Diez inventos que cambiaron la Historia

Una huella imborrable Imagen meramente ilustrativa. En la vasta y fascinante historia de la humanidad, ciertos inventos han dejado una huell...

Especies de Homo en Atapuerca.

Desde que empezaron las excavaciones sistemáticas en la Sierra de Atapuerca (Burgos), se han realizado numerosos descubrimientos de especies de homínidos, hasta el punto que ahora mismo es el conjunto prehistórico que contiene más restos de homínidos, del Pleistoceno inferior y medio, conservados del registro euroasiático.

Al descubrimiento de miles de restos de Homo heidelbergensis en la Sima de los Huesos, en el complejo cueva Mayor-cueva del Silo, de más de medio millón de años de antigüedad, se han ido añadiendo más de un centenar de fósiles de Homo antecessor de 900.000 años en el nivel 6 de la cueva de la Gran Dolina, en el complejo de la Trinchera del Ferrocarril. Recientemente, han sido hallados algunos fósiles de homínidos de 1,3 millones de años en la cueva de la Sima del Elefante.

Sabemos que disponemos de registro arqueo-paleontológico de gran parte del Pleistoceno inferior, medio y superior, así como ricos yacimientos del Holoceno. Un reto importante en las excavaciones de los yacimientos de esta Sierra burgalesa es el de descubrir todas las especies que han habitado en Europa.

Este año, en la campaña de julio, un sondeo realizado en la Galería de las Estatuas en el conjunto de Cueva Mayor-cueva del Silo, ha dado como resultado una rica y variada fauna e industria del Paleolítico medio y un musteriense de muy buena factura, tallado entre otros materiales, en sílex. La conservación de la fauna en este registro, nos hace albergar esperanza sobre que en un futuro pueda localizarse una especie que se resiste en Atapuerca, el Homo neanderthalensis.

Sería científicamente muy importante descubrir en un mismo espacio, por primera vez en la historia de la investigación en Europa, todas las especies que han evolucionado en nuestro subcontinente. Si bien habíamos encontrado en yacimientos al aire libre registros del Paleolítico medio, nunca habían sido exhumados en el interior del sistema de cavidades.

La buena conservación de los fósiles en los sedimentos en el interior del kars, así como la abundancia de homínidos en otras épocas, nos hace pensar que, por primera vez en Atapuerca, existe la posibilidad de encontrar algún taxón de la especie europea que se nos resiste.

La proximidad de registro Neandertal en Valdegoba (Huermeces, Burgos), nos confirma que, si se trabaja de forma sistemática en los sedimentos del Pleistoceno superior en Atapuerca, se puede hacer realidad nuestro proyecto de encontrar todas las especies de homínidos que vivieron en Europa, en un mismo complejo.
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Extraído de El Mundo

Descubren la mutación genética clave que permite el lenguaje en humanos.

La mutación de un solo gen está detrás de la capacidad humana de comunicarse mediante el lenguaje, una característica que nos diferencia del resto de los primates. Se trata del gen FOXP2, cuya relación con el habla ya se conoce desde los años 90.

Ahora, en una investigación que publica la revista 'Nature', se ha descubierto que la alteración de dos aminoácidos en la cadena de una proteína codificada por este gen cambia la función de ésta y permite encender y apagar más de un centenar de genes, lo que nos otorga la capacidad de expresarnos verbalmente.

El hallazgo no sólo es importante para explicar una mutación que fue fundamental en nuestro pasado evolutivo, sino también para encontrar tratamientos para personas que tienen alterada esa capacidad, como los autistas o los esquizofrénicos.

La investigación, realizada por las universidades de California y Emory (Georgia), partió de una sospecha que ahora se ha confirmado: entre los humanos y los chimpancés hay dos mutaciones que afectan al FOXP2 y que facilitaron que la lengua emergiera en los humanos.

«Nuestro trabajo es el primero que examina los efectos de esos cambios en nuestras células. Comprobamos que las versiones de ese gen en humanos y chimpancés no sólo parecen diferentes, sino que sus funciones también lo son y ello puede explicar porqué los cerebros humanos tienen el circuito del habla y los de otros primates no», explica Daniel Geschwind, uno de los biólogos firmantes de este trabajo.

El biólogo español Carles Lalueza, de la Unidad de Biología Evolutiva (CSIC-Universidad Pompeu Fabra) añade otra conclusión importante: «Esta investigación nos revela que, aunque estamos muy relacionados genéticamente con los chimpancés, el resultado final es que somos muy diferentes porque hay pequeñas mutaciones, como éstas, que dan lugar a cambios muy importantes porque afectan a muchos otros genes».
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Extraído de El Mundo

Un complejo de cuevas, nueva ubicación para el Laberinto del Minotauro.

Una cantera abandonada en la isla griega de Creta, atravesada por una complicada red de túneles subterráneos, podría ser el lugar del mítico laberinto diseñado por Dédalo para encerrar al Minotauro. Un equipo anglo-británico de expertos que llevó a cabo una expedición a esa cantera el pasado verano cree que el lugar, próximo a la ciudad de Gortina, en el sur de la isla, tiene tanto derecho a esa reivindicación como el palacio de Cnossos, situado en el norte.

Los arqueólogos creen que ese complejo de cuevas próximo a Gortina, que fue la antigua capital romana de Creta, es un candidato muy plausible a haber sido en la antigüedad el lugar del laberinto de la leyenda griega, según informa hoy el diario británico «The Independent».

Según esa leyenda, el rey Minos mandó construir el laberinto para encerrar allí al minotauro, una bestia feroz nacida de la unión entre su esposa, Parsifae, y un toro del que ella se había enamorado por intervención de un Poseidón enfurecido con el monarca.

Nicholas Howarth, geógrafo de la Universidad de Oxford, que encabezó la expedición, dijo que la asociación de Cnossos con el Laberinto se vio reforzada por la reconstrucción que hizo a principios del siglo XX de las ruinas de su palacio minoico. "La gente va allí no sólo a ver esas polémicas ruinas excavadas y reconstruidas por Evans sino también en busca de una conexión del palacio con el pasado mítico de la Época Heroica. Es una vergüenza que quienes visitan Cnossos no hayan oído hablar de que hay otros posibles candidatos a haber albergado el mítico laberinto", declaró Howarth al periódico inglés.
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Tesoros ocultos.
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El equipo de arqueólogos de Oxford, que colaboró con expertos de la Sociedad Espeleológica Helénica, se encontró con que el complejo de cuevas de Gortina había sido visitado recientemente por ladrones de objetos arqueológicos que se disponían a dinamitar una de las cámaras interiores con la esperanza de encontrar algún tesoro oculto. Las cuevas, que consisten en más de tres kilómetros de túneles con cámaras más anchas y callejones sin salida, han sido visitadas desde tiempos inmemoriales por viajeros en busca del laberinto, pero desde que se descubrió Cnossos, a finales del siglo XIX, fueron abandonadas e incluso el Ejército nazi las utilizó para almacenar municiones durante la Segunda Guerra Mundial.

"Cuando uno entra en las cuevas de Gortina, conocidas en griego como Labyrinthos, tiene la sensación de que se encuentra en un lugar oscuro y peligroso en el que es fácil perderse. Hay que tomar con un grano de sal la hipótesis de Evans de que el palacio de Cnossos es el Laberinto", dijo Howarth.

Además de Cnossos y Gortina, hay un tercer complejo de cuevas en Skotino que podría también reivindicar ese honor. "Si atendemos sólo a los hechos arqueológicos, es difícil decir con certeza que hubiese existido realmente el Laberinto. Creo que cada uno de esos lugares puede reclamarlo, pero a la postre hay preguntas para las que ni la arqueología ni la mitología tienen respuesta", agregó el geógrafo británico.
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Extraído de ABC

Lévi Strauss y el concierto natural.

No existe perspectiva más excitante para un etnólogo que la de ser el primer blanco que penetra en una comunidad indígena. En 1938 esta recompensa suprema sólo podía obtenerse en pocas regiones del mundo, lo suficientemente escasas para poder contarlas con los dedos de una mano. Desde entonces esas posibilidades han disminuido más aún. Así, pues, yo reviviría la experiencia de los antiguos viajeros y, a través de ella, ese momento crucial del pensamiento moderno en que, gracias a los grandes descubrimientos, una humanidad que se creía completa y acabada recibió de golpe, como una contrarrevelación, el anuncio de que no estaba sola, de que constituía una pieza en un conjunto más vasto, y de que para conocerse debía contemplar antes su irreconocible imagen en ese espejo desde el cual una parcela olvidada por los siglos iba a lanzar, para mí solo, su primer y último reflejo.
Claude Lévi-Strauss, Tristes trópicos.

Acaba de morir Claude Lévi-Strauss, de quien todas las necrológicas afirman que sentó las bases de la antropología moderna. Puede que sea una simplificación excesiva afirmar que la ciencia antropológica no sea otra cosa que la mirada, la forma en que el observador se relaciona con los observados. Lévi-Strauss aplicó, allá por los años treinta, una mirada a la vez científica y humanista, muy lejana del soberbio eurocentrismo de los etnógrafos decimonónicos. Y lo que vio fue un mundo inabarcable, la inmensa diversidad de las culturas humanas repartidas por todos los rincones del planeta. Fue también el primero en avisar de la terrible pérdida que para todos suponía la desaparición de una sola de ellas.

Esta es una sección dedicada al sonido de la naturaleza. Hoy no nos vamos a salir de la norma, pero sí vamos a ampliar los horizontes, y a incluir un nuevo intérprete, la voz humana, allí donde forma todavía parte del concierto natural.

Como casi todo lo relacionado con el Homo sapiens, el viaje empieza en África. En la selva tropical en Camerún, el corazón de las tinieblas. Un mundo opresivo, con una acústica cerrada e inquietante, donde hasta los animales más inofensivos, los damanes arbóreos, lanzan unos alaridos que parece que provienen del infierno. En este mundo inhóspito, un murmullo se eleva sobre las sombras, contra el fondo continuo de los insectos. Con los ojos cerrados, podemos imaginar una nube de humo iluminada por las brasas de la leña húmeda que no arde. Envuelta en ella, una comunidad de pigmeos m´baká, quienes hoy, como desde la noche de los tiempos, levantan a su alrededor una barrera protectora con el humo, el fuego y la voz. Una situación que se viene repitiendo, noche a noche, desde la noche de los tiempos.

En la atmósfera menos opresiva de la mañana, un grupo de mujeres añade una más a la ya larga lista de utilidades del agua. Metidas hasta la cintura en una charca, palmotean contra la superficie y la convierten en puro ritmo: el agua como tambor.

Vuelve la noche cerrada en el otro extremo del continente, en el soto del río Sekenani, en la reserva keniata de Masai Mara. El aire fresco favorece la propagación de los sonidos. Sobre un fondo de anfibios silbando en todas las tonalidades, ríen las hienas y gruñe un antílope impala. Y en medio de la atmósfera desordenada y salvaje, un principio de armonía: un grupo de mujeres masai danzan en círculos tras las barreras de protección de su manyatta, la aldea de la sabana construida con un adobe formado por barro y los excrementos del ganado. La civilización y la cultura toman forma de ritmo y compás.

Al sureste, en el desierto de Namibia, un cazador bosquimano lleva la cuenta. Lo hace en una lengua que combina las vocalizaciones con chasquidos y todo tipo de ruidos, lo que nos demuestran la enorme flexibilidad de las formas de hablar. Por detrás llora una tórtola plañidera y cacarea un cálao de pico amarillo.

Para Lévi-Strauss Asia era la masificación. En su libro Tristes trópicos apunta su desagrado por unas aglomeraciones que veía como anticipo del futuro que nos esperaba a todos. A la vista está que tenía razón. Sobre todo escuchando el bullicio de una ciudad superpoblada, como Chengdu, capital de la provincia de Sichuán, En China la voz amplificada por megafonía es un elemento esencial del paisaje urbano. En este caso, mezclada además con el estrépito de un enjambre de bicicletas. Un sonido a caballo entre la actualidad y el pasado, a punto de desaparecer por el empuje del desarrollo y la masificación del tráfico motorizado.

Lejos de allí, en el espacio pero también en otra dimensión espiritual, escuchamos las letanías, los rezos y los campaniles en la atmósfera cerrada del templo de Kedareswarar, sobre el Ganges, en Benarés, uno de los lugares más santos de la más santa ciudad del hinduismo. Entre los muros resuena la invocación ancestral: Om mani padme hum.

Pero el prejuicio no es del todo justo. También en Asia encontramos voces humanas en medio del paisaje natural. Seguimos en China, en las montañas subtropicales al suroeste de Sichuán, donde aún perviven las últimas comunidades miao, inmersas en el estrépito permanente de las cigarras. O en las montañas del Altai, en Mongolia, el lugar más alejado del mar de todo el planeta. En esta inmensa soledad, fría y seca, un grupo de nómadas arrea su caravana. Gruñen los camellos bactrianos, crujen los arneses y unas voces cantarinas alegran por unos minutos el silencio de estos desiertos vacíos.

Pero Lévi-Strauss comenzó sus estudios de campo en la Amazonía brasileña, de por sí todo un mundo de voces y culturas. Aquí –y esta es una apreciación estrictamente personal- parece que los indígenas hablan siempre en una tonalidad monocorde, casi en susurros; es como si trataran de no desvelar su presencia en el mundo hostil y opresivo de la selva. Unos indios capó entonan una triste canción que, aunque no lo parezca, es un rito propiciatorio de fertilidad.

Aunque en las últimas décadas se han perdido muchas voces, el concierto de la tierra continúa. Que sea por mucho tiempo.
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Extraído de El Mundo

Cara a cara con un neandertal.

CosmoCaixa Madrid inaugura una espectacular exposición sobre la evolución humana con esculturas hiperrealistas.

Esculturas hiperrealistas a tamaño natural de algunos de nuestros antepasados que con sus trascendentales innovaciones contribuyeron a la consecución del Homo sapiens son las protagonistas de la exposición «La carrera hacia la humanidad», que se ha inaugurado en
CosmoCaixa Madrid.

El bipedismo, las primeras industrias líticas, el fuego, la adquisición de la autoconsciencia y el pensamiento simbólico son los hitos que han marcado cada uno de los homínidos de la muestra -Australopithecus afarensis, Homo habilis, Homo erectus, Homo neanderthalensis y Homo sapiens- hasta llegar al ser humano actual.

Las cinco reproducciones, que se incorporan a la colección permanente del museo, han sido realizadas tras un laborioso proceso de investigación científica sobre cada uno de los homínidos.

Las esculturas han sido creadas por Elisabeth Daynes siguiendo una técnica hiperrealista en la que se ha cuidado hasta el último detalle, desde ojos que emulan a los reales hasta pelo real injertado uno a uno, para que los visitantes puedan hacerse una idea exacta de cómo eran nuestros predecesores en el planeta Tierra.

El Australopithecus apostó por la posición erguida (bipedismo), lo que le ofreció la posibilidad de huir de sus depredadores y, especialmente liberar las manos. La fabricación de herramientas a partir de cantos rodados se le atribuye al Homo habilis, una capacidad que aumentó su independencia.

El Homo erectus aportó el fuego, con lo que logró alargar el día, sociabilizarse alrededor de la hoguera, enriquecer la dieta y construir armas y herramientas, mientras que el Homo neanderthalensis accedió a la autoconsciencia y, con ella, se le abrieron las puertas al lenguaje y a la comprensión de la realidad.

El Homo sapiens es el hombre actual, por lo que cada uno de los visitantes forma parte de la muestra.
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Extraído de ABC

La muerte del rey Arturo.

La leyenda convirtió a Arturo –que quizá fue un caudillo britano del siglo V– en un poderoso rey que presidía la fabulosa corte de Camelot. Tras su muerte a manos del traidor Mordred, el mito cuenta que fue llevado a la misteriosa isla de Avalón, desde donde algunos creían que volvería algún día.

En el siglo XII, la leyenda consagró a Arturo como el brillante soberano de una corte fabulosa, que se convirtió en el emblema de la caballería medieval. Uno de los episodios más fascinantes del mito es la muerte del rey: herido mortalmente en su enfrentamiento con Mordred, Arturo fue trasladado a la isla de Avalon, un lugar paradisíaco que evoca las creencias celtas sobre el más allá. El rey Arturo es, ante todo, un personaje de perfil mítico y de un extraordinario prestigio novelesco. Sin embargo, no fue un rey, sino un destacado guerrero que en los últimos años del siglo V batalló con singular coraje contra los anglosajones que llegaban como invasores a Inglaterra. Transformado en leyenda, Arturo se convirtió en un magnífico monarca, un gran señor feudal, que presidía una espléndida corte en el castillo de Camelot, acompañado de figuras no menos fantásticas como la reina Ginebra, el mago Merlín y los caballeros de la Tabla Redonda. Uno de los motivos más antiguos y más discutidos de este ciclo mitológico fue la muerte de Arturo. Una antigua leyenda céltica cuenta que Arturo, tras morir en un épico combate contra el traidor Mordred, fue llevado a la fabulosa isla de Avalon, desde donde regresará algún día. En los ‘Annales Cambriae’, una crónica galesa escrita hacia mediados del siglo X, se recuerda a Arturo en dos escuetos pasajes como un memorable héroe guerrero. Estas líneas son la primera mención histórica de la última batalla de Arturo, en la que éste desapareció tras su funesto enfrentamiento contra Medraut, el personaje siniestro al que otros textos darán el nombre de Mordred, y que la leyenda artúrica considera un traidor, sobrino o hijo bastardo de Arturo.
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La literatura histórica tan sólo hay una mención de nuestro Arturo en una crónica anterior, de mediados del siglo IX: la ‘Historia Brittonum’, de un tal Nennio. Allí se le recuerda como un defensor de Britania contra los invasores anglosajones, a los que derrotó en varios combates a finales del siglo V.Hacia 1136 aparece Arturo como un heroico y poderoso rey en una narración esplendida: la ‘Historia de los reyes de Britania’, de Geoffrey de Monmouth, que nos presenta a Arturo como un rey audaz y ejemplar. Es el soberano de la fastuosa corte de Camelot, casado con la hermosa reina Ginebra, aconsejado por el sabio mago Merlín, flanqueado por nobles y corteses caballeros. Tanto el novelista anónimo francés del siglo XIII como el británico del siglo XV (Thomas Malory) combinan dos versiones distintas del final del rey Arturo, sin decidirse por ninguna de ellas. ¿Estaba Arturo en Avalon y regresaría algún día, o bien había sido enterrado en una tumba perfectamente identificada?
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Extraído de Nacional Geographic

El II Volumen del Corpus de Arte Rupestre en Extremadura recoge los 300 hallazgos encontrados del Postpaleolítico en La Zepa de la Serena.

La Junta de Extremadura ha presentado hoy volumen II del Corpus de Arte Rupestre, bajo el nombre de "Arte Rupestre en La Zepa de la Serena" en el que se recogen los 300 hallazgos encontrados en esta parte de la provincia pacense.En la presentación ha estado presente la directora general de Patrimonio Cultura, Esperanza Díaz, acompañada por los autores del libro, Amparo Aldecoa y Arturo Domínguez, que explicó que el objetivo principal de este ejemplar es el de divulgar el "magnífico e importante patrimonio rupestre de nuestra región".
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Concretamente, estos hallazgos pertenecen a la Zona Especial de Protección de Aves (Zepa) de La Serena, que acoge los términos municipales de Campanario, Puebla de Alcocer y Esparragosa de Lares, y se han llevado a cabo gracias a un programa de estudio, catalogación y divulgación de Arte Rupestre de Extremadura que financia la Consejería de Cultura y Turismo.

En este sentido, ha señalado que las conclusiones de este programa están reflejadas en el ejemplar que hoy se ha presentado en el que se muestran los resultados arqueológicos obtenidos, así como la descripción y delimitación del ámbito de actuación, y las actuaciones y metodología empleadas.

Asimismo, ha recordado que hasta el año 2000, no había más de media docena de estaciones reconocidas en la provincia de Badajoz con representaciones prehistóricas grabadas, y a día de hoy ya hay más de trescientas nuevas rocas con figuras grabadas.

Por este motivo, Díaz ha destaco, además de la cantidad, la "magnífica calidad" de alguna de las rocas grabadas, así como el hecho de que con este hallazgo se marca "un antes y un después" en la dimensión del Arte Rupestre en Extremadura. "Supone la expansión del Arte Rupestre de la Edad del Hierro hacia ámbitos más meridionales", ha afirmado.

Por su parte, uno de los autores de este libro, Arturo Domínguez, ha destacado la importancias de estos hallazgos porque "ponen en valor una zona tradicionalmente marginada en el Arte Rupestre", donde se conocía la pintura rupestre pero no los grabados y "pone valor una zona que tradicionalmente no se venía estudiando".

De este modo, ha indicado que hay que considerar, además del volumen, la importancia de los grabados encontrados, que ha sido mostrada en congresos internacionales como el celebrado en Lisboa en 2006, dado también a las técnicas específicas utilizadas, diferentes a otras empleadas incluso en la propia región.
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HALLAZGOS POSTPALEOLÍTICOS.
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En concreto, la mayoría de las trescientas rocas grabadas son al aire libre, y pertenecen a una cronología Postpaleolítica, algunos al final de esta época, por lo que tienen una figura que se conoce como "esfera de guerrero". Así, se da la circunstancia de que es la primera vez que aparece sobre soporte fijo, "no son estelas propiamente dichas".

También ha subrayado que se ha encontrado iconografía de la Edad del Hierro, como por ejemplo caballos que pueden aparece solos o con guerreros, similares a los que pueden aparecen en cerámica ibérica. "Grabados rupestres al aire libre de cronología Protohistórica o Prehistórica reciente", ha resumido.
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PROCESO DE IDENTIFICACIÓN Y LOCALIZACIÓN.
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Por otro lado, Díaz ha explicado que la primera fase es la de identificar y localizar estos hallazgos, y tras ello, se procede al estudio, recuperación y conservación de algunas de estas estaciones rupestre, porque se da el hecho de pueden estar en lugares de difícil acceso para poder visitarlas.
En la zona de la Serena ya existe un Centro de Interpretación de Arte Rupestre, situado en Cabeza del Buey, para las pinturas rupestres que no pueden ser visitadas por el acceso o por ser lugares privados.

Finalmente, Díaz ha anunciado que se va a realizar un Centro de Interpretación dedicado al Megalítico en la zona de Vicente de Alcántara. "Si no se pueden hacer los espacios visitables se busca como salida la musealización o un centro de interpretación para visitar estas manifestaciones artísticas", ha concluido.
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Extraído de Extremadura al Día