate de hace 38 millones de años encontrado en Myanmar, candidato a antecesor común a todos los simios, incluido el hombre. "Este sí que es muy importante, porque podría aclarar el debate científico sobre el origen geográfico del grupo", explica Moyà-Solà. Tradicionalmente se ha considerado África como el continente en el que aparecerían los primates antepasados de todos los monos y antropoides modernos. La aparición de Ganlea en Asia podría forzar una reinterpretación de esta teoría, "si se confirma su posición en la base del árbol evolutivo".

El lugar de origen de los simios no es el único que ha sido cuestionado recientemente. En junio de este año, el grupo encabezado por Salvador Moyà-Solà hizo público el descubrimiento de Lluc, un primate que vivió hace unos 12 millones de años en la península Ibérica que sería una forma intermedia entre los extintos afropitecinos y los actuales grandes simios (orangutanes, gorilas, chimpancés y humanos). Anoiapithecus brevirostris se une así a Pierolapithecus catalaunicus, también descubierto en el mismo yacimiento por el grupo de Moyà-Solà. Ambos fósiles apuntan al origen euroasiático de los grandes simios, que se pensaba que había tenido lugar en África, desde donde habrían migrado a Asia los antecesores de los orangutanes.

Bipedismo. Se aclara el origen de la locomoción humana.

Un reciente estudio concluye que los antepasados humanos no caminaban por el suelo apoyándose en los nudillos, como sí lo hacen chimpancés y gorilas. Los grandes simios más emparentados con el hombre desarrollaron esta adaptación de manera independiente, según afirman los autores del estudio.

Tampoco se balanceaban por las ramas de los árboles de la selva, como hacen los orangutanes. "Los antepasados de los grandes simios hacían una vida repartida entre el suelo y los árboles", señala Moyà-Solà. Mientras que los antepasados de los orangutanes se adaptaron a llevar una vida más arbórea, los antepasados de gorilas, chimpancés y humanos se adaptaron al desplazamiento sobre el suelo, pero cada uno de un modo diferente. Cuando el ancestro de los humanos actuales dejó los árboles definitivamente, ya lo hacía caminando sólo sobre las extremidades posteriores.

Esto confirma algo que ya había sido apuntado por los descubridores de los fósiles de los homininos más antiguos, rompiendo definitivamente uno de los iconos populares sobre la evolución humana más extendidos.

El origen del homo.
La cuna del género humano, ¿África o Asia?
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Si el origen africano de los grandes simios se ha puesto en cuestión por el hallazgo de nuevos fósiles, la reinterpretación de viejos conceptos también cuestiona el papel de África como cuna del género humano.

José María Bermúdez de Castro, co-director de Atapuerca, recuerda que "tan sólo las especies son entidades naturales, todas las agrupaciones superiores son construcciones artificiales". Los criterios para incluir una especie dentro de un género u otro varían "según los autores y las modas: del mismo modo que hay científicos que proponen incluir a los chimpancés dentro del género Homo, hay argumentos muy válidos para excluir al Homo habilis".

María Martinón-Torres es partidaria de esto último. Esta paleontóloga es autora de un reciente estudio sobre Homo georgicus, la especie de hominino más primitiva encontrada fuera de África, en el yacimiento de Dmanisi (Georgia). "El desarrollo de los habilis es muy similar al de los australopitecos, y el uso de herramientas no es un argumento válido porque otras especies más primitivas ya las fabricaban", explica Martinón-Torres. Para ella, el origen africano del género Homo se basa en una falacia. "La preponderancia del continente africano se debe a que en Asia no se ha excavado ni el 25% que en África; hace 2,4 millones de años (antigüedad de los restos de habilis) no había ninguna barrera entre los dos continentes, ni geológica ni ecológica, que impidiese la migración de una especie de australopiteco fuera de África".

Según esta investigadora, el género Homo surgiría con georgicus en Asia, desde donde se produciría la colonización de África con ergaster y de China e Indonesia con erectus. Sin embargo, una de las piezas clave en esta teoría era el fósil de Longgupo, datado en dos millones de años. En principio descrito como erectus, su descubridor se retractó en junio y ahora lo asigna a un nuevo tipo de simio no hominino.

La colonización de Europa la realizaría antecessor, especie de la que se ha encontrado este pasado mes de julio en Atapuerca un nuevo fósil de hace 1,3 millones de años que presenta muestras de canibalismo. Los antecessor representan un estado intermedio entre los ergaster africanos y los más recientes heidelbergensis europeos, antepasados de los neandertales. La especie humana actual surgió en África, desde donde se extendió a todo el planeta, desplazando a los neandertales y los hobbits de la isla de Flores.

Neandertales. Tan parecidos y sin embargo tan distintos.

Los diminutos hobbits de Flores podrán haberle arrebatado a los neandertales el dudoso privilegio de ser los últimos miembros de la familia humana en extinguirse, pero la mera supervivencia no les hace evolutivamente más cercanos al hombre actual. El pariente (extinto) más próximo al sapiens moderno sigue siendo el hombre de Neandertal, del que se ha logrado secuenciar este año el 63% de su genoma.

"Las primeras descripciones de los neandertales los retrataban como primitivos hombres de las cavernas antecesores de los humanos modernos", comenta Carles Lalueza Fox, experto en genética neandertal del Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-Universidad Pompeu Fabra) que participó en proyecto. "Hoy, sin embargo, su ADN nos revela una imagen más moderna y parecida a la de los sapiens, a la vez que descartan una posible hibridación entre ambas especies", concluye.

Hobbit de Flores.
La pequeña pieza que no encaja en el puzle.

Este año también se han publicado varios estudios de los fósiles encontrados en 2003 en la isla de Flores. En enero un nuevo análisis de la morfología del cráneo corroboró las conclusiones de otros estudios similares anteriores, descartando que los ejemplares se tratasen de sapiens enfermos. Y en mayo, el análisis de los pies de estos hobbits confirmó definitivamente que pertenecen a una especie distinta al ser humano actual.

Su origen, en cambio, sigue siendo un enigma. Su reducida capacidad craneana es similar a la de los australopitecos, y un análisis publicado el pasado mes de julio indica que el Homo floresiensis pudo haberse originado, no ya de un erectus, sino de un habilis. Dos millones de años de evolución separan los restos fósiles de ambas especies, un hueco que sólo podrá ser rellenado con futuros hallazgos.
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Extraído de Público

La tumba de un moche contemporáneo de Cristo.

Casi al mismo tiempo que Jesucristo fuera crucificado por los romanos en lo que entonces era Palestina, un noble guerrero moche era enterrado en lo que acabó por convertirse en la pirámide de la dinastía de Sipán, una de las más poderosas de los valles del noroeste de Perú. Ocurría hace ahora unos 2.000 años.

Los restos de aquel personaje han aparecido hace unos días en las excavaciones que se llevan a cabo en el Valle de Lambayeque desde el año 1987 y que, bajo la dirección del arqueólogo Walter Alva, han vuelto a desvelar un tesoro oculto, en este caso en la base de la pirámide funeraria.

La tumba, la número 15 de las aparecidas hasta ahora, está situada sobre el suelo geológico, por lo que se cree que no hay nadie enterrado debajo. Para llegar hasta ella, los arqueólogos peruanos han tenido que trabajar en un agujero de más de 12 metros de profundidad, pero aseguran que el esfuerzo ha merecido la pena.

El noble, que aún no ha sido desenterrado en su totalidad, se cree que formaba parte del séquito con el que se solía acompañar a los señores gobernadores del valle, como se ha constatado en las tumbas superiores del Señor de Sipán y del Viejo Señor de Sipán.

"Lo que pensamos es que forma parte de un enterramiento mucho más importante de un gran dirigente, seguramente el primero de la dinastía mochica de Sipán. Se sabe porque los gobernantes siempre han aparecido mirando al Sur y sus acompañantes al Este [como este guerrero] o al Oeste", explica José Manuel Novoa, director de

Explora Films, una productora española que participa de la financiación de las excavaciones, junto con el gobierno peruano y una fundación italiana, y tiene la exclusiva mundial de las imágenes de los hallazgos.


Novoa, que ha estado grabando los trabajos desde el principio de las excavaciones, ya documentó en 2007 el hallazgo de otra importante tumba en la necrópolis de Huaca Rajada. Fue la de otro guerrero cuyos aderezos ya han sido restaurados y forman parte del patrimonio cultural del país latinoamericano.

El gobierno de Alán García ha construido un museo a poca distancia para que los visitantes puedan conocer los detalles de una cultura milenaria que había desaparecido misteriosamente casi mil años antes de que llegaran los conquistadores españoles y se encontraran con los incas.

La participación española en el proyecto se remonta a mayo de 2007, cuando se firmó el acuerdo de colaboración para impulsar los hallazgos en el valle, tras unos años casi paralizados por falta de fondos. "Ahora estamos casi seguros de haber llegado al primero de la dinastía", comentó Luis Chero, el responsable de la excavación, cuando se tropezaron con el cuerpo del noble mochica.

Grandes artesanos.

Una de las sorpresas fue comprobar que hace más de dos milenios aquellos moches, que llegaron a ser famosos por el arte de orfebrería y cerámica, ya eran grandes artistas con las piezas de arcilla, profusamente decoradas. Novoa recuerda que esta civilización perdida fue capaz de dorar el cobre con una técnica que no se utilizaría en Europa hasta el siglo XIX. Y también soldaban metales.

Los mochicas eran un pueblo de agricultores y pescadores que nunca llegaron a tener un rey. Cada valle tenía su señor, como es el caso de Lambayeque y la dinastía de Sipán.

Fue en 1987 cuando Walter Alva, siguiendo las pistas de los huaqueros (ladrones de tumbas) dio con un tesoro en Huaca Rajada que ha sido comparado con el de Tutankamón: la tumba del Señor de Sipán, que reinó entre los siglos II y III, a la que siguió la del Viejo Señor de Sipán, su antepasado.

También se localizó la del sacerdote, así como las otras de mujeres y guerreros que fueron sacrificados con ellos, así hasta la número 15. Todos en Lambayeque están convencidos de que no será la última. Falta dar con su señor.

La máscara dorada.

En la tumba número 15 de la pirámide de la dinastía de Sipán sólo asoman, de momento, los primeros restos de lo que fue la coraza, la máscara y demás aderezos con los que fue enterrado el personaje que se esconde tras ellos, cuya identidad aún se tardará meses en desvelar.

A la derecha del cuerpo, cubierto con bronce, puede verse la lanza. También se adivina la máscara con forma de búho, que los mochicas bañaban en oro, y los dos ojos, que fueron puestos de nácar sobre la máscara.

Alrededor, hay varios trozos de cerámica, y por primera vez en esta pirámide aparecen con dibujos geométricos de gran belleza. Están rotas en pequeños fragmentos, debido al peso del sedimento que las ha aplastado durante 2.000 años. En las 14 tumbas anteriores de Huaca Rajada, también había una gran cantidad de cerámicas, pero eran mucho más sencillas, de las que se utilizaban para dejar alimentos para que el viaje al otro mundo fuera menos duro.

Los arqueólogos tardarán semanas en consolidar todo el material para poder extraerlo sin que sufra más daños que los que ya ha causado el tiempo. Después será restaurado.
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Extraído de El Mundo

Editan por vez primera en español las memorias completas del indio Gerónimo.

Las memorias que el último gran jefe de los apaches chiricahuas, Gerónimo (1829-1909), dictó a su intérprete, S.M. Barrett, y que se publicaron con el apoyo del presidente Theodore Roosevelt, han sido editadas en español en el centenario de su muerte por la editorial Mono Azul con el título 'Soy apache'.

'Soy apache' es un título de resonancias épicas no muy lejanas, puesto que, ha dicho a Efe el director de la editorial sevillana, Javier Hernández Pizarroso, fueron las dos únicas palabras que pronunció la india apache a la que, en la ceremonia de los Oscar de 1973, en Hollywood, Marlon Brando le encargó que recogiera su premio.

El editor también ha destacado que el idioma que Gerónimo utilizó siempre para entenderse con el hombre blanco fue el español -de hecho S.M. Barrett le hizo de intérprete en ese idioma, que vertía al inglés- y sus grandes enemigos no fueron los casacas azules del norte sino las tropas mexicanas.

Tropas mexicanas fueron las que, en una incursión comercial al sur de los chiricahuas, masacraron a las mujeres y los niños apaches, en una acción en la que, sin justificación militar ni defensiva alguna, perecieron la madre, la esposa y los tres hijos pequeños de Gerónimo.

Esa pérdida fue la que llevó al joven Gerónimo -se hizo guerrero y se casó con 16 años- a ponerse al frente de tres tribus apaches que atacaron el norte de México y diezmaron la sección de caballería que había cometido la cobarde acción contra mujeres y niños indios.

Hernández Pizarroso, que aseguró que se trata de la primera traducción íntegra en España de las memorias del jefe indio, tras una parcial que se publicó en los años setenta, señaló que fueron estos aspectos desconocidos sobre Gerónimo, como que hablara español y fuese enemigo de los mexicanos y no de los gringos, los que le animaron a publicar 'Soy apache'.

"Como todos los de mi generación he visto películas de indios, he leído tebeos de indios y he jugado a los indios con los muñequitos, pero tenía una gran ignorancia sobre la realidad de los apaches y de Gerónimo", señaló el editor.

Nombre de una victoria.

Gerónimo, que debe su nombre a una victoria sobre el ejército mexicano que se produjo el día de San Jerónimo, asumió el mando de la nación apache deportada a la reserva de Fort Sill, en Arizona y, en 1880, fue el responsable del hostigamiento a las fuerzas del general George F. Crook para tratar de mantener su territorio.

Detenido en 1884, se fugó y resistió varios años hasta que, agotado y sin recursos, se entregó voluntariamente al general Miles, quien, según estas memorias, le dijo: "El presidente de los Estados Unidos me ha enviado para hablar contigo. Ha oído hablar de tus problemas con los blancos, y dice que si aceptas suscribir un tratado, ya no habrás más problemas".

La única condición de Gerónimo era volver a Arizona, pero el pacto de Miles no se cumplió, el jefe indio volvió a ser considerado un criminal, pasó varios años en trabajos forzados y, finalmente, en 1894 se instaló en Oklahoma como agricultor.

Allí posó para los fotógrafos a cambio de dinero, se convirtió en una especie de atracción de feria y, en los últimos años de su vida, dictó estas memorias.

Viaje por las reservas.

El origen de esta versión de 'Soy apache' se encuentra en un viaje de su traductor, Javier Lucini, a las reservas indias de Estados Unidos, en una de las cuales adquirió un ejemplar del libro, lo que, unido a que San Jerónimo es el patrón de los traductores (por verter la Biblia al latín), le animó a ponerse manos a la obra.

Lucini ha dicho a Efe que en otoño publicará, también en Mono Azul, 'Apacherías', un diario de ese viaje mezclado con la historia de los apaches, un pueblo que, dijo, "tuvo en jaque al ejército norteamericano y fue el símbolo de la resistencia y hoy pervive en condiciones penosas, con altos índices de alcoholismo y desempleo".
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Extraído de El Mundo

El papel de la mujer en el paleolítico: La prehistoria fue más igualitaria.

La sociedad prehistórica era más igualitaria que la sociedad moderna. Al menos, por lo que respecta al reparto de tareas entre los hombres y las mujeres. Ellas no sólo se ocupaban de los niños; también se dedicaban a la caza menor, a la pesca o a cultivar el campo.

Puede parecer sorprendente, pero no lo es. Las sociedades que giran en torno a la naturaleza y viven en contacto directo con ella actúan de manera más igualitaria. Y no hace falta remontarse en el tiempo para comprobarlo. Las comunidades amazónicas que subsisten aún, inmersas en la naturaleza, atestiguan estas pautas de comportamiento, como señala la directora del Museo de Prehistoria de Valencia, Helena Bonet.

Este centro acogió la exposición Mujeres en la Prehistoria, que pretendía, precisamente, poner en evidencia el papel activo que desempeñó la mujer en todos los ámbitos de la vida y no sólo en el doméstico. La idea de que el hombre se dedicaba a la caza mayor y la mujer a cuidar de la prole es tan falsa como la tendencia a asociar el uso de una punta o de un anzuelo sólo al hombre y no a la mujer, por ejemplo.

El registro prehistórico documenta que también las mujeres se dedicaban a la caza menor, a pescar, a cultivar el campo, a recolectar, a atender a los niños y a lo que hiciera falta. No en vano, la muestra reflejaba “cómo hombres y mujeres de nuestro pasado más lejano formaron grupos de personas que se unieron para obtener mejor calidad de vida, que compartieron esfuerzos y recursos para sobrevivir. Mujeres, hombres, jóvenes, mayores, niños y niñas dejaron el testimonio de su existencia en el suelo en que vivieron”.

“Desde el siglo XIX, la investigación desarrollada en Europa sobre la prehistoria ha proporcionado un conocimiento exhaustivo de los modos de vida de las sociedades del pasado. Sin embargo, es fácil comprobar cómo la presencia de la mujer en la mayor parte de los textos y de las imágenes de exposiciones divulgativas es casi nula, apareciendo siempre el hombre prehistórico, el neutro masculino”, explica Begoña Soler, comisaria de la exposición.

El discurso expositivo se inscribe dentro de la llamada “arqueología de género”, una disciplina surgida al calor de los movimientos feministas de los años sesenta del pasado siglo. “La arqueología del género sigue ligada al movimiento de reivindicación y persigue resaltar, a través de nuevas lecturas de la cultura material y del registro arqueológico, la importancia que tuvo la mujer tanto en la vida privada como en la vida pública”, explica Bonet.

La muestra estuvo precedida por la presentación del libro “Las mujeres en la prehistoria”, que recoge artículos de especialistas de toda España sobre la materia. El texto fue publicado por el Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia.
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Extraído de El Ciudadano

El fuego empezó a usarse para fabricar herramientas hace más de 160.000 años.

Los primeros humanos usaban el fuego para fabricar herramientas hace más de 160.000 años, según un estudio de la Universidad de Ciudad del Cabo en Sudáfrica y la Universidad del Estado de Arizona en Estados Unidos que se publica en la revista 'Science'.

Según los investigadores, alrededor del momento en el que los primeros humanos comenzaron a realizar marcas simbólicas, joyas y otros signos de conducta humana 'moderna', también utilizaban ya fuego para mejorar sus herramientas de piedra.

Varias líneas de evidencia sugieren que los humanos comenzaron a utilizar materiales más avanzados y a desarrollar una conducta simbólica hace alrededor de 75.000 años en África.

Los científicos, dirigidos por Kyle Brown, muestran ahora que los humanos alrededor de este momento estaban utilizando de forma sistemática el fuego para mejorar los materiales en bruto existentes y aumentar la calidad y eficiencia de los productos fabricados con herramientas de piedra.

Los autores recopilaron restos de herramientas de silcrete de yacimientos arqueológicos en el sur de África y muestran, utilizando varias técnicas, que la roca fue deliberadamente transformada por calentamiento.

Los resultados sugieren que este tratamiento de calor se produjo hace 164.000 años y predominó en la producción de herramientas de silcrete hace alrededor de 72.000 años.

Los autores especulan que la tecnología por tratamiento de calor podría ser una señal de cognición compleja y podría proporcionar un vínculo entre el uso simple del fuego para cocinar y entrar en calor y la producción final de cerámicas y metales.
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Publicado en EuropaPress